El pasado martes 19 de noviembre, el Auditorio Nacional se convirtió en el epicentro de la música urbana latinoamericana con el esperado concierto de Nanpa Básico. Ante un foro lleno, el artista colombiano presentó una experiencia que fue mucho más que un espectáculo musical; se sintió como un ritual, un espacio compartido entre el artista y su público que, al igual que su más reciente álbum Duelo, evocó una mezcla de introspección y catarsis emocional.
Desde el primer momento, el concierto transportó a los asistentes a un viaje profundo. La puesta en escena, con luces tenues y un aire ceremonioso, hizo que el inicio se sintiera como un ritual, casi como un sacrificio artístico. Este tono introspectivo resonó con el concepto de Duelo, marcando un contraste entre la vulnerabilidad de sus letras y la energía abrumadora de su entrega en el escenario.
King Diamond regresa a México, recordamos nuestra conversación con él
Nanpa no estuvo solo; su banda estaba compuesta por músicos espectaculares, pero quien capturó la atención del público fue, sin duda, su tecladista gótica, que más tarde también se lució al piano. Con su estilo único y presencia magnética, logró complementar a la perfección la emotividad del show, añadiendo un toque visual y sonoro inolvidable.
Nanpa Básico en el Auditorio Nacional. Foto de Santiago Covarrubias / Cortesía de Ocesa.
Entre canciones, Nanpa se tomó momentos para hablar con el público. En uno de los más emotivos, se describió a sí mismo como “flaco y no guapo”, destacando que lo físico no es determinante para triunfar o ser especial. Estas palabras, cargadas de humildad y autenticidad, resonaron con los fans, quienes siempre han encontrado en él un modelo de sinceridad y superación personal.
El concierto cumplió con todas las expectativas e incluso las superó. Tal como se anticipaba, contó con la participación de invitados estelares como Samantha Barrón, Ha*Ash, Santa Fe Klan y Gera Mx, quienes enriquecieron la experiencia con colaboraciones electrizantes. Entre el público también se encontraban su madre y amigos cercanos, una muestra del apoyo incondicional que rodea a Nanpa tanto dentro como fuera del escenario.
Sin embargo, lo que realmente marcó la diferencia fue su conexión con el público. Al final de su presentación, los asistentes, insaciables, coreaban pidiendo más. Lejos de ignorarlos, Nanpa complació a sus fans con temas adicionales demostrando una vez más su compromiso con quienes han sido la base de su éxito.
Enjambre regresará al Palacio de los Deportes
Nanpa Básico en el Auditorio Nacional. Foto de Santiago Covarrubias / Cortesía de Ocesa.
La noche del 19 de noviembre será difícil de olvidar para quienes estuvieron presentes en el Auditorio Nacional. Nanpa Básico no solo llenó el recinto, sino que también dejó una huella emocional en su audiencia. Entre sus letras sinceras, una banda impecable y momentos profundamente humanos, el concierto se sintió como un encuentro íntimo con un artista que, sin pretensiones, ha demostrado que el verdadero éxito radica en la autenticidad y la conexión con su público.
La música de Nanpa no solo se escucha, sino que se vive, y quienes estuvieron ahí esa noche lo confirmaron: este flaco, como él mismo se describe, es un gigante en el corazón de quienes lo siguen.