Gloria Trevi se desnuda ante el ojo de Playboy México

Es una rebelde con causa, dejó de quitarle la camisa a los hombres en su show y mejor pondera la igualdad. Tampoco se escandaliza de las letras de Bad Bunny, porque se acuerda de lo que ella cantaba en ‘La papa sin cátsup’. Gloria Trevi desnudó su corazón para responder nuestra sección de 20 preguntas ante el ojo de Playboy México. 

Has hecho música durante cuatro décadas, ¿qué ha cambiado?

Antes escribía mucho más sola, a capela. Hoy he incursionado muchísimo en las coautorías, me gustan; es como tener un hijo con otra persona o no sé, como que mezclarnos hace una magia muy especial, o sea: un día poder juntarme con alguien como Joss Favela que es una persona que está súper empapada de lo que es la música regional, me lleva a melodías, letras que quizá sola jamás encontraría. Siento que todo esto es un proceso que termina enriqueciendo a la música. Además, yo siempre he sido fan del futuro, yo sé que mucha gente dice “todo tiempo pasado fue mejor”, pero yo opino al contrario: “Mañana, mañana, mañana”. Siempre pongo el mejor momento, el mejor beso, el mejor encuentro, la mejor carcajada, el éxito más grande, siempre lo veo a futuro.

Me gustó mucho esa frase de “soy fan del futuro”. Y ahorita, por ejemplo, ¿qué tiene que tener una canción en el 2019 para ser un posible hit?

Híjole, yo creo que en el momento que te sientas pensando en hacer un hit ya tienes algo en contra. A mí me gustan mucho las letras, que las letras siempre digan algo, ya sea con el doble sentido que a mí me gusta mucho jugar, o que tenga su poesía bien bonita, sus emociones, sus sentimientos. Un “no querías lastimarme” y terminar diciendo “me querías matar”. O sea: no querías hacerme daño, pero hiciste que me enamorara de ti y ahora me dices que me devuelves mi libertad ¿no? Qué lindo, ahora hasta me quieres salvar; hijo de puta (risas). Siento que es vital conectar con la gente. Hay otras diferencias de épocas.

¿Como cuáles?

Híjole, ahorita es tan diferente a como podía ser en los 90, porque antes el éxito estaba por medio de la radio o de la televisión. Ahorita está en Spotify, está en las redes, está el éxito que se hace en casa, también el que es de boca en boca.

‘Ábranse perras’ es importante por lo que cantas y muestras.

Desde que empecé a componer ‘Ábranse perras’ (la hice con Marcela de la Garza) yo dije “esta canción no la van a tocar en el radio porque nada más con que Gloria Trevi diga ‘ábranse perras’ ya está vetada”. Claramente si no se llama Gloria Trevi quien la canta sí la suenan. Sin embargo, la canción agarró fuerza. Hace poco la canté en el gay pride de España y fue algo que no te imaginas.

¿Quizás iba en la misma onda de ‘Todos me miran’?

Para mí tiene un poco más de fuerza (en cuestión de amor propio) esta. ‘Todos me miran’ es la que sufrió, en cambio ‘Ábranse perras’ es para decir “no, no era yo la que lloraba ahí abandonada en un rincón, no era yo. O sea, yo siempre he sido el alma de la fiesta, el punto G ¿no?  ja ja”.

Soy de Venezuela, y te conocí en mi país cuando te llamaban “la Madonna mexicana”. ¿Te sientes cómoda con que te llamen así?

Nunca me he sentido cómoda con esto. Nunca. Creo que hay otros colegas que se pelean el título y yo se los regalo (risas). Entiendo un poquito que esa comparación la hacen para explicarle al mercado anglosajón el tipo de influencia que he tenido socialmente acá. Y también en su momento, cuando empezaron a cambiar las generaciones, fue bonito que dijeran la “Lady Gaga mexicana” pero yo decía: “Ah su madre, espérame tantito”. O sea, no estoy copiándome o viendo lo que hacen las demás artistas, es más, trato de no estar viendo lo que hacen los demás para no tener que dejar de hacerlo.

¿Pensabas que esas canciones que nombras iban a resonar 20 o 25 años después?

Es un poquito lo que siempre soñé. Se hizo realidad, además siempre traté de tener mi discurso bien claro. Siempre decreté un no a la discriminación, al racismo, al clasismo, a las diferencias generacionales, a todo lo que sea algo que divida, algo que separe. Entonces yo creo que eso sucedió conmigo. Lo viví en la Arena de Ciudad de México recientemente.

Cuéntame de eso.

Hace poco estuve en la Arena de Ciudad de México, con la gira de “Diosa de la noche”, la llenamos por tres noches consecutivas y en el público podías ver varias generaciones. Gente de todos los estatus sociales y económicos, de diferentes preferencias sexuales. Grabamos un DVD que salió el 13 de septiembre.

