La nueva música satánica es feminista y combativa
La relación entre la música y el satanismo es muy antigua. Una de sus leyendas mejor conocidas es la del guitarrista Robert Johnson, quien supuestamente le vendió su alma al diablo a cambio de que lo convirtiera un virtuoso del blues.
A partir de ahí, el lazo que une a la figura del diablo y las estrellas de la música, principalmente de rock, se fue estrechando de formas cada vez más interesantes.
Desde la teoría que apunta que las siglas de los australianos de AC/DC significan “Anti Christ/ Dead Christ” hasta que el hecho de que Marilyn Manson fuera investido Reverendo de la Iglesia de Satán por su dirigente Anton Szandoy LaVey, cosa que sí sucedió, por anécdotas no paramos.
Mención aparte merecen las bandas europeas de black metal que han sido calificadas como satánicas, cuando en realidad se inclinan mucho más por las creencias vikinga-pagana y algunos de cuyos representantes participaron en la quema de iglesias cristianas a mediados de la década de los 90.
El Papa con rostro de calavera
Uno de los casos recientes es el de Ghost, agrupación sueca formada en 2008 y abiertamente satánica, aunque con un enfoque más paródico hacia la religión católica. Con todo, han sido moderadamente censurados por canciones como “Monstrance Clock” y “Year Zero”, en cuyas letras se “adora” abiertamente a Satanás.
Su cantante, Tobias Forge, encarna sobre el escenario a una serie de Papas decrépitos con rostro de calavera. El último de sus personajes, el Papa Emeritus IV, fue revelado a los fans durante su concierto en México el 3 de marzo de 2020.
Pero el satanismo, entendido como una filosofía humanista que reniega de las existencia de seres inmateriales, ha sido retomado por nuevas propuestas musicales. Esta vez alejadas del metal, que por antonomasia se calificaba como “música del diablo” y además, con una orientación feminista y de repudio a la violencia de género.
De magia negra
LUNA13 es un dueto de música electrónica oscura integrado por el programador y encargado de los sintetizadores Dr. Luna y la cantante Lilith Bathory. En la actualidad, radican en Hollywood, California.
Además de músicos, se asumen como hechiceros. Sin embargo, Lilith explica que no se apega a ningún tipo de manual: “Lo que soy es el resultado del conocimiento que he adquirido a lo largo de los años, investigando por aquí y por allá, pero no soy seguidora de ningún libro o grupo en particular”.
Dr. Luna interviene: “Ambos nos consideramos brujas LHP (Left Hand Path, que se refiere a la magia negra) e invocamos a la Madre Oscura. Me gusta Anton Szandor LaVey, pero como creo que la oscuridad posee una conciencia propia, no puedo decir que sea ateo. Sin embargo, puedo apreciar su legado. Me encanta el paganismo vikingo, pero me conecto mucho más con la brujería”.
Contra lo que pudiera pensarse, la Iglesia de Satán cuyas bases LaVey sentó en su libro “La Biblia Satánica”, publicado en 1969, no considera sacrificios de ningún tipo ni otro tipo de clichés mucho más relacionados con el cine.
De hecho, en su página web puede consultarse “Los once mandamientos de Satán en la Tierra”, entre los que sobresalen algunos como “cuando vayas a casa de otra persona, muestra respeto por ella o mejor no vayas” o “nunca hieras a niños pequeños”.
Tampoco considera propiamente la existencia del “Diablo” y afirma en “Las 9 afirmaciones Satánicas”: “Satán representa al hombre como un animal más, a veces mejor, más a menudo peor que aquellos que caminan a cuatro patas, quienes, debido a su divino desarrollo espiritual e intelectual, ¡se han convertido en el animal más cruel de todos!”.
Martes de criticar la Biblia
Dr. Luna coincide en la visión crítica que la Iglesia de Satán tiene de la religión organizada, específicamente del cristianismo y como músico perteneciente a la generación millennial, se vale de las redes sociales para expresar su descontento.
