Los Esquizitos: la historia detrás de “Adiós tristeza, hola botella de licor”
Una lejana tarde de finales de los 90, Brisa Vázquez, Uili Damage, Nacho Desorden y Álex Fernández hicieron una pausa en las sesiones de grabación para ir a comer todos a casa de Nacho. Tenían 14 terminadas y aún no completaban la media hora de música que les exigía su primer disco.
De ahí que Los Esquizitos grabaran una locura de más de 15 minutos de improvisación bautizada como ‘La Polka de Brian’. Una canción, decía Nacho, “diseñada para que la gente ya no pidiera más”.
Mientras Nacho se daba un regaderazo y el agua para cocer la pasta hervía en la estufa, Brisa, Uili y Álex tenían la encomienda de escribir la letra para una rola que estaba a medio terminar y que les serviría para completar su primer CD. La que acabaría siendo el track inaugural.
Pura chiripa
Desde el baño, el bajista le giró una única instrucción a Álex, que paradójicamente sirvió como punto de partida para el tema: “¡Nada más, por favor, no vayas a salir con tus mamadas de la noche era nocturna y cosas así!”.
Veinticinco años son ya desde que los Esquizitos colocaron en nuestra memoria una frase lapidaria: “Adiós tristeza, hola botella de licor”.
‘Pum Pum, Bang Bang’ es sin lugar a dudas su canción emblemática. Cuenta la tragedia romántica de un misterioso asesino que busca justicia por su propia mano, ante la deshonra que representa saberse reemplazado por un “fracasado y apuesto corredor de bolsa”.
Uili cuenta que una de las fuentes de inspiración para la canción incluida en el disco homónimo con el que Los Esquizitos debutaron en 1998, vía la desaparecida Opción Sónica, fueron las narraciones de jazz vampiro del director de culto Juan López Moctezuma, además de la insistente lectura de los libros de Charles Bukowski.
“En uno de sus chispazos de genialidad, Álex dio con la frase por la que la gente nos recuerda, la primera que le viene a la cabeza cuando le mencionan a Los Esquizitos: Adiós tristeza, hola botella de licor”, recuerda un eufórico Uili Damage. “Hubo mucha chiripada alrededor de esa canción, del disco y de todo lo que representa la banda”.
De la pluma de Rubén
El grupo nunca se ha ido, aunque haya quienes se refieran a la celebración por su primer cuarto de siglo como “un regreso”. Ha sufrido mutaciones, eso sí. Porque según los cálculos de su cantante, todos sus integrantes se han salido de Los Esquizitos por lo menos dos veces. También hubo un periodo frenético en el que tanto él como Nacho tocaban al mismo tiempo con Lost Acapulco e incluso llegaron a ofrecer conciertos en el que ambos grupos actuaban juntos.
¿Cómo los sorprenden estas bodas sonoras de plata? Damage responde que lo más sorprendente es que sigan en pie. “Como el primer día. Con el mismo ímpetu aunque no sé si con el mismo músculo”, complementa, “porque no es lo mismo los Tres Mosqueteros que 25 años después”.
Para celebrarlo, el grupo reeditó en formato de vinilo su primer disco, con una nueva portada y la edición de un booklet en formato de fanzine con textos escritos por el cantante de Café Tacvba, Rubén Albarrán, y el periodista Enrique Blanc. Se trata de sólo 500 copias.
Además, Los Esquizitos estarán tocando con regularidad. Su próxima comparecencia en público tendrá lugar el domingo 18 de agosto a las 4 de la tarde en el Jardín Juárez. Una tardeada abierta a todo público, aunque sólo los mayores de edad podrán beber, en el que habrá convivencia, firma de autógrafos y un amplio recorrido por la obra del grupo.
Nunca lanzamos una TV
Veinticinco años se dicen fácil, como establece el lugar común. Pero en México y dedicados al rock, se aprecian desde una óptica distinta.
Uili explica: “El rock te obliga a vivir sus clichés, pero cuando tu banda radica en la CDMX y ensaya en un garaje, te das cuenta que toda esa magia es puro choro. A Los Esquizitos no nos pasó, para nosotros no hubo noches de excesos y desenfreno. No estamos en Los Ángeles ni en Londres. Nunca nos quedamos a dormir en suites fastuosas de hotel ni lanzamos televisores por la ventana. Nosotros dormimos en hoteles de paso zarrapastrosos llenos de moscas y por eso, entendimos que lo importante es hacer canciones y que la gente las disfrute. Y que nos dejen tocar, ya se en el Ritz o en un cuarto de baño. Cuando te das cuenta que aquí no hay dinero, dices: no importa, de todos modos lo que yo quería era tocar”.
