La asombrosa evolución del diseño automotriz
Los diseñadores empleaban colores, acuarelas, pinturas y lápices para realizar sus dibujos. Una corrección era un problema que en muchas ocasiones significaba que la obra se tenía que reelaborar. Los años han pasado y estas torturas forman parte del pasado, este progreso se ha visto en todos los mercados y ha beneficiado en particular a la industria automotriz.
Un ejemplo del cambio es el Centro Técnico de SEAT, que abrió sus puertas en 1975. Su evolución del diseño de autos ha durado 40 años; lejos quedaron las mesas de hasta seis metros, donde se trazaban los vehículos en tamaño real. Ángel Lahoz, un diseñador de la época, recuerda que antes de la innovación: “Todo se hacía con papel, regla y compás en mano y, por supuesto, nada de programas de edición de imagen”.
La aplicación de la tecnología
Sólo existía una computadora por departamento y estaba reservada para el asistente de dirección, el resto trabajaba con papel y lápices de colores. Sustituido por tabletas interactivas y lápices digitales, el talento se ha mantenido constante, pero los avances han permitido mejorar notablemente la producción.
Todo proceso de creación de un nuevo auto debe incluir la reproducción a tamaño real de los prototipos. Hace 30 años se llegaban a utilizar hasta dos toneladas de yeso para visualizar el auto del futuro, ahora únicamente se utilizan 5 mil kilos de clay, una resina mucho más moldeable y que logra una precisión inigualable.
Asimismo, ahora se utilizan tecnologías como las gafas HD, que permiten probar en primera persona los modelos virtuales. A esta innovación se le suman las simulaciones del mundo digital, que pueden hacer una prueba de choque hasta 95 mil veces a un auto.
La raíz de los avances
El origen de estas tecnologías no es coincidencia, cuando nació el Centro Técnico de SEAT en 1975 contaba con 211 ingenieros de plantilla distribuidos en una superficie de 130 mil metros cuadrados. En la actualidad, las cifras han aumentado a mil profesionales y su extensión a 200 mil metros cuadrados.
Nadie sabe lo que le espera al futuro de la industria automotriz, pero el avance del Centro Técnico de SEAT es una muestra que nos espera una edad de innovación y seguridad.