“Comparto en Facebook cualquier nota negativa que involucra a la iglesia católica. Incluso creé el #TerribleBibleTuesday, en el que reproduzco sus pasajes más absurdos, como aquellos que promueven la violencia contra la mujer y la esclavitud. Muchos de sus versículos contradicen la idea de Dios que se nos impone, como la de una entidad amorosa y llena de compasión”.
En sus videos, se pueden ver símbolos tradicionalmente asociados al satanismo como cruces invertidas, pentagramas y la imagen de la diosa Baphomet, según la concepción del ocultista francés Eliphas Lévi. Es decir, la que tiene cabeza de macho cabrío.
Lilith Bathory comenta: “La música siempre ha representado un canal para expresar aquello que te desagrada. La Iglesia Católica ha abusado de los niños, encubierto a quienes lo han hecho y encubierto genocidios en el pasado. Son cosas que no deben olvidarse”.
Besas mejor que Jesús
En una posición mucho menos enfadada, aunque igualmente diabólica, se encuentra Twin Temple.
También es un dueto establecido en Hollywood, en este caso integrado por el matrimonio que conforman Alexandra y Zachary James. Ambos apasionados de la hechicería, el ocultismo y el satanismo.
Solo que en lugar de decantarse por el rock estridente, Twin Temple es una grupo de blues. Herederos del legado de Robert Johnson, aunque en su caso no hayan firmado un pacto con el demonio.
“No creemos en un diablo como tal, ni mucho menos que se pueda firmar un pacto con un personaje de ficción, literario y producto de la imaginación”, coinciden.
Pero de una forma similar se refieren a la contraparte: “Para los creyentes, Dios es una especie de fuerza energética que los reconforta y está bien, es su decisión acogerse a Él. Pero cuando la creencia en Dios sirve para justificar la opresión, el genocidio y el sometimiento de otras personas, ahí es donde no nos parece”.
Su forma de “blasfemar” a través de la música es mucho más humorística. En su canción “Lucifer, my love”, que rebasa el medio millón de reproducciones en YouTube Alexandra canta: “Querido Lucifer, besas mucho mejor que Jesús”.
Durante sus actuaciones, también aparece simbología satánica e inclusive suelen abrir sus shows con un ritual de invocación.
Sexualidad y BDSM
Coinciden con los miembros de Luna13 en que toda esa parafernalia visual resulta atractiva para los millennials y centennials, porque “Baphomet y el Pentagrama son símbolos universales y atemporales, pero sí hemos atestiguado un crecimiento en el número de personas que se interesan por el satanismo”.
Dr. Luna remata: “el satanismo se está volviendo mainstream en Hollywood”.
En lo que podríamos encontrar una fuerte coincidencia entre la música de Twin Temple, Luna13 y los rituales que Anton Szandor LaVey permitió que se filmaran dentro del documental Satanis: The Devil’s Mass, es la sexualidad desbordaba.
En la película de 1970, dirigida por Ray Laurent, puede verse a muchas mujeres desnudas interactuando eróticamente, aunque no a hombres. Aquí es donde el viejo satanismo no comulga con la ideología de liberación y empoderamiento femenino de Luna13 y Twin Temple.
“Nuestra música es muy sexual, en particular se relaciona con la manera que la sexualidad de la mujer ha sido demonizada por la sociedad a través de la historia. A través de la apropiación de términos como bruja y Satanismo, pretendemos transformar esta energía en una fuerza liberadora”, sostienen los James.
Prueba de ello es el video de “Sex Magick”, en el que se incluyen desnudos de ambos géneros.
En lo que respecta a Luna13, su propuesta visual es mucho más agresiva. Explota elementos del BDSM.
Dr. Luna dice que aunque comenzó como bajista en bandas de metal extremo, después de ver a The Prodigy en Londres se decantó por la electrónica. Después de tocar en el Burning Man de 2015, el promotor le sugirió tener a una mujer como cantante porque su voz e imagen haría mancuerna con la música.
“Fui yo quien sugirió que incorporáramos esta imaginería BDSM al performance de Luna 13, pero siempre desde una posición feminista en la que la mujer es la parte dominante”.
Ese es, coinciden los cuatro músicos, el espíritu de esta música satánica contemporánea.