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Martha Higareda: “sigo pensando que el cine es magia”

Por: Adán Medellín 05 Ago 2019
Tod@s caen narra la historia de Adán (Omar Chaparro) y Mía (Martha Higareda), dos seductores con la última palabra en sus relaciones afectivas.
Martha Higareda: “sigo pensando que el cine es magia”
MARTHA HIGAREDA ESTRENA SU NUEVA PELíCULA "TOD@S CAEN"

Pasó de ser un crush adolescente al crush de los papás de adolescentes. En el contexto de su nueva cinta, Tod@s caen, hablamos con la actriz, guionista y productora de cine que dejó México en su momento de más éxito y halló la fórmula de hacer hits de taquilla bajo su propia marca.

Muchos te conocimos en cine por primera vez en Amarte Duele (2002). ¿Aún la ves en tus ratos libres? ¿Qué te provoca?

¿Sabes que la vi hace menos de un mes? ¡Es tan bonita! Me recuerda muchas cosas que viví mientras la hacía. Me recuerda esos momentos que estábamos viviendo en el cine mexicano, salió en una época cercana a Amores Perros (2000) e Y tu mamá también (2001). Qué bonito es pertenecer a esa generación de actores y creadores.

Hay quien siente nostalgia de los años 80 y 90, aun sin haberlos vivido. Eso es parte del éxito de series como como Stranger Things. ¿Extrañas algo de los 90, poco antes de tu aparición en el cine?

Creo que teníamos una manera diferente de experimentar la música a la de ahora. O a lo mejor esa soy yo y mi propia nostalgia. Pero creo que había algo padre en decir “mira, te quemé este CD y tiene estas canciones que solamente escogí para ti”. Creo que eso ya no existe, porque ya nadie quema un CD para una persona. ¿Qué le dices? “Hice este playlist, ahí te la mando” (risas). Es esa parte de elegir las canciones, sacar el CD de la computadora, meterlo en una caja, llevarlo. Extraño cosas de cómo te vestías en esa época. Y también extraño la inocencia; hay muchas cosas que eran mucho más inocentes, como la vida o el amor.

Martha Higareda y su viaje perfecto

Aunque el público te ubicó muy pronto por tus películas desde Amarte Duele, decidiste seguir tu proceso e irte a Estados Unidos para participar en el cine allá. ¿Alguien te dijo alguna vez que te equivocabas, que ese no era tu lugar?

Sí, me lo dijeron varias personas, porque acababa de salir Niñas mal (2007) y fue un éxito muy grande. Entonces me decían “quédate, continúa haciendo películas aquí, ¿a qué te vas allá?, allá nadie te conoce”. Mi inglés era muy malo en esa época. Yo seguí mi corazón y dije “no, es que yo tengo muchas ganas de ir para allá”. Siempre estoy buscando maneras de retarme y de expandir mi conocimiento. El idioma era un reto, no tener los papeles para poder trabajar era otro reto. Yo llegué de migrante ilegal para trabajar, de turista o lo que sea, pero ilegal. ¿Cómo lograr trabajar, crear personajes en otro idioma?

¿Cómo salieron las cosas al principio?

Llegué allá y tuve la fortuna de quedarme en una serie que dirigía Steven Frears, un director que ha sido nominado a los Oscar, y al poquito tiempo se canceló junto con un montón de series porque cayó una huelga. Fue obstáculo tras obstáculo, debí encontrar la manera de sortearlos y de aprender de ellos. De todo eso surgió escribir Cásese quien pueda (2014), ahí es cuando tuve que dedicarme a escribir, estando en Estados Unidos.

¿Tu condición de mujer mexicana te provocó alguna dificultad laboral, un reto mayor todavía?

Desafortunadamente en este momento la gran mayoría de los crews en cine son hombres. A mí me ha tocado vivir una etapa de una transición muy grande que viene generándose por productoras como Martha Sosa, Mónica Lozano, Carla Estrada, Fides Velasco. Pude seguir sus ejemplos. Algo que se nos hace muy importante a Miri [Higareda, su hermana y también productora y actriz en algunas de sus películas] y a mí es preguntarnos: ¿estamos logrando que los puestos que están disponibles para mujeres estén ocupados por mujeres? Siempre tratamos de que se empareje esa balanza y lograr un 50 % o algo cercano a ese número de mujeres y hombres trabajando en la producción de nuestras películas. Sueño con que esa igualdad ni siquiera sea un tema de discusión.

¿Qué es lo que los actores y las actrices de México le ofrecen a industrias tan grandes y tan competidas como la de Estados Unidos?

Todas nuestras raíces, todo lo que traemos detrás. Veo a un Demián Bichir que sé que la riqueza que le pone a sus personajes no viene de otra cosa más que de haber crecido en México. Diego Luna, haciendo películas tan grandes como Star Wars; él no sería capaz de vivir en la piel su personaje si no hubiera traído todo este bagaje de ser mexicano. Yo me siento igual cuando hice Altered Carbon [serie de ciencia ficción de Netflix], ahora que estoy haciendo Queen of the South, te plantas diferente, te portas diferente. Traes todas esas historias, todo el México que has vivido para ir y contarlo. Hoy más que nunca creo que los ojos están volcados hacia México.

