Bebe Rexha comenzó su carrera detrás en el escritorio, creando las letras para artistas de la talla de Rihanna, Selena Gomez y Nick Jonas. Su talento era mucho más grande que su tinta y en 2015 debutó como artista solitaria con su álbum I Don’t Wanna Grow Up.
A pesar de lo que anunciaba su primer disco, creció sin igual, en buena parte gracias a sus colaboraciones y su capacidad de adaptarse a diversos géneros. Para nosotros el talento musical no era la única razón para seguirla, su cuerpo y facciones iban en contra de las delgadas cantantes de pop convencionales. Una artista que nos inspiraba en todos los sentidos.
La industria no puede con ese cuerpo que levanta nuestra libido y en la víspera de los premios Grammy afirmó que tenía problemas por encontrar a un diseñador que hiciera su vestido. Pocos eran los que podían con aquellas curvas. Al final sí consiguió un diseñador y les demostró a los “expertos” que el tiempo de las delgadas ya está pasando.
Nosotros sí la apreciamos tal y como es. Sin duda una mujer a seguir, tanto en Instagram como musicalmente.
Imágenes: @beberexha