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¡QUÍTATE LA ROPA PARA CONVIVIR! LA SOCIEDAD DEL DESNUDO

Por: Jafet Gallardo 20 Ene 2020
DESDE ENERO DE 2016, MÉXICO TIENE LEGALMENTE SUS PRIMERAS COSTAS PARA EJERCER EL NUDISMO OPCIONAL: PLAYA ZIPOLITE Y PLAYA DEL […]
¡QUÍTATE LA ROPA PARA CONVIVIR! LA SOCIEDAD DEL DESNUDO

DESDE ENERO DE 2016, MÉXICO TIENE LEGALMENTE SUS PRIMERAS COSTAS PARA EJERCER EL NUDISMO OPCIONAL: PLAYA ZIPOLITE Y PLAYA DEL AMOR (POCHUTLA, OAXACA), ADEMÁS DE UN PRIMER FESTIVAL NUDISTA. ¿QUÉ SIGNIFICA ESTE HECHO HISTÓRICO? ¿PODEMOS PENSAR EN LA VIABILIDAD DE UNA SOCIEDAD QUE MARCHE AL NUEVO SIGLO SIN PRENDAS QUE LE ESTORBEN?

POR ELIZABETH SANTANA @ELIXMORGANA

Juan Castañeda es el director de la Federación Mexicana de Nudismo, un gremio que reúne alrededor de 60 personas organizadas ante un notario público, para promover el nudismo social y familiar (sin contenido sexual). El registro de este grupo data de 2011, pero para constituirse trabajaron un año y medio antes, aunque se sabe que desde 2001 ya se realizaban reuniones de este tipo en México.

Castañeda explica que hay varios tipos de nudismo. “El privado que es cuando estás solo o te bañas, el político es usado como un medio de protesta, en la mercadotecnia o pornografía se utiliza para vender, y nosotros nos deslindamos de todos los anteriores porque practicamos el social, que es cuando se da la convivencia de la familia completa. No tenemos restricciones en tener niños o abuelitos con nosotros. Está hecho para que convivamos”.  Si bien no existe un perfil de las personas que conforman este grupo, la mayoría son hombres de clase media de entre 25 y 60 años de edad (se cree que es así porque para las mujeres es más difícil atreverse por la educación que reciben).

“El nudismo es algo que se hace por placer, no nos dedicamos a convencer a la gente, los interesados vienen. Somos un movimiento organizado que da la cara por los nudistas de México”. La federación se dedica a agrupar a los simpatizantes de la práctica y sólo difunde una reunión si se trata de un evento serio y confiable. Su máximo logro es el “Festival Nudista de Zipolite”, que se realiza como una celebración que surge del Encuentro Latinoamericano de Nudismo (ELAN) que asociaciones y federaciones sudamericanas le encargaron realizar a la Federación Mexicana de Nudismo. El ELAN realiza encuentros anuales en sus respectivas latitudes, pero en enero de 2016 decidieron celebrar su reunión en Zipolite.

“Zipolite” tradicionalmente ha sido una playa de nudismo opcional. Pero no existía ley que lo determinara, era una playa tolerada. Pero en 2016 el Presidente Municipal de Pochutla me pidió que fuera a sus oficinas a hablar con él. Posteriormente nos dio la sorpresa de que se reunió con su cabildo y que por unanimidad, declararon a la Playa de Zipolite y la Playa del Amor como playas de nudismo opcional. Un hecho histórico porque ninguna playa en México tiene esta categoría legal. Esto sucedió el 28 de enero de 2016”, rememora Castañeda.

Pensándote sin ropa

Históricamente el uso de la ropa surgió como una necesidad de protegerse del medio ambiente, pero con la llegada del sistema político económico y principalmente con el capitalismo, y la instauración de una lógica cultural, la vestimenta comenzó a tomar matices culturales y morales, explica el antropólogo social Rodrigo Castillo. “Pero cuando estamos desnudos no hay nada, sólo rasgos de nuestra personalidad. Y ante la indigencia surgen los espacios de solidaridad, porque si ya no tienes nada, ¿qué te queda? Tu cuerpo y la posibilidad de tu cuerpo con el otro. Por eso una relación sexual puede ser de profunda unión o muy riesgosa”.

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En términos de lo cultural, el problema del desnudo ya no tiene que ver solamente con implicaciones médicas, biológicas o de seguridad, sino que está bañado por una perspectiva moral. Esto es lo que hace complejo pensar en una sociedad desnuda. “Las sociedades occidentales tenemos una serie de prejuicios en torno al cuerpo que vienen de antes del judeocristianismo pero que con él se consolidaron, un miedo a reconocer nuestro cuerpo y hablar de la sexualidad. Y una correlación directa entre lo desnudo y lo sexual, y lo sexual y lo negativo”.

Rodrigo explica que, biológicamente, las zonas erógenas son donde más se concentra la energía. “La energía sexual es energía creativa, y si la controlas, es otra forma de controlar social y psicológicamente al otro. Instaurando que tu sexualidad es un pecado, el individuo tiene una disociación de su propio cuerpo, y entonces ¿dónde va a buscar esa seguridad si no la tiene en sí? Es lo que depositas con el capitalismo en los objetos y en una idea, como Dios o la Iglesia. La ropa contribuye hoy a una dinámica de poder de distinción. Y la desnudez implicaría ir rompiendo esos elementos y eso es algo que a los grupos de poder y consumo no les conviene”.

