A lo largo del tiempo, nuestros ancestros nos han enseñado que su legado sigue entre nosotros. Sus huellas han sido pasos firmes para la construcción de lo que hoy en día somos.
A 65 kilómetros del río Champotón sobre el Valle de Edzná, en Campeche, se encuentra una zona arqueológica que nos demuestra el poderío de la civilización maya, una ciudad que cobijó aproximadamente a 20 mil habitantes y del cual, las primeras evidencias remontan al 400 a. C
Fotografía: Jafet Gallardo
La torre principal, así como sus demás estructuras administrativas, religiosas y habitacionales, son muestra de la fuerza de aquella época. Basta cerrar los ojos e imaginar las ceremonias de sacrificio en las que el emperador desde la torre de 5 pisos en la Gran Acrópolis, daba su discurso a todos los pobladores de la ciudad.
Juan Manuel, nuestro guía, nos contó que una de sus principales características, era su sistema hidráulico, donde el agua de lluvia llegaba a depósitos artificiales llamados Chultunes que abastecían a toda la ciudad.
Fotografía: Jafet Gallardo
Las 10 edificaciones que hoy son parte de este centro arqueológico nos incitan a descubrirlo uno por uno, desde la Plaza Principal, el Templo Sur y la Acrópolis, hasta el Juego de Pelotas, la Gran Acrópolis, la Vieja Hechicería y el Templo de los Mascarones, donde apreciamos 2 rostros del dios solar, uno más joven que el otro, con algunas malformaciones como estrabismo, narigueras, orejeras y tocados zoomorfos.
En aquellos tiempos las malformaciones genéticas eran veneradas y se consideraban especiales (casi divinidades) a aquellas personas que nacían con esas características.
Fotografía: Jafet Gallardo
Es tiempo de que descubras esta maravilla de México y visites la zona arqueológica de Edzná, camines por lugares donde cientos de generaciones atrás, lograron levantar y prosperar en la tierra de Campeche.