Has trabajado con gente tan reconocida como Keanu Reeves, Forest Whitaker o John Sayles. ¿Te pone más nerviosa compartir crédito con esas figuras o emprender y crear películas por tu cuenta?

Creo que la segunda. Porque cuando tú interpretas un personaje en una película de alguien más, el riesgo está en la persona que creó esa película; tú haces tu personaje y lo interpretas lo mejor que puedes. Pero cuando tú eres el creador o el escritor, el productor y el actor dices “ay”. Te estás aventando a decir: “oigan, ahí les va, les voy a contar un cuento”. ¡A toda la gente! Y esperando que a las personas les guste.

Mencionaste Altered Carbon. ¿Crees que las series son el nuevo cine de los tiempos actuales? ¿Están compitiendo y forzando al cine a hacer cosas mejores?

Es interesante. Creo que el cine de pantalla grande forzó a la televisión a mejorarse y a ser más como cine. Creo que el cine nunca va a morir. La experiencia de ir a encerrarte en un espacio de tres paredes oscuras y una que te ilumina y te cuenta una historia, el vivir esa experiencia, desde escoger la película hasta comprar las palomitas, sentarte con tu novia, con tu familia, con tu amigo para disfrutar que te cuenten un cuento: eso es algo que los humanos vamos a seguir haciendo porque vivimos nuestra vida creando y participando en experiencias. Ahora, la televisión es mucho más accesible, puedes ver una película en tu teléfono. Eso está padre, porque como creadores se nos abre esa otra pantalla para contar historias fenomenales. Yo no me imagino hace 15 años que se hubiera hecho un Game of Thrones, pero hoy se puede hacer.

Hay quien dice que tus películas tienen un estilo, una marca, una forma de hacer cine: un cine divertido, que conecta con el espectador, sin pretensiones. ¿Qué es el cine para ti?

(Reflexiona) Recuerdo la primera vez que vi una película en la pantalla más grande que la televisión de mi casa. No fue en el cine como tal. Miri y yo vivíamos en una colonia donde pusieron una pantalla grande con un proyector. Yo estaba súper chavita y vi La historia sin fin, que había salido mucho antes de que yo naciera. Fue la primera película que pude experimentar en la pantalla grande. Yo estaba fascinada y dije “a ver, espérame, los dragones, el gigante de roca…”. Y le dije a mi mamá: “¿esto es cine?”. Y ella me dijo “sí, eso es cine, ¿qué piensas?”. Y le dije “pienso que es magia”. Y hoy sigo pensando lo mismo. Hay momentos en que estás filmando una escena donde algo surge y dices quién sabe qué me metió, pero algo canalicé y estuvo aquí.

En lo personal, ¿vives la vida como una comedia, una tragedia, un drama?

Un poco más una comedia, en general. Obviamente en algunas cosas, como lanzar una película, hay mucha responsabilidad. Pero en realidad, en toda mi vida, cuando están ocurriendo las cosas, aunque parecieran muy dramáticas, al otro día ya me estoy riendo de ellas. Si no te ríes de ti mismo y tus circunstancias, ¿cómo vas a vivir?

Las dos películas de No manches, Frida tuvieron un tremendo éxito. ¿Crees que el público mexicano prefiere que lo hagan reír a que lo hagan llorar?

Creo que nos gustan las dos cosas. Cuando vemos una película que es un drama y es buena, decimos “no manches, esa película te va a hacer llorar”. Y lo dices con una sonrisa. Es un premio. Y si dices, “esa película sí me hizo reír”, también es un premio. Creo que en México somos muy extremistas. Nos gustan las cosas que nos hagan sentir. Para llorar y que llores, para reír y que rías, no somos de medias tintas.

Ser actriz, productora y guionista habla de alguien súper apasionado por el cine; aunque quizá, también, de alguien que ama el control de sus películas o el control en general. ¿Eres así?

Creo que siempre me ha gustado aportar, pero en todas las cosas. Cuando me contratan para ser actriz, yo soy una persona que respeto muchísimo el trabajo de los productores y del director. Me encanta que me dirijan. Disfruto mucho ese proceso porque no tengo que estar tan detrás, viendo tantas cosas. Cuando tiene que ver con una historia que a mí se me ocurrió o con algo como No manches, Frida, que tuve la visión de que podía ser un muy buen remake para hacerlo en México, me gusta participar y me gusta colaborar. No es una cuestión de control, sino de colaboración.

¿Qué es lo que más te agrada y lo que más te desagrada de ti misma?

Me agrada que soy muy abierta, muy aventada. Así como me aventé del paracaídas, como me aventé a vivir en Estados Unidos, o me aventé a decidir escribir, producir o actuar. Lo que luego me desagrada de mí es que… (reflexiona) a veces me cargo de muchísimas responsabilidades y a veces sí las siento. Y digo “uf, ¿en qué momento me metí en todo esto?”. Pero mi pasión y mi amor por lo que hago me hace salir de eso.

