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La Mala Rodríguez: “Hay momentos para perrear y para escuchar a The Clash”

Por: Arturo J. Flores 08 Jul 2020
Dice que Rosalía la tomó como ejemplo y que si no hubiera sido por la meditación, no le hubiera encontrado sentido a su vida.
La Mala Rodríguez: “Hay momentos para perrear y para escuchar a The Clash”

La Mala Rodríguez lanzó un disco titulado sencillamente Mala, en cuya portada aparece desnuda.
Dice que Rosalía la tomó como ejemplo y que si no hubiera sido por la meditación, no le hubiera encontrado sentido a su vida.

PLAYBOY: Artistas como Led Zeppelin, Blur o The Cure coinciden en que, tarde o temprano, a todos les llega la hora de grabar un disco homónimo y este siempre es especial, ¿por qué tu álbum homónimo fue este y no otro?

RODRÍGUEZ: Porque siento que empiezo; como cuando das una vuelta completa a algo. En este momento de mi carrera, la cosa empieza a ponerse interesante otra vez. Ahora ya se entiende lo que hago, me siento más poderosa que nunca y hay un público que me consume. Me siento más segura como mujer, estoy lista para todo lo que venga.

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PLAYBOY: Mala me hace pensar en una paradoja. Parece que está hecho para bailar apretujados en un bar, aunque en la realidad el distanciamiento social hace que esa imagen parezca irreal, ¿cómo interpretas esta paradoja?

RODRÍGUEZ: Espero que esta situación acabe pronto y podamos celebrar fiestas. Tal vez, así como la gente se sube al metro con mascarillas, podamos celebrar conciertos en algún momento y reactivar la escena musical. Habría que pensar algo. Pero en mi disco también hay canciones para pensar y estar solo.

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PLAYBOY: Una de esas canciones podría ser ‘Nuevas drogas’. En uno de los versos dices: “necesito nuevas drogas, estas ya no me sirven para conectarme con Dios”. Te diste a conocer mundialmente en 2003 con el sencillo ‘La niña’; la historia de una narcomenudista, ¿qué pasó entre una y otra canción?

RODRÍGUEZ: Esa que mencionas es una frase que resume nuestra búsqueda de la felicidad. La gente usa drogas para conectar consigo misma, porque estamos muy perdidos en el planeta Tierra y necesitamos encontrar ese algo. Aquello que algunos llaman Dios y que otros conocen con otros nombres. Pero la canción también habla de una situación en la que me he visto inmersa, en el momento que digo: “todo esto ya lo probé y necesito algo nuevo”. Nunca me he cansado de aprender cosas nuevas porque me aburro muy rápido de lo que ya conozco. Así es como funciono: absorbo, aprendo y necesito otra cosa. Nunca me canso de abrir libros nuevos.

PLAYBOY: Sin embargo, hay quienes literalmente necesitan nuevas drogas para lograr conectar con su propio dios, ¿cuál es tu posición respecto a la legalización de la mariguana?

RODRÍGUEZ: Debería legalizarse, no se consigue nada prohibiéndola. Debería ser una elección libre el usarla y sí, los géneros musicales están ligados a cierto tipo de drogas. Por ejemplo, Jimi Hendrix tocó la música que tocó porque consumió un tipo de droga en específico. En los 90 parecía que sólo había cocaína, se siente en la música que se compuso durante esa década. Igual, parece que el purple haze (una cepa específica de cannabis) te acerca a escuchar trap. Definitivamente existe una relación entre las drogas y la música.

PLAYBOY: Tu manera de cantar cambió. Pasaste de ser muy agresiva, violenta si tú quieres, a volverte mucho más melódica, ¿a qué se debe esa transformación?

RODRÍGUEZ: Si escuchas ‘Superbalada’, creo que está presente esa rabia de la que hablamos, pero se trata de una rabia conducida. Una crece y cambia de facetas, pero no creo que le haya restado nada a mi persona, si no por el contrario, sumado. He aprendido a encauzar la rabia y el dolor que pude haber sentido en diferentes momentos. No creo que sea tan sencillo como decir que gritar las canciones haya sido mi sello, sino decir que cada canción me exigía emoción específica a la hora de cantarlas. No creo que haya perdido la rabia, sino que ahora la canalizo de otra forma. Soy como un chef que ya sabe hacer más platillos. Es como todo, no puedes estar follando duro todo el tiempo. Una aprende cuándo se tiene que hacer fuerte, cuándo flojo y cuándo mejor te contienes.

