Por: Ricardo Enríquez (@richiedf)
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Para poder entender este conflicto es necesario conocer a los implicados y los hechos.
El martes fue presentado el sitio de Internet Méxicoleaks que, como su nombre lo dice, busca emular al globalmente famoso Wikileaks y permitirle a la sociedad compartir documentos de manera anónima con periodistas y organizaciones civiles para su investigación y publicación. Vaya, si tú tienes acceso a un documento que consideras de interés público (una sospechosa partida presupuestaria, por ejemplo) y no sabes a bien qué hacer con él, podrías compartirlo con dichos periodistas y organizaciones, y que ellos investiguen si efectivamente es relevante o son meras ideas tuyas.
Méxicoleaks se describe a sí misma como una plataforma independiente y ciudadana, y entre los medios que le dan solidez se encuentran Proceso, Animal Político, Emeequis y La Red en Defensa de los Derechos Digitales –por mencionar algunos– además, por supuesto, Unidad Aristegui/MVS, uno de los grupos periodísticos más importantes del país.
Parece que la decisión de Unidad Aristegui de aparecer como “Unidad Aristegui/MVS” no le hizo mucha gracia a la empresa MVS y lo consideró un abuso de confianza. La empresa sostiene que aunque la plataforma Méxicoleaks, le parece respetable, “la disposición indebida de facultades, marcas y recursos de la empresa” es un problema. Es decir, MVS considera que la periodista está haciendo caravana con sombrero ajeno.
No lo sabemos pero, en este momento se libra una pequeña campaña digital bajo la bandera de #EnDefensaDeAristegui, a manera de apoyo a la periodista ante la respuesta de la empresa de Joaquín Vargas.
El surgimiento –y sostenimiento– de una plataforma como Méxicoleaks es un logro para la transparencia y el derecho a la información. La ciudadanía tendrá la oportunidad de tomar un lugar como oposición, que tanta falta hacer en este país. ¿Tú qué opinas? Cuéntanos en comentarios.