Star Wars: Episodio IX- El ascenso de Skywalker y la apuesta a la nostalgia de los fanáticos
Star Wars se ha convertido en el gusto común de muchas generaciones; si los tratados de paz entre ellas necesitaran un mediador, la saga creada por George Lucas en 1977 sería una buena opción.
En 1999 una nueva trilogía nos mostraría el origen de uno de los villanos más queridos de la pantalla, la política alrededor de las aventuras que llevaron a Han Solo, Luke Skywalker, la Princesa Leia, Chewie y el resto de los personajes entrañables a las aventuras que nos enamoraron por primera vez. Sin embargo, no todos fueron hipnotizados por esa narrativa.
Este diciembre que da fin a la década también nos trae el cierre de la saga Skywalker, los episodios VII, VIII y IX, que corresponden a lo que sucedió después de que ganaran la batalla nuestros héroes originales —y que fueron producidas ya bajo el mando de Disney, después de la compra de los derechos a George Lucas—, una aventura que inició en 2015. Hubo pérdidas en la ficción y en la vida real, y el camino fue bastante sinuoso y quizá, no llegó a todos a quienes deseaba hacerlo.
El ascenso de Skywalker
Los últimos Jedi nos dejó ante un escenario de poca esperanza y muchas dudas; después de la batalla de Crait, la Resistencia sabe que Rey representa lo más cercano a una salvadora, pero necesita entrenar y perfeccionar el uso de la Fuerza, ya que los intentos de Kylo Ren por atraerla al lado oscuro parece que no cederán, y hay una extraña inclinación por su parte hacia esa dirección, que la reaparición de Palpatine explicará.
Es evidente que J.J. Abrams desea cerrar con un toque bastante claro a la nostalgia y a los fans, pues con el regreso de personajes como Lando Calrissian (Billy Dee Williams) y algunas partes de la narrativa, muestran incluso de manera condescendiente guiños que hacen que el corazón de los amantes de la saga se apachurre y recuerden viejas glorias.
Estamos frente a la última oportunidad de que la galaxia sea salvada de la Primera Orden, pero cada vez son menos personas quienes están dispuestas a correr el riesgo, por lo que de nuevo la esperanza se verá en la reciente tripulación del Halcón Milenario.
Las batallas, por supuesto, serán espectáculos visuales muy bien logrados, donde la lucha de la protagonista no será solamente contra Kylo Ren, sino con ella misma y los fantasmas que la aquejan desde pequeña, y que desde Crait han crecido en su interior, búsqueda que la llevará a pasajes distintos que no habíamos visto, quizá, desde que supimos el origen de Darth Vader, pues ni el conflicto de Ben fue tan visible.
También podremos ver la exploración de un elemento que no se había llevado al límite del significado que puede tener: el agua, que muestra secuencias que en la narrativa podría ser o no justificada por los más críticos, pero que, sin duda, es un acierto visual. Recordemos que todo lo que está o no, significa.
Por último, no olvidemos que muchos de los elementos de esta trilogía fueron planeados para llevarnos por un recorrido de la memoria de la original, pero que buscó incluir héroes, heroínas y villanos para una generación nueva, con paradigmas distintos a los que les tocó a otras y responde en algunos aspectos a su contexto social (que no puede ser ignorado por el arte), que buscó de distintas formas de incluir a todos en una galaxia que, sin dudas, es así: diversa, nutrida y sí, compleja.
