Silver Rose: se sufre haciendo rock en tiempos de perreo

No es fácil ser rockera en tiempos de perreo. A Carla Sariñana no le da pena decir que el reggaeton no le gusta.

“Es súper complicado. Me han dicho que no sea cerrada, que me abra y no, de plano no entiendo las canciones de reggaeton. A ver, me gusta la cumbia y el R&B, pero al reggeaton de plano no le voy a entrar”.

Para la bajista de Ruido Rosa, pero cantante y guitarrista de su propio proyecto Silver Rose, tal vez se trata de un tema generacional.

A sus 32 años, reconoce, “ya no entiendo a la juventud (Risas)”.

Sweet rock 

Pese a ello, Carla insiste. El 24 de abril dio a conocer Huracán, el más reciente single de un eventual segundo álbum de Silver Rose. Aunque desde que estrenó Caer ya se anunciaban ciertos cambios en su proyecto, ahora quedó patente. Además de que las nuevas canciones están todas en español, ahora prevalece una actitud mucho más pop, con melodías amigables en los que las guitarras distorsionadas ya no son más las protagonistas.

–¿A qué se debe que hayas suavizado tu sonido?

“Siempre he pensado que el rock tiene mil caras. No tienes que ser una stoner para ser rockera. A mí me gustan por igual Black Sabbath y Fleetwood Mac; ambas son igual de rock, según yo. Me agrada desde tocar melodías muy dulces hasta cosas súper heavies. No me puedo clavar en un sólo género dentro del rock, porque si ti dices rockero, ¡te debe gustar el rock! Desde lo dulce, a lo no tanto dulce.

Para dar inicio a esta nueva etapa, Carla perfeccionó su técnica de canto, además de ayudarse de un círculo de amigos, entre los que figuró nuevamente Damián, de Centaurvs, y Johann Daccarett, de Los de Adentro, para realizar los arreglos.

Fuera frustración

Algo que llama muchísimo la atención es la construcción de las letras. Aunque aparentemente provienen de un lugar doloroso (“me dices que soy especial y mi mente empieza a caer/ ¿Por qué será si tú no crees en el amor”, canta en Caer), Carla explica que se deben mucho más a un proceso casi surrealista.

“En realidad yo sólo vocalizo melodías y después empiezan a salir frases y palabras, hasta que de pronto volteo y digo: ¿pero qué es esto? Tal vez la letra no tenga sentido, pero es la forma en la que brota”.

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–El bajo suele ser un instrumento incomprendido. Hay incluso personas que lo confunden con una guitarra, ¿te sentiste alguna vez relegada como bajista?

“Sí, esa fue una de las razones por las que hice Silver Rose. Sentí que no se me apreciaba como merecía y sí, así le sucede a muchos bajistas, cuando en realidad el bajo le da muchísimo a las canciones. Es muy trabajo muy demeritado. A través de Silver Rose me he quitado esa frustración. Me saqué la espinita y confirmé que soy suficiente. Puedo cantar, tocar la guitarra y también el bajo.”