Evento de la Bota: Vino, Música y Gastronomía

El fin de semana pasado se llevó a cabo la cuarta edición del evento de La Bota en Ensenada Baja California, celebrando el aniversario de Decantos Vinícola de la mano del productor Alejandro Granados y el enólogo Alonso Granados.
¿Por qué la Bota? Literalmente, al llegar al evento te reciben con una bota artesanal la cual contiene un litro del mejor vino de la casa mismo que, como su nombre lo dice, se basa en la decantación, haciéndolo único en su método de producción.
Al ingresar a las entrañas del evento la mezcla de deliciosos olores nos penetraba para darnos la bienvenida junto a un imitador de Freddy Mercury bañado en bronce seguido de una arlequín que más que causar risa fue el detonador de grandes sustos de los asistentes.
Sin embargo, no fue motivo suficiente para perder la atención en el paisaje, pues ante las decenas de hectáreas de plantación, el sol apuntaba a la Sierra Blanca de Ensenada, misma que lo recibió con una gran puesta más tarde.
El único requisito para asistir era vestir de blanco y acompañar el outfit con una paliacate rojo que hacía el match perfecto entre labiales carmesí y humanos irreales, sacados de un catálogo de SAKS en plena pamplonada.
La música corrió a cargo de La Libre Orchestra DJ, quien sin problemas podía pasar por un doble de James Franco al mismo tiempo que controlaba los beats que nos hacían pasar los tragos de merlot con mayor facilidad para recibir a La Orquesta Filarmonía de Baja California quien, junto a The Trippers deleitó a la audiencia con un tributo a Queen y clásicos que abarcaba los tan entrañables años 70 y 80.
Como era de esperarse, un buen vino no se podía degustar sin el acompañamiento de lo mejor en gastronomía en Ensenada: Drew Deckman (Conchas de Piedra), Diego Hernández (Corazón de Tierra), Javier Plascencia (Erizo), David Castro Hussong (Fauna), Miguel Bahena (Madre), Roberto Alcocer (Malva), Angelo Dal Bon, David Salgado (DS Catering Kitchen) y Carlos Medina (Bistro Decantos) fueron solo algunas de las cabecillas que satisficieron nuestro paladar detrás de platillos como la Paella, Coctéles, Tacos de Camarón y Ostiones en su concha.
El glamour comenzaba a quedar en segundo plano y ahí iba el primer caído, un chico a quien sus compañeros no abandonaron y ayudaron a caminar con dificultad en cada paso sobre sus Domit.
La luna yacía sobre la Sierra cuando cambiamos a los clásicos por los beats lentos que pusieron a más de uno a mover las caderas hasta el piso sin una gota de sudor, pues el clima estaba a nuestro favor soplando olas de viento fresco sobre nuestros rostros. El baile fue interrumpido por Los Mariachis de Ensenada quienes fueron el cierre perfecto de este gran evento que aunque satisfechos, esperamos con ansia una quinta edición.