Ian Hill: de su visita a México y 50 años de Judas Priest
En la actualidad, Ian Hill es el único integrante de Judas Priest que ha aparecido en todos los álbumes de estudio de la agrupación británica.
El próximo 04 de mayo, Judas Priest visitará México para presentar el disco “Invincible Shield” en la Arena Ciudad de México. Bajo el concepto “Monsters of Rock”, se acompañará por los suecos Opeth, quienes a su vez traen a México el disco “The Last Will and Testament”.
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Platicamos con Ian Hill acerca de esta visita a México, del lanzamiento del disco y otros pormenores del mundo del heavy metal.
50 años después, ¿qué mantiene la llama de Judas ardiendo?
Básicamente, que nos la pasamos bien. Cuando has hecho algo durante 50 años, esto se vuelve parte de ti. Llega un momento en que lo haces de manera automática. Si te pasan un instrumento, tu instinto será querer tocarlo.
Es la razón por la que lo hacemos, por la que grabamos música. Disfrutamos cada minuto que pasamos haciendo música. No es que tengamos que hacerlo, pero lo hacemos porque lo disfrutamos y por los fans. Si ellos han estado apoyándonos durante tantos años, se lo debemos.
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Lo más sencillo es que viajar tocando siempre lo mismo, pero ustedes se dan tiempo de hacer un disco nuevo como “Invincible Shield”, ¿de dónde brotan las ideas?
Si no lo hiciéramos, la gente se aburriría. Y nosotros también nos aburriríamos si no escribiéramos nuevas canciones. Tuvimos cuatro o cinco meses de vacaciones después de terminar la gira por Japan, así que nos pusimos a escribir música. Siempre pensamos que debemos movernos en la dirección que apunte a un nuevo disco y si no es mejor que el anterior, por lo menos que sea distinto. Es lo que amamos.
En 50 años, Judas ha pasado por momentos realmente complicados, ¿ha sido doloroso dejar ir a algunos de tus compañeros?
Claro, son situaciones que me dejan sin aliento. Fue especialmente duro cuando Rob nos dejó. Pudimos haberlo evitado, pero al final sucedió, y los dramas tuvieron lugar, es innegable. Después K.K. también se fue, hace 13 o 14 años.
Después, Glenn enfermó de algo tan terrible como el Parkinson, que le impidió seguir yendo de gira, por lo que llegó a nosotros Andy Sneap, que definitivamente está haciendo un gran trabajo.
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Todo esto es terrible, muy decepcionante, aunque la parte más reconfortante es que cada nuevo integrante que se suma a Judas, acaba por ser “absorbido” por la banda. Si escuchas ‘Invincible Shield’ y, luego pones atención, por decir algo, ‘Pain Killer’, definitivamente suena como la misma banda. Richie, como te decía, lleva como 14 años. Él comenzó tocando las partes de K. K., pero después fue influyendo la forma en la que él hace música y en las canciones que ha escrito para nosotros en todos estos años.
Lo mismo pasa con Andy, obviamente está tocando las partes de Glenn, pero la final, después de tantos años y tantas cosas que hemos atravesado, somos el mismo grupo. Los fans saben cómo sonamos.
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Antes de saltar al escenario, lo que se escucha en el audio local es ‘Warpigs’, de Black Sabbath, ¿qué sentimientos te genera el que será el último disco de Black Sabbath?
Sí, de hecho nos pidieron que participáramos, éramos los primeros en la lista. Pero nos convencieron para otro aniversario, el de los Scorpions. Este 2025 cumplirán 60 años. Y hace unos meses, Aussie Hoppy, el gran promotor alemán, nos dijo: “Tienen que venir a tocar con Scorpions”, y sí porque nuestros primeros conciertos en Europa fueron con ellos.
Recuerdo haber tocado en 1973 en el Zoom Club, en Hamburg, con Scorpions. Así que repetir con ellos será increíble. Y esa es la razón por la que no pudimos hacer lo de Sabbath, pero también queríamos ser parte del festejo de Scorpions.
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La noche en que Judas fue presentado en el Salón de la Fama del Rock and Roll, Rob pronunció un discurso muy emotivo, ¿cómo fue esa noche para ti?
Tengo que reconocer que no estaba muy seguro de ello, por lo menos hasta que llegamos. Me la pasaba pensando: ‘¿de verdad necesitamos esto?’ El metal ha sido continuamente ignorado por este tipo de instituciones, como los Grammy, por ejemplo.
Hasta que llegamos y comencé a mezclarme con toda esta gente. Porque ahí estaban Lionel Richie, Dolly Parton y Duran Duran, entre otros. Había raperos, músicos de jazz y poco a poco me fui contagiando de esa sensación de comunidad, de fraternidad, como si perteneciera a un club muy exclusivo. ¡Por que muchas de esas personas fueron mis ídolos!
La responsabilidad del metal es dejar huella, porque hay bandas que llevan mucho tiempo activas, y si han perdurado es porque lo han hecho bien… Black Sabbath, Ozzy, nosotros votamos por ellos, por Iron Maiden, porque de eso se trata.
Pero sabemos cómo funciona, son mucho más afines hacia los sonidos más suaves. Digo, Dolly Parton estaba ahí. Ya no se trata solamente de rock, se han ido abriendo hacia otros géneros. Pero al final, me complace que hayamos estado ahí.
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Rob y tú tienen una relación de amistad y hasta de familia que trasciende a Judas Priest, pero muchos de sus fans pueden tener la misma, después de 50 años. ¿Eres consciente de lo importante que puede ser tu banda para las personas?
Es algo en lo que no suelo pensar, hasta que alguien lo menciona. Hasta que alguien te cuenta que nuestra música lo ayudó a superar algo. Pero de otra forma no te percatarías, porque sueles ser demasiado autoindulgente con lo que haces. Se siente muy bien cuando nos dicen que por nuestra influencia, alguien tomó un instrumento o aprendió a cantar.
También están los fans que nos han acompañado desde el día uno. ¡Hay quienes viajan y le dan la vuelta al mundo para vernos tocar! A veces pienso: ¿por qué rayos lo hacen? ¿No deberían estar trabajando?
Conozco a un tipo que nos ha visto en Japón, pero también en Brasil, Argentina y México. Siempre nos promete que estará en el próximo concierto y sabes qué, Dios lo bendiga.