‘Mi Crimen’ de François Ozon, una comedia irónica de los años 30
Transportándonos a la Francia de 1930 e inspirándose en la obra de 1934 “Mon Crime” de Georges Berr y Louis Verneuil, François Ozon marca su retorno a la comedia después de “Potiche” (2010). En “Mi Crimen”, el suspenso y la intriga se entrelazan para dar vida a una serie de eventos irónicos, definiendo así el carácter distintivo de su última obra cinematográfica.
Con un aura teatral, “Mi Crimen” sigue la desventura de Madelina Verdier (Nadia Tereszkiewicz), una aspirante a actriz cuya suerte últimamente no ha sido la mejor. Todo parece empeorar cuando, tras una desastrosa reunión con un famoso productor, es acusada de asesinato. Apoyada por su amiga y también abogada, Pauline Mauléon (Rebecca Marder), Madelina se ve obligada a enfrentar una situación desgarradora cuando acepta haber cometido el crimen.
En un guion también escrito por Ozon, nos sumergimos en una serie de situaciones que juegan con los elementos que rodean al supuesto crimen. Los principales componentes incluyen romance, manipulación y empoderamiento femenino, todos ellos ambientados en escenarios lúgubres. Aunque en ocasiones contrastan con una fotografía vistosa, estos escenarios no dejan de presentar a personajes con capas que van revelando sus verdaderos intereses a lo largo de la película.