PLAYBOY: Hablando de esos diferentes platillos, ‘Mami’ me parece uno de los más personales que hayas servido durante toda tu carrera, ¿te costó mucho trabajo compartir algo tan personal?

RODRÍGUEZ: Esa canción estuvo mucho tiempo en mi cabeza. Cuando por fin la escribí, me sentí muy bien porque necesitaba sacarla. Me acordaba de la soledad que sentía en esos momentos en que extrañaba a mi madre. Pensé en aquellos niños que han atravesado por la misma situación. Tengo una conexión muy vívida, muy presente, con la niña que fui y se siente muy bonito, porque creo que nunca deberíamos dar por terminada esa conversación con nuestro niño interior.

¡Esta canción me lo ha sacado todo! La primera vez que la canté en un teatro, acabé llorando en el escenario. Fue en Madrid y la pasé fatal, porque había demasiada gente. No quería que nadie me hablara. Terminé con un nudo en la garganta y ya no podía seguir con el concierto, pensaba: ¡qué mal rato! ¿Por qué habré cantado esta canción? ¡Fue horrible!

PLAYBOY: En esa canción dices: “nadie nos enseña a perder”, pero imagino que en todos los años has tenido que aprender a tragarte muchos fracasos.

RODRÍGUEZ: Por supuesto, todo el rato. Este camino está hecho de obstáculos. Cuando empecé a rapear, nadie hacía esta propuesta y tuve que abrirme camino. Hablaba sola todo el rato, tratando de convencerme de que quizá no era mi momento, que si no había triunfado tal vez se debía a que debía esforzarme más. Hacer música ha representado una cura de humildad tremenda, porque mi ego siempre me cuestionaba: ¿por qué no funcionaba lo que yo hacía? ¿por qué a la gente no le gustaba mi música? Llegué a la conclusión de que en el fondo nada es bueno o malo, todo depende del momento en que llega. Pero me siento feliz con mi carrera, con mi momento. Hoy, en cambio, estoy completa. ¡Joder, qué lecciones me ha dado la vida! Me he tragado muchas cosas, pero el trago más amargo fue el de mi propio orgullo.

PLAYBOY: Ahora que mencionas que nadie hacía lo que tú, algo que te distinguió desde un principio fueron los trazos de flamenco que imprimías en tu rap, ¿qué fue lo que pensaste cuando escuchaste por primera vez a Rosalía?

RODRÍGUEZ: Pensé que había tomado mi testigo. Así de claro, dije: “ella ha sido muy lista porque ha cogido mi testigo en el momento y la va a hacer en grande”. Escuché algo suyo de flamenco que no me pareció tan bueno, quien escuchaba el género sabía que lo que ella hacía era raro, como un disco de covers. Pensé que, en vez de Rosalía, prefería mil veces escuchar a María Terremoto. Pero cuando escuché lo nuevo, donde metía más hip hop, más urbano, pensé: “ya, ahora te pillo”. Lo entendí todo y dije: “ella quiere agarrar mi testigo”. Lo hace bien, pues es el mejor momento para ser mujer, cantar en español y hacer música urbana. Si, además, coges esta fórmula y tocas sonidos folclóricos, como los de mi tierra, y lo mezclas con los ritmos urbanos, tienes el éxito asegurado.

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PLAYBOY: Hablando de tu tierra, está por estrenarse el spin off de Vis a vis y tú hiciste un cameo en la última temporada, además de haber cantado un tema en el soundtrack, ¿eres devota de la Virgen de la Macarena?

RODRÍGUEZ: Claro, es mi barrio. Ahí crecí. Pasaba en vela las noches de Jueves Santo –pero real, no como en una pegatina de los videos de Rosalía– viendo ese museo vivo que son las procesiones. Son imágenes maravillosas, te lo juro. Quien tenga oportunidad, vaya a Sevilla en primavera, es lo más hermoso que existe. La gente es lindísima, la comida es riquísima y el olor de Sevilla… ¡uf! tengo sólo buenos recuerdos. Cuando viví en Sevilla, frente a mi casa había un bar en el que ensayaban música de Semana Santa todos los días del año. El último día de Semana Santa ponían un letrero que decía: “faltan 365 días para Semana Santa”. Eso fue mi banda sonora. Si no está en mi música, es que no es verdad, porque para mí, la música es una terapia a través de la cual saco todo lo que soy.