Respecto a que haya más practicantes masculinos del nudismo que mujeres, Castillo dijo que es la visión heteronormativa y patriarcal la que delega demasiado poder al hombre y entonces, éste tiene derecho sobre la mujer. En la lógica cultural, el cuerpo desnudo es equiparado al sexo, el sexo es equiparado al pecado, y en el judeo- cristianismo, la mujer es la que peca y el sexo tiene que ser algo de lo privado. Entonces, si una mujer se muestra o se desnuda, y además lo hace en público, está haciendo una triple transgresión. “Primero está transgrediendo el espacio privado que le fue concedido. Segundo, porque el cuerpo es sexo, y el sexo y el cuerpo son del espacio privado individual y ella lo está llevando al espacio público (entonces incluso ella se está empoderando). Tercero, toma la decisión sin la autorización del hombre y le corresponde un castigo”.

Como antropólogo social él ve más allá en el ejercicio de la desnudez, porque al deconstruir el ejemplo anterior, contribuimos a culminar con dinámicas como el abuso sexual o el acoso sexual. “El sistema heteronormativo y patriarcal está viendo que sus espacios de poder se comienzan a reducir, entonces comienza a reaccionar violentamente, se ve acorralado. Pero el empoderamiento de la mujer y del hombre no heterosexual devela el abuso que ha tenido el hombre”.

El hombre que sobrevivió desnudo

“Se me cayeron las uñas y perdí aproximadamente 25 kilos. También se te cae el cabello y se te aflojan los dientes”, me dice Chris Fisher, un hombre que comúnmente se dedica a la pesca comercial y que participó en el reality Supervivencia al Desnudo: Edición Extrema del canal Discovery Networks. La serie consistía en vivir 40 días en la selva ecuatoriana de Colombia sin ropa, comida ni agua junto a otros concursantes. Ésta fue la segunda vez que él participó; la primera vez el reto duró 21 días.

“El nudismo es un tabú que respeto. Si yo pudiera estar desnudo en mi casa lo haría, aunque no se debe cruzar la línea del respeto, no puedo andar en la calle desnudo porque hay niños y vivimos en una sociedad con reglas. Pero es cierto, cuando regresé del programa me costó trabajo volver a vestirme”.

Para preparar su ingreso al programa Chris comió muchas grasas y hasta bronceó su piel para evitar lastimarla. “Dejé de ir al gym para bajar el músculo y subir la grasa, porque es de donde el cuerpo agarra reservas cuando no tienes que comer”. Sin embargo, dijo que desde el cuarto día los cambios fueron evidentes. “La parte más difícil para mí fueron los piquetes de mosco, y no tuve problema con mostrar mi cuerpo porque estoy seguro y contento con él. La gente asocia la desnudez con la intimidad. ¿Cómo vencer esa barrera psicológica para dejar de correlacionarlos? Aquí no había tiempo para pensar en que estaba desnudo, estaba preocupadísimo por sobrevivir. Aunque, bueno, cuando hace frío tu pene se hace pequeño, y es algo que se tiene que acomodar, pero te acostumbras porque tienes que sobrevivir”.

Para él, la desnudez en la selva implicó un tema de riesgo y seguridad como cuidar de no rasgarte la piel con una rama y ver cómo te paras, o si te metías al agua no pescar una infección. En su afán de sobrevivencia dijo que su vida sexual se apagó pese a ver mujeres desnudas. “Ya no tenía una erección por la mañana, tenía que pensar en si iba a comer o a conseguir agua, etcétera. Fue una experiencia tan grande en grupo, que trasciende la relación. Tu vida está en mis manos y la mía en las tuyas, nos convertimos en manada. La sexualidad quedó fuera”. En el caso de las mujeres, explicó que fue más difícil para ellas por un tema de higiene y sincronización de periodo menstrual. “Se escondían para limpiarse e intentaba ser discretas. Y no fue un tema de sangre en el agua con tiburones, fue sobrevivir ante la pérdida de hierro”.

A calzón quitado

Chris concluye sobre una sociedad al desnudo que se trata de una idea muy personal, pues la naturaleza pone al límite la fortaleza física y mental. Cuando él volvió a casa su recuperación constó de dos meses, entre eso, arregló su dentadura, porque aunque no se le cayeron los dientes, sí se le aflojaron y se le dañó el esmalte por comer mango, la única fruta a su alcance en la selva. Y sin embargo, para las televisoras también fue un tabú, pues mientras en Europa la transmisión se hizo tal cual, en Latinoamérica se usó blur en los genitales.

“Pensar en una sociedad al desnudo es algo complejo por tres circunstancias: la cultural, la política-económica y la biológica-ambiental”, señala por su parte el antropólogo social, Rodrigo Castillo. No obstante, desde su perspectiva, las acciones nudistas reflejan una crítica al capitalismo, a ciertas lógicas culturales, además de la reducción del poder del sistema heteronormativo y patriarcal, que va de la mano del empoderamiento de la mujer y del hombre no heterosexual.

Para la psicoterapeuta clínica y corporal, Nidia Gorjón Flores, parece prudente comenzar con el ejercicio del reconocimiento del nudismo y sus agrupaciones porque “es nuestro legitimo y natural derecho a generar y exigir una sociedad incluyente, donde decidir estar con el cuerpo tapado o no, no justifique el que seamos violentados”. De acuerdo con ella, aunque existieran leyes flexibles, el castigo más grande sería la desaprobación moral de la ciudadanía en general, puesto que estamos en una cultura de un doble mensaje que promueve el derecho, pero que cuando está en la práctica es muy reprobada por los prejuicios y el bagaje cultural que tenemos en torno al desnudo y lo que lo implica. Así que, nudistas potenciales, hay trabajo por hacer, pero se vale soñar.

 

 

 

 

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Jafet Gallardo DIGITAL EDITOR Me gusta capturar historias en video y escribir mis aventuras de viaje. El conejito se volvió mi mejor amigo.
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