Santa Salut: la Reina del Groove y una guerrera del rap
Santa Salut es una de las voces más poderosas del hip-hop contemporáneo. Nacida en Sabadell en 1998, bajo el nombre de Alba Rupérez, conjuga las rimas del rap de vieja escuela con ritmos como el trap, el dancehall y el reggaetón.
La carrera de Nefi en el rap: México, Uruguay y las batallas escritas
Platicamos sobre su incursión en la música, además de Queens of Groove (2025), su más reciente disco.
Ver esta publicación en InstagramEste video te puede interesar
¿Cómo empezaste en el mundo de la música?
Siempre me ha gustado. Me fascina el mundo del hip-hop y todo lo que forma parte de él. Empecé a ir con mis amigas a ver batallas de improvisación y lo empezamos a hacer en broma entre nosotras. Pero mis amigas me decían: “Se te da bien”. Una incluso me decía: “Yo te entreno”.
Un día estaba en casa, me puse una base… y fui rimando. Me lo pasaba muy bien con mis amigas grabando videoclips, yendo a grabar.
Estaba escuchando “Libre” y, por otro lado, “La presión”. Me parecen dos canciones muy representativas, porque una habla de ese despegue, de esa esperanza, de ese juego con el que inicia una persona en la música; y la otra es el “ya se logró”, ya estoy dentro, pero con una presión gigantesca encima.
Exacto. Todo tiene su parte mala… o cargante. Estaba hablando de mí en esas canciones. La verdad es que es un disco bastante introspectivo. Ves ahí dos sentimientos contrarios, pero que conviven. De eso va ser humano. Es normal.

La batalla tiene como objetivo agredir a la otra persona, pero estamos en una época en la que se privilegia que no haya conflicto, que prive el respeto. ¿Cómo ves esto?
Yo no participaba, yo sólo miraba. Me daba vergüenza (risas). Ahora hubiera participado, pero ya pasó el tren.
Y como espectadora, ¿cómo veías ese asunto de que es parte del juego agredirse, pero hoy no está bien visto burlarse del otro?
A ver, sé que forma parte del juego, pero puntuaría más cuando alguien improvisa sin atacar al otro ni decir barbaridades. ¿Qué es barbaridad, al final? Bueno, sí, se puede medir un poco.
V Rod: ¿Estás listo para el Porn-Trap?
¿Te gustaba leer en aquella época?
A ver, te puedo explicar lo que leo ahora, porque en esas épocas leía sobre todo a Agatha Christie, me ha gustado siempre. De niña, los típicos libros infantiles de Geronimo Stilton. Y lo que me ponían en el cole también me gustaba leerlo. George Orwell también.

Tú no te vas por la rima fácil. Haces rimas complejas, más estilizadas de lo común. ¿Sientes que toda esa prosa que consumes alimenta tu pluma?
Claro, eso es gimnasio para el cerebro: leer, ver pelis, escuchar música, fijarte en lo que pasa… gimnasio total.
Y otra cosa importante es que, a medida que te vuelves más popular, con más giras, responsabilidades y horas en el estudio, vas perdiendo horas de calle. Ya tienes menos tiempo para estar en la calle observando lo que pasa.
Creo que lo que hago ahora es un poco menos político, porque cuando escribía sobre manifestaciones o eventos políticos en Cataluña era una época de mucha revuelta. Mi día a día era militando mucho. Ahora voy menos, claro, porque no tengo tanto tiempo. Y porque nos hacemos mayores: ya no se puede. Pero siempre que puedo, callejear por Barcelona es una locura; Madrid también es un planazo.
Ahora estoy más tranquila, puedo “introspeccionar”, cosa que a los 16 años… pues no tanto.

¿Cómo vives y compartes la ideología feminista con la gente que te sigue, con quienes quieren escuchar lo que dices?
Estamos todos en el mismo bando. Me aplauden por estar ahí representando, mostrándome y no achicarme.
¿Consideras que el hecho de que estés logrando lo que está pasando con tu música le dice a una niña que ella también puede?
Claro que sí. Sí, sí.
Las raperas más bellas y peligrosas de varios países
¿Te pasó a ti cuando eras niña? ¿A quiénes veías?
Claro, de ver chicas rapear y decir: “Dios, yo también quiero”. En las batallas, alguna chica. Luego Mala Rodríguez, todas las raperas de Norteamérica, no sé… la Nicki.

Cuéntame un poco sobre la producción, las canciones y cómo se dan las colaboraciones en tu música.
Producimos todo en Buenos Aires y teníamos clara la dirección: ubicar el disco en los 90 y principios de los 2000.
Hoy día que haces música, ¿qué tanto tiempo dedicas a escuchar? ¿Sigues disfrutando escuchar música?
No, no. A mí me encanta escuchar música. Me paso el día escuchando música. De todo. Estaba escuchando Giveon, Kehlani; rap a tope también. Mucha electrónica porque ahora estoy pinchando, así que busco canciones. En SoundCloud voy escuchando drum and bass últimamente. Me gusta mucho Usher, Lil Wayne, yo qué sé… de todo.

¿Qué tan conectada estás con el hip-hop y la cultura del rap en América Latina?
Es un territorio muy extenso y… sí, aunque se vive diferente en cada país, se vive igual en ciertas formas. Es una red. Si tienes la suerte de formar parte y viajar tan lejos, es muy fuerte.

