La religión que atrapa cinco nuevos usuarios por segundo
NADA PUDO HACER EL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS PARA PONER CONTRA LA PARED A MARK ZUCKERBERG.
“El presidente ejecutivo de Facebook Inc., Mark Zuckerberg, enfrentó diez horas de preguntas de cerca de 100 legisladores estadounidenses durante dos días de audiencias, de las que salió prácticamente indemne y considerablemente más rico”.
Dustin Volz y David Ingram escribieron a mediados de abril de este año en el hilo de noticias de Reuters lo anterior.
Y continuaron narrando: “El ejecutivo eludió las consultas respecto a cuánto control tienen las personas sobre sus datos en la red social más grande del mundo, al tiempo que evitó verse arrinconado para apoyar nuevas regulaciones gubernamentales.
“Las audiencias que finalizaron el miércoles no revelaron un consenso entre los legisladores estadounidenses sobre el tipo de legislación de privacidad que podrían aplicar, si es que lo hacen, y tampoco un cronograma para tomar acciones”.
Mark Zuckerberg, si ustedes todavía no lo sospechan, es el joven que está detrás de su adicción a Facebook, la red social que más de 2 mil 130 millones de personas utilizaban al cierre de marzo de este año. Una necesidad que se incrustó en la mente de muchos, a un ritmo de cinco nuevos perfiles por segundo. Y una necesidad que reguladores tradicionales quieren bloquear, aunque no saben todavía cómo.
Es cierto, los que trabajan en Facebook hoy, a diferencia de hace algunos años, son jóvenes soberbios y groseros que se sienten íntimos de Zuckerberg como cubiertos por un halo de inteligencia que sienten que absorben nomás por estar en sus oficinas alardeando.
Pero Mark, a diferencia de sus seguidores-fans-empleados, sí es un genio incomprendido por los mayores. Cuando tecleo estas líneas, él tiene 33 años, sigue hablando como bajo el influjo de las anfetaminas en exceso y tiene el control de las masas y las agencias de medios que distribuyen la publicidad de este lado del planeta.
Las autoridades europeas quieren sentarlo desde hace años para frenar su avance. Los estadounidenses lo hicieron hace poco, tuvieron como pretexto el escándalo de Cambridge Analytica para citarlo a testificar, como recuerdan los reporteros de Reuters, durante diez horas.
Nada le hicieron. Nada le sacaron. A nada lo comprometieron.
Su empresa, mientras tanto, continúa creciendo, a un ritmo de cinco nuevos usuarios por segundo. Y sus empleados, continúan siguiendo sus órdenes de conquistar el mundo, moviéndose rápido, rompiendo cosas.
Hoy es visto un poco como el sucesor de Steve Jobs, ante los silencios de Elon Musk (Tesla) y Jeff Bezos (Amazon). Y así como son de cursis los gringos, las frases de Mark sirven hasta para crear tarjetas de regalo, o para darle a las masas inspiración.
“Los éxitos más importantes se consiguen cuando existe la posibilidad de fracasar”.
“Cualquiera que tenga iniciativa, será siempre criticado por ir demasiado rápido porque siempre hay alguien que quiere que caigas”.
“Es muy bueno ser un idealista, pero debes estar preparado para ser incomprendido”.
“Todo lo que hagamos planteará problemas en el futuro, pero eso no debería echarnos atrás”.
¿Cursi? ¿Tierno? ¿Genio?
Hoy, líder de masas…
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