Ely Guerra: “Zion fue un trancazo emocional”

La cantautora regiomontana Ely Guerra suma 29 años de trayectoria, cuenta con ocho discos de estudio, un disco acústico y cientos de colaboraciones con artistas internacionales. Ha sido ganadora tres veces de los Latin Grammy y el año pasado estrenó Zion
En casi tres décadas de historia, ha trabajado con productores destacados como Camilo Froideval, Frank Filipeti, Emmanuel del Real; y ha compartido talento escénico con importantes figuras como Natalia Lafourcade, Alondra de la Parra, Armando Manzanero y Eugenia León, entre otros.
La mutación

Ely Guerra presentando Zion en el Tecate Pal’Norte 2021. (@soykenilo)
Esos años en la música ha visto cosechada una sólida carrera, misma que ha gestado de manera independiente. Sus materiales le han enseñado que el camino de la música se traza a base de dedicación; en cada uno de ellos, ha mutado, siendo ahora la mujer que es, a sus casi 50 años de edad.
Sin duda, Ely Guerra nos ha entregado álbumes memorables, pero este último que lleva por título Zion (2019), es el más introspectivo y largo en su proceso creativo. Un material, grabado y producido por la cantante. Tardó seis años en terminarse y son canciones enteramente vocales, sin ningún acompañamiento de músicos. Sólo ella y su voz.
60 PERIODISTAS DIJERON: 60 ACIERTOS Y DESACIERTOS DE ROMPAN TODO
¿Qué significa estar cerca de cumplir 30 años de trayectoria?
Es algo muy profundo, no me hago a la idea de que van a ser 30 años y hay que celebrarlo de lo lindo. Tiene muchos matices. Es una carrera compleja a la que decidí dedicarme, me ha tocado defender muchas circunstancias. Si regresara al momento de inicio, podría decir que me encuentro en un lugar muy parecido.
Me tocó defender mi lugar por ser mujer y ahora hay otras circunstancias que defender. Respecto a que cumpliré 50 años, no sé si quiero seguir escribiendo de la misma Hacer un disco como Zion, representó un reto, porque fue un proyecto extraño, con una propuesta diferente, fue como volver a comenzar.
Ser músico es establecer puentes con aquellos que se ven reflejados con el espejo de tus canciones, de tus letras, y eso tiene su intensidad.
Ver esta publicación en Instagram
¿Qué opinas sobre la feminidad en el rock?
Es un lugar seguro, un lugar bonito al que pertenecemos. Me gusta que haya ido creciendo y conjuntándose con otras creadoras, me confieso ser una gran observadora del movimiento femenino. Ver esta nueva generación de mujeres que están haciendo su propio cimiento es bello. Siento que cada una de nosotras está formando algo único y especial.
Has trabajado con diversos productores, pero respecto a Camilo Froideival, ¿ha sido un cómplice importante?
Milo y yo somos amigos. Hicimos Hombre Invisible en una etapa que no nos conocíamos y desde entones nació una mancuerna musical. Milo es un hombre con el que se puede trabajar, un personaje talentoso que entiende muy bien al músico. Está conmigo en escenario para tocar Zion y juntos somos un complemento.
Amazonica: “quiero ser un puente entre el pasado y el presente”
El retiro espiritual de Zion
Con Hombre Invisible, empezaste a dar señales de hacer un disco más vocal.
Sí, usamos muchos recursos vocales para Hombre Invisible. Ese disco tiró mucho puente y quizá no lo sabía, a eso es lo que llamo evolución musical. Es lo que siento en mi trabajo, que un disco como Hombre Invisible me llevara a desear grabar algo enteramente vocal, es cierto.
Después hicimos El Origen, que fue aterrizar esas canciones en dos voces: piano y voz. Durante esa extensa gira de El Origen, se fue formando Zion y fue fascinante.
¿El Origen te enseñó que el piano y la voz son cómplices a la hora de componer?
No, el piano siempre me lo ha enseñado. He estado rodeada de pianistas increíbles, siempre han sido una base. El piano ha estado presente en cada uno de mis discos de manera natural.
Zion llegó en un momento importante de tu vida, ¿el proceso de composición representó una especie de retiro espiritual?
Zion es un disco que me mostró mi yo internos. Toqué fondo, me hizo reflexionar en un momento clave, al final de mis cuarenta. Escribo este disco en esta década y fue una forma de hacer una reflexión. No sé si se retiro espiritual, (risas) más bien un trancazo.