¿Te sientes lista para hacer un recuento de tu carrera y entender qué has significado socialmente para Latinoamérica?

Realmente yo no me propuse eso al comienzo de mi carrera. En su momento yo era una chava bastante honesta e inocente. Siempre que he hablado he tratado de hacerlo desde el amor y la unión. Pero quizás en su momento lo consideraron algo rebelde.

¿Qué es la rebeldía para ti?

No me gusta ser rebelde sin causa. Por ejemplo: cuando decía que “una mujer no se le debe valorar por su virginidad”. Entonces la gente se escandalizaba y yo no entendía por qué. Ahora que veo algunos de mis videos de los noventa, yo agarraba a un muchacho y le quitaba la camisa, lo tiraba al piso y me le sentaba arriba, pero esa era mi manera de decir “ustedes nos quitan la ropa hasta con la mirada, nosotras podemos hacer lo mismo y no somos objetos”, ¿sí me entiendes? Nosotras podemos decir “yo quiero” y como que eso lo tomaron de forma escandalosa cuando, para mí, eso sigue sin ser algo escandaloso.

¿Y qué es algo escandaloso para ti?

Por ejemplo, mis hijos me enseñan canciones de Bad Bunny. ¿Y yo qué puedo opinar o hacer? Yo canté ‘La papa sin cátsup’. Ni modo que ahorita venga y me escandalice si Bad Bunny dice alguna mala palabra. Por Dios.

Bad Bunny me parece alguien bastante punk. Y tu actitud en esa época de ‘La papa sin cátsup’ era punk.

Siempre me gustó algo del movimiento punk, no todo, porque yo no soy liberal, yo soy libre. Soy una idealista, me gusta jugar un poquito al punk, a sacudir. Por ejemplo, cuando yo empecé mi carrera, como yo no tenía ningún tipo de padrinos, ni de palancas, ni de nada, empecé prácticamente cantando en los camiones. Cuando tuve la oportunidad de pararme frente a una cámara de televisión yo quería llamar la atención, yo quería que con esa presentación me vieran, me voltearan a ver para que escucharan lo que les tenía que decir y al mismo tiempo les decía que yo quería un mundo diferente.

¿Y lograste ese mundo diferente?

Siento que logré conectar con la gente que me escucha. Siento que esta palabra es muy pretenciosa, pero cuando todo esto se logra, se trasciende. Me siento agradecida y bendecida.

Estrenaste Diosa de la Noche y hay algunas canciones que tienen temas parecidos a los que abordaste en los 90. ¿El mundo sigue teniendo los mismos problemas?

Es que eso siempre estará vigente. Por ejemplo: yo de repente veo películas que eran de la época en la que mis papás eran jóvenes, rock and roll. Los adultos se quejaban de los jóvenes: que estaban enloquecidos, juventud descocada, porque escuchaban el rock and roll.

Eso pasa hoy con el reggaetón.

Sí. Mucha gente se extraña de la generación que escucha reggaetón. Yo siento que es lo mismo que pasó con el rock. Yo de repente me quejaba mucho del pop y del punk. O en su época del dance. Esto es como si fuera una rueda de la fortuna. Va girando.

¿Cómo ves al feminismo actual?

Cuando tenía como 15 años, se podría decir que era feminista, en el sentido que yo pensaba que las mujeres éramos superiores a los hombres. Sobre todo porque tenía cuatro hermanos hombres. Pero fíjate que con el paso del tiempo dejé de ser feminista. La vida me hizo comerme muchas de mis palabras, de mis discursos, sentimientos, y de repente me di cuenta de que en verdad yo soy humanista.

¿Cómo es ser humanista?

No creo que los hombres y las mujeres seamos exactamente iguales y eso es lo que amo de los seres humanos, amo que somos diferentes. Soy humanista porque creo que no hay nadie superior, que al contrario, esas diferencias nos hace bien maravillosos a todos.

¿Antes pensabas igual?

Cuando me ponía muy feminista era por ignorancia o falta de experiencia, porque al ir conociendo la vida y los seres humanos me di cuenta que no es que las mujeres seamos superiores.

¿Qué artista mujer hace algo con lo que te identifiques?

Hace unos siete años todo estaba muy estancado, no salían esos nuevos talentos en el área femenina; sin embargo, ahorita veo a mucha gente como Karol G o Becky G. Hay una que me encanta, Rosalía, porque es una chava que fusiona muy bien lo que es la música de sus raíces flamencas con la música más actual, y creo que ella tiene mucho todavía para incursionar, para descubrir.

¿Qué te queda por descubrir?

Una de las razones por las que sigo teniendo una carrera es porque nunca me he puesto límites. He tratado con todos los géneros que he querido. Y creo que por ahí va: seguir innovando y descubriendo mis posibilidades como artista.