Cuando recapitulas tu carrera actoral, ¿te das cuenta de que también has pasado de ser el crush adolescente a ser el crush de los papás de adolescentes?

Sí, sí.

¿Qué te hace sentir? ¿Alguna vez te pesó ser un símbolo sexual juvenil?

Sí me pesó porque molestaban a mis hermanitos en la escuela. Esa parte me gustaría poder quitarla. No es nada fácil tener dos hermanos hombres y que tu hermana sea como un sex symbol juvenil, eso estuvo rudo para ellos. Y la otra parte es que siento que tengo una preparación actoral. Por ejemplo, ahora acabo de terminar una película con la casa productora Blumhouse para Hulu, donde hago un personaje muy diferente a lo que he hecho. Creo que se me encasilló muchísimo en la protagonista de las comedias, cuando hay cosas más grandes que puedo hacer. En Estados Unidos me ven como una actriz que hace drama y en México más como una de comedia. Es chistoso.

Te hemos visto crecer física y laboralmente en pantalla en las últimas dos décadas. ¿Te conflictúa la idea de envejecer?

No, para nada. Creo que la belleza de haber escogido esta profesión es que como actriz, siempre vas a poder trabajar, porque vas interpretando otros personajes. Como productora, mientras estés en tu sano juicio, puedes tener la habilidad de contar historias. Y como escritora también. De hecho, como todo esto, te vuelves mejor con los años con el bagaje y la experiencia.

¿Te das cuenta de que tus películas están en la educación sentimental de este país? Amar te duele narra el amor adolescente, trágico y rebelde; has hablado de la dificultad de hallar a la persona correcta para el matrimonio en Cásese quien pueda o de los problemas del ligue en tu nueva cinta: Tod@s caen.

¡No se me había ocurrido lo que acabas de decir! Creo que más bien cuando escojo algún personaje actuando, o cuando escribo o produzco, me inspiro mucho en lo que está ocurriendo alrededor, en la vida. Entonces, un día me despierto y me digo: “estaría padrísimo contar una historia de esto”. Si tú ves una película como Amarte Duele y la volvieran a sacar hoy como una película nueva, todavía es un tema súper importante: la diferencia de las clases sociales en nuestro país. El tema de escoger bien a tu marido siempre va a existir. O ligar, es un tema que se ha escrito desde la época de Shakespeare (risas). Creo que he podido contar historias universales.

Entonces tus proyectos de trabajo tienen correspondencia con tu vivencia personal y tu forma de ver el mundo, el amor, en ese momento.

Muchísimo. Cuando escribí Cásese quien pueda, estaba en el dilema de tomar una decisión así. Mi hermana se casó poco después de eso. El tema de ligar es: ¿me hago de estrategias? ¿Si abro mi corazón puede ser que los hombres se desinteresen rápido? ¿Por qué? ¿Hay un juego detrás de eso? Sí lo hay, aunque la enseñanza de Tod@s caen es que es mejor ser honesto contigo mismo y si no te gusto, no pasa nada, ya encontraré a alguien que me quiera por mi personalidad. Cuando surgió la idea de Tod@s caen es porque encontré a un chavo que sí lo pensaba así. Dije “ah, caray”, sí hay hombres y mujeres que te pueden decir qué hacer para conquistar al otro, como una fórmula. Claro que nada de eso hace cimientos para una relación duradera.

¿Los seductores nacen o se hacen?

Creo que las dos cosas. No sé si te ha pasado, pero yo conocí a una amiga a la que siempre le acababan poniendo el cuerno o la dejaban. Y de repente algo pasó, encontró su propio valor, su seguridad, y ahora se voltearon las cartas y ahora todo mundo quiere estar con ella. Y ella dice: “no, yo estoy para escoger, no para que me escojan”. Y es sólo el switch de cuando encuentras tu propio valor y tu honestidad.

Tod@s caen también habla del conflicto entre hombres y mujeres por ver quién tiene el control en una relación. ¿Crees que el amor es destino, es elección, un juego de negociación?

Yo creo que el amor es generoso, que es compartir. Si realmente te enamoras de una persona, comparte quién eres, que no eres perfecto.

¿Cuál es la manera más divertida, más especial en que te conquistaron alguna vez?

Tiene mucho que ver con la honestidad. A mí me gustan mucho los chavos directos. No tiene que ver para mí con el físico, sino más con el sentido del humor. Me gusta que los chavos lleguen y me digan “hola, te vi, me gustaste, aquí estoy”.

Su nueva peli

Tod@s caen narra la historia de Adán (Omar Chaparro) y Mía (Martha Higareda), dos seductores con la última palabra en sus relaciones afectivas. El destino los junta cuando Mía recibe el reto de conquistar al inconquistable Adán, de modo que ella pueda probar la efectividad de sus estrategias amorosas y así obtener el programa de televisión con que siempre ha soñado. Pero ninguno de los dos imagina que ese reto inicial se convertirá en un romance que los hará replantearse cómo ven el amor. Esta comedia amorosa cuenta con la dirección de Ariel Winograd y un elenco donde destacan Miriam Higareda, Mauricio “Diablito” Barrientos, Santiago Michel, Claudia Álvarez y Eugenio Siller.

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