Entre flores y sabores, Limosneros celebra a los que vuelven
En México, la mesa es altar y la comida, ofrenda. Cada Día de Muertos, los sabores se convierten en un puente entre los vivos y quienes ya partieron. En ese espíritu, Limosneros, restaurante emblemático del Centro Histórico de la CDMX, reconocido por segunda ocasión en la Guía Michelin 2025 y galardonado con una copa Wine Spectator, presenta un menú degustación que celebra la tradición, la memoria y los aromas de temporada.
Bajo la dirección de Juan Pablo Ballesteros y la creatividad del chef Atzin Santos, el restaurante reinterpreta el ritual del Día de Muertos desde la cocina contemporánea mexicana, con un hilo conductor que une historia, sensibilidad y una profunda conexión con los ingredientes del territorio.
Flores, maíz y memoria: la alta cocina del Día de Muertos
El recorrido comienza con pequeños bocados que despiertan recuerdos: una croqueta de esquites, un totomoxtle y un canutillo de maíz con pescado curado, donde el maíz —símbolo de vida y raíz de nuestra identidad— marca el inicio de la travesía.
Luego aparece el uchepo, esa joya michoacana reinterpretada con cuitlacoche, espuma de queso y ceniza de muerto, coronado por pétalos de cempasúchil, flor que ilumina el camino de las almas en su regreso.

Los frijoles de la olla con ayocote, hoja santa y panza de cerdo evocan el abrazo de las cocinas familiares; mientras que el taco de barbacoa de conejo, acompañado de setas, salsa borracha y flor de cilantro, rinde homenaje al acto de compartir, al fuego que reúne y al sabor que une generaciones.
En el corazón del menú, el mole negro oaxaqueño con costilla de res se alza como la gran ofrenda. Su profundidad y complejidad honran siglos de historia, mientras el puré de chirivía verde aporta un contrapunto delicado, casi poético.
Para cerrar, el esperado pan de muerto llega acompañado de helado de azahar y mandarina, una combinación que celebra la dulzura de la memoria y el gozo de estar presentes.
Cocina, memoria y amor: la ofrenda según Limosneros
“En Limosneros creemos que cada plato puede ser un puente entre la memoria y el presente. Día de Muertos nos recuerda que la cocina también es un acto de amor y de permanencia: un ritual para celebrar a quienes deseamos volver a abrazar, aunque sea por un instante”,
— Chef Atzin Santos.
Cada detalle del menú rinde homenaje a la tradición, pero desde una mirada contemporánea: los ingredientes de temporada, las técnicas artesanales y la narrativa visual del plato invitan a vivir la ofrenda como experiencia sensorial.

Así, Limosneros convierte la mesa en un altar donde los aromas de maíz, cacao, hoja santa y cempasúchil dialogan con la modernidad, recordándonos que en México la vida y la muerte se celebran siempre con sabor.
La experiencia: fechas y precios
El menú degustación del Día de Muertos en Limosneros estará disponible del 29 de octubre al 3 de noviembre de 2025.
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Precio por persona: $1,480 MXN
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Maridaje opcional: $950 MXN
El maridaje, cuidadosamente seleccionado, realza cada nota del menú —como si cada sorbo también formara parte de la ofrenda—. La experiencia promete ser un viaje sensorial por la memoria, la tierra y el tiempo.
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Limosneros: tradición viva en el corazón del Centro Histórico
Ubicado en una casona del siglo XVI, Limosneros se ha consolidado como uno de los referentes más sólidos de la gastronomía mexicana contemporánea. Su propuesta celebra el origen, respeta el producto local y rescata las historias detrás de cada ingrediente.

En este Día de Muertos, el restaurante invita a todos a la mesa para recordar que la cocina también es un acto de amor y permanencia, una forma de encender la memoria con sabores que trascienden el tiempo.

