Hiyoko, el spot de Little Tokyo que debes visitar

Si algo distingue a la comida japonesa es su carácter ritual. Es imposible no recordar la escena de Karate Kid 2 en la que un Daniel Larusso adolescente es iniciado en la ceremonia del té por Kumiko. Arrodillados delante de la mesa y en silencio, se entregan a la elegante coreografía de la preparación para terminar obsequiándose un beso.
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Para relajarte en Little Tokyo
Ese mismo espíritu rodea la atmósfera de Hiyoko. Desde afuera, el restaurante pasa desaparecibido. Se camuflajea con la arquitectura. Pero ahí radica uno de sus valores. Es pequeño, íntimo y acogedor. Cuenta con un estacionamiento para bicicletas, porque se ubica sobre Río Pánuco en la colonia Cuauhtémoc, un vecindario presto para ser explorado desprovisto de motores. De hecho, a la zona se le conoce como Little Tokyo, por la deslumbrante oferta gastronómica que la caracteriza.
Al interior de Hiyoko se extiende una barra minimalista. No es el sitio para venir en grupos grandes o en el que se busca una mesa fondo. Si bien desprende un ambiente de privacidad, al final los comensales forman parte de un mismo grupo que se acomoda de manera lateral el uno al otro.
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La elegancia radica en su economía. Ofrece un descanso visual a quienes buscan escapar de la estridencia de la urbe. Hay que agradecerle a Edo Kobayashi el esmero puesto en la creación de la atmósfera.
Pero la música se mantiene a un volumen moderado, apacible, lo que garantiza sostener una conversación a volumen agradable.
Las especialidades de la carta
Su especialidad es el yakitori, una técnica culinaria ancestral nipona que se concentra en la preparación de brochetas en las que se mezclan ingredientes propios de la gastronomía de ese país. Lo mismo puedes probar una de las partes más conocidas del pollo, que aventurarte —si eres de paladar arriesgado— a saborear algunas vísceras. En lo personal, recomiendo la de hígado, molleja y pescuezo de pollo.

Hiyoko basa su gastronomía en el yakitori, una técnica culinaria ancestral nipona que se concentra en la preparación de brochetas.
Sin duda, la recomendación no es visitarlo en plan de negocios, ni mucho menos para celebrar de manera ruidosa. Por el contrario, resulta ideal si se quiere disfrutar de una experiencia en pareja o para que la comida sea mucho más que sólo disfrutar de las viandas. Desde la barra se puede disfrutar del espectáculo de a preparación de cada detalle, en la que los colores, procesos de corte e incluso los momentos en que el humo hace su aparición, se convierten en reels y posteos que uno no se resiste a compartir en las redes sociales.
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Una comida completa en Little Tokyo
Pero volviendo a esos musts que no puedes pasar por alto, el Teishoku es uno de ellos. En una charola, te presentan un arroz gohan, una sopa miso y un platillo principal acompañado de una guarnición de encurtidos que cambia diariamente. Hay que señalar que la riqueza de sus platillos se fundamenta en la calidad de los ingredientes. Por ejemplo, el pollo orgánico proviene de Kobayashi Farm, criado sin hormonas ni antibióticos, lo cual se percibe desde el primer y hasta el último bocado.

Si pides Teishoku, disfrutarás en una charola, de arroz gohan, una sopa miso y un platillo principal acompañado de una guarnición de encurtidos que cambian diariamente.
Vino, sake y cerveza
En lo que respecta a las bebidas, la oferta abarca vinos mexicanos e internacionales, así como una extensa variedad de sake, que en lo personal considero que es una de las recomendaciones de base, aunque para los beerlovers como quien escribe no realizar un recorrido por las cervezas japonesas resultaría una falta imperdonable.
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A Hiyoko hay que asistir sin prisa, con la voluntad de alargar cada minuto de la experiencia y tomarse el tiempo de drisfrutar del proceso de preparación de cada alimento, sumado a la concentración que nos exige vivir el presente. Sí, porque sin pretender que venga uno a meditar, el restaurante sí necesita de nuestra atención y vivir el presente para gozar de su grandeza. Es, como dije al principio, algo muy similar a la ceremonia del té de la que participa Daniel Larusso en la película. Pero en el Little Tokyo de México.
¿Dónde?
Río Pánuco 132,
Planta baja, Cuauhtémoc.
Horario: lunes a sábado, de 12:30 a 23 horas