Por Rodrigo Álvarez
@ralvmed
Si eres de esos que se la pasa en el gimnasio o mejor aún, practicas yoga, esta postura puede ser una buena opción para experimentar, pero si no cumples con esas características mejor ni le muevas, porque lo único que vas a obtener es una lesión en la espalda.
Sobre la cama o en el suelo —de preferencia por la firmeza—, te acuestas de espalda y después te levantas con los brazos y las piernas hasta formar un puente.
Ella se montará en ti y si puede se apoyará en el piso para atenuar un poco el peso y no lastimarte.
Ella tendrá que hacer todo el trabajo y mostrar toda su creatividad, llevando el ritmo, dando vueltas y haciendo todo lo que crea pertinente.
Para ella será súper excitante porque la penetración será muy profunda y placentera, para tí será igualmente gratificante y una sensación distinta entre placer, cansancio y hasta un poco de dolor.
Por su grado de dificultad, complejidad y por el esfuerzo que requiere, esta postura es recomendable para el juego previo y la experimentación, ya que suele ser muy cansada.
La ventaja de esta postura es que puede prender mucho a tu pareja y así tu, puedes terminar el encuentro en una posición mucho más cómoda con una amante a punto y agradecida.
Una vez más, es importante decirte que si no estás en forma lo mejor será buscar otra alternativa o variante, como quedarte acostado y no hacer el puente como tal, pues si lo intentas sin estar preparado te puedes lastimar seriamente.
(Foto: Ilustración Vecteezy.com Creative Commons)
