¡Oooooh la libertad! Esa sensación de relajamiento que sólo la desnudez nos puede aportar. De hecho, algunas de las mejores cosas que nos pasan en la vida suceden mientras estamos desnudos. Dormir así es también una de ellas.
Y es que aunque estudios revelan que cada vez un menor porcentaje de personas opta por dormir al natural, cuando en realidad esa práctica es beneficiosa. En Estados Unidos, por ejemplo, hasta 75% de las personas usan un pijama para dormir, cuando apenas un 8% lo hace como Dios lo trajo al mundo.
La cosa es que pernoctar desnuda, aún sin una conejita al lado, puede contribuir a mejorar tu sueño, reducir la grasa abdominal (en serio) y aumentar tu confianza. También dormir desnudo con la pareja genera efectos muy positivos para ambos, como la liberación de oxitocina, una hormona asociada con el incremento en el deseo sexual y la disminución del estrés. También puede ponerlos a ambos en humor para tener sexo al incrementar el deseo mutuo.
Así que ya sabes, no dejes que la ropa se interponga entre ti y una mejor vida nocturna. Libérate y disfruta las bendiciones del ser un ser desnudo.