PLAYBOY: Y parte de lo que eres ahora es el reggaetón, como el que suena en ‘Like’. Hay quienes aún no tragan cómo suena, cómo se baila y cómo se canta el reggaetón, ¿sientes que es –como se ha dicho– el nuevo punk?

RODRÍGUEZ: Sí, algo. En las discotecas de Sevilla, cuando ponían reggaetón a los chicos les fascinaba porque las niñas nos poníamos como locas ¿y qué es lo que los chicos quieren? ¡Que las mujeres bailemos, que nos la pasemos bien! Por eso en Sevilla tuvo más éxito el reggaetón antes que en otras partes de España. Desde principios de los dosmiles ya sonaba, es una música que te incita a joder y a estar vacilando. Hay para todos. Existe un tiempo para escuchar The Clash y un tiempo para escuchar reggaetón, depende de lo que estés viviendo.

PLAYBOY: Tienes fama de vigilar muy cerca cualquier detalle de tu carrera. Supongo que hay una historia detrás de esta portada que en Instagram tendrá, como tu canción, muchos likes.

RODRÍGUEZ: Es una foto muy bonita, yo me imaginaba a mí misma como una modelo en una clase de arte mientras los alumnos me interpretaban. Así me siento hoy: soy una maestra en una clase de arte. Me gusta jugar, en el fondo, a que he creado mi propia escuela. Además, estar de espaldas está bien, porque estoy pendiente de mi público. Es una imagen valiente y súper sexy.

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PLAYBOY: Hablando de valentía, en el Vive Latino de 2018 hiciste un performance de dominatriz y en el video de ‘Aguante’, apareces con falda de colegiala, ¿ser sexy también es una forma de empoderarte?

RODRÍGUEZ: Cuando era jovencita, tenía mucho pecho y estaba muy acomplejada. Iba con los chicos siempre vestida con ropa holgada. Pasó mucho tiempo hasta que me sentí conforme con mi piel. Tuve un problema de kilos, solo quería adelgazar. Inclusive llegué a vomitar. Estuve muy obsesionada con no pesar mucho. Después empecé a aceptarme y a sentirme bien, a hacer las paces conmigo. Representa todo un trabajo aceptar el cuerpo que te tocó y saber que lo tienes que hacer es mantenerte sana, cuidarte. No sabes la presión que tenemos las mujeres encima, ¡es una pasada!, te llegan mensajes a las redes sociales que te afectan mucho. Pero hoy me siento dueña de mi cuerpo y lo hago notar.

PLAYBOY: Independientemente de que ‘Dame bien’ sea una canción que hable de sexo, la frase “nadie va a morir, nada va a explotar” es algo que necesitamos escuchar en esta pandemia, ¿te encuentras en el mismo cajón que Nach o Xhelazz u otros raperos que hacen poesía? ¿Llevas un diario?

RODRÍGUEZ: Admiro mucho a Nach, tenemos una canción juntos en nuestros primeros días, pero no me veo para nada escribiendo como él. Soy súper abstracta. No me veo en su estilo, porque el mío es mucho más caótico. Cuando escribí esta canción que mencionas, me sentí muy llena de ironía. Guaynaa me preguntaba: “¿qué dice el coro, que nadie va a morir?”, y le respondí: “que estés tranquilo, que todo irá bien porque yo tengo el control”.

PLAYBOY: En ‘Peleadora’ dices que el infierno está en la tierra y, de hecho, es lo que sostiene la filosofía oriental.

RODRÍGUEZ: Yo creo que este lugar es un infierno y hasta hace seis años que empecé a meditar, no le veía mucha salida. Estaba perdida, pero empecé a hacer una meditación que se llama Falun Dafa y me ha ayudado mucho. Sé que gran parte de la filosofía oriental se basa en LaoTse, Buda y Confucio, y a mí me gusta pensar que todo lo que vivimos son pruebas que debemos superar para que un día, por fin, podamos salir del infierno.

 

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