“Me dijeron que estaba loco”: Andy Piller, CEO de 70000 Tons of Metal
Andy Piller “The Skipper” tiene algo en común con Charles Bukowski. Bebe alcohol porque ninguna historia interesante comenzó con alguien que se comió una ensalada.
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Le pregunto al CEO de 70000 Tons of Metal cómo tuvo la idea de lanzar al océano un crucero de lujo en el que se presentaran decenas de grupos de metal y después de reírse me revira la pregunta: “¿Sabes cuántas estupideces, pero también ideas geniales comienzan con un trago?”.
Andy Piller, “The Skipper”, CEO de 70000 Tons of Metal. Foto de Román Gómez.
La primera vez que volteó a ver un muelle en Vancouver y dijo, con la lengua adormecida por la cerveza, “Deberíamos rentar uno de sus cruceros y organizar un festival de heavy abordo, sonó como una estupidez. Sí. Aunque 16 años más tarde, cuando lo tengo delante, sobrio pero con el entusiasmo intacto desde que echó andar su marca, parece una idea brillante.
La jaqueca y la idea de hacer un crucero de heavy metal
Los números no mienten. Desde su primera edición, cuando el crucero 70000 Tons of Metal partió de Miami el 24 de enero de 2011 con destino a Cozumel, con presentaciones a bordo de más de 40 agrupaciones como Amon Amarth, Blind Guardian y Dark Tranquility, ha colgado el letrero de sold out. Hasta la fecha se ha celebrado en 11 ocasiones. Sólo la pandemia de Covid pudo interrumpirlo en 2021.
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“Al otro día de esa borrachera, en la que por supuesto mis amigos dijeron que estaba loco de remate, desperté un dolor de cabeza atroz, pero también con la misma idea en la cabeza: hacer un festival a bordo de un barco”, relata.
Andy Piller, “The Skipper”, CEO de 70000 Tons of Metal. Foto de Román Gómez.
Tardó cuatro años más en hacerse a la mar. Lo primero que hizo Andy “The Skipper” fue trazar un plan de negocios y después, montarse en un crucero. Porque de conciertos de heavy sabía mucho, había sido promotor, stage manager y booker, pero de barcos nada.
“Lo más complicado fue encontrar gente que quisiera invertir en mi idea. Porque se trataba de millones de dólares”.
“¿Metaleros? Esos greñudos van a hundir el barco”
Le dieron con varias puertas en la cara. Gente que repetía lo mismo que sus amigos le habían dicho en aquella tarde de tragos. ¿Un crucero lleno de headbangers? Seguramente alguien saltará por la borda, se ahogará o en el peor de los casos hundirá el barco.
Pero The Skipper se salió con la suya. Primero con The Majesty of the Seas, que de 2011 a 2014 albergó el festival. Después, en 2015 fue Liberty of the Seas y finalmente, desde 2016 y, hasta hace poco, 70000 Tons of Metal tiene como sede el Independence of the Seas. Actualmente se realiza a bordo del Freedom of the Seas.
“En realidad, este barco pesa más de 150,000 toneladas de metal, pero ni modo que le cambiemos el nombre a estas alturas, ¡hay gente que ya se lo tatuó!”.
El CEO que hace la seña de Dio
El CEO de la marca, quizá uno de los pocos que llevan la melena por debajo de los hombros, se viste por completo de negro y hace a la cámara la seña de los cuernos popularizada por Ronnie James Dio, define a su festival como “La Organización de Naciones Unidas del heavy metal”. Las nacionalidades que con más regularidad consumen la experiencia están Estados Unidos, Alemania, Canadá, Suiza y México. De ahí que él se encuentre en nuestro país.
El origen de la señal de los cuernos, el maquillaje y la palabra Heavy Metal
Entre los grupos que ya confirmaron su presencia para la edición de 2024, que zarpará el 29 de enero desde Miami a Puerto Plata en República Dominicana, para regresar a Florida el 2 de Febrero, figuran Angra, Crypta, Epica, Nervosa, Lord of the Lost y Nanowar of Steel. Van 15 y serán 60 en total. Los boletos para 70000 Tons of Metal ya están disponibles en su página.
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Un moshpit en alta mar
Los metaleros son gente normal, enfatiza Andy. El CEO de una empresa importante o la gerente de marketing de una marca de lujo podrían ocultar un tatuaje de Baphomet debajo de su traje sastre. De ahí que las amenidades que se ofrecen a bordo son las mismas que para cualquier crucero de lujo: comida gourmet, menús veganos, los mejores destilados, albercas y spa.
El plus lo representa la oportunidad de hacer un moshpit en alta mar.
“Antes de realizar el primer 70000 Tons, visité cerca de 13 cruceros. Los promotores querían mostrarme los camarotes, los restaurantes y a mí sólo me preocupaba poder desmontar los asientos de los teatros. Claro, porque los teatros de los cruceros tienen asientos y esto se trataba de un concierto de heavy”.
Andy continúa: “Así que al final me embarqué con un grupo de trabajadores que prácticamente disfrutaron de vacaciones pagadas hasta el último del crucero, que fue cuando ya no habría función en los teatros y entonces ellos tendrían que desmontar las butacas”.
No hay VIP ni Backstage en 70000 Tons of Metal
Andy Piller “The Skipper” concluye compartiendo lo que a su parecer hace de 70000 Tons of Metal un festival diferente, independientemente de que se realice en altamar.
“Aquí todos son VIP. No existe el backstage. No importa que tengas una cabina de las económicas o un camarote de lujo. Todas las personas, incluidos los músicos, tienen que entrer por la misma puerta y pasar los mismos filtros de seguridad. Así que te acostumbres que quizá un día te sientes a tomar a una cerveza en el bar y junto a ti esté alguien a quien sólo veías en televisión o en la fotografía de una revista”.
Ya quedamos que como Bukowski y el CEO de 70000 Tons of Metal nos demostraron: hay que beber alcohol porque ninguna historia interesante comienza con alguien comiéndose una ensalada.
