Más accidentada que cualquiera de sus escenas de sexo extremo, así fue la grabación del video “Fuego en tu mirada”, con el que la actriz porno mexicana Annie Sex Teen incursionó en el mundo de la música.
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“Fue toda una aventura, muy divertida. Nos fuimos a una isla que está en Veracruz. Se llama ‘La Isla de En Medio’ y estábamos prácticamente solitos. Casi no se veían personas. Comenzamos a filmar, pero como tenía que escuchar la música, traía mi celular y en la parte del video en la que me meto al mar, me agaché y se me cayó. Eché a perder mi teléfono. Además, tuvimos un invitado especial, algo que no estaba planeado. Era un pelícano que sale en el video. Fue una experiencia muy bonita, pero aunque se ve muy fácil hacer algo así, no lo es tanto”, me cuenta desde su estudio en Puebla la que enla vida real lleva por nombre Mayra López.
Annie Sex Teen suma más de una década generando contenido sexual explícito. Ha trabajado de manera independiente y con productoras más establecidas, mueve contenido erótico en las redes, hasta donde las redes lo permiten y por supuesto, en el llamado ‘azulito’. Incluso ha ‘flasheado’ (quitarse la ropa) en la calle y una vez subió a desnudarse en el transporte público de Puebla como protesta a la inseguridad. El video se puede ver en la red.
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Pero ahora también le ha entrado de lleno a la música. En Spotify viven varias de sus canciones, como “Y la queso”, “Bellaka” y “Sacúdelo”. No podía ser de otra forma. Annie le pega al género que por su desbordada sexualidad y su indiscutible lascivia se equipara a una especie de pornografía para escuchar: el reggaetón.
“Cooper J escribió ’Fuego en tu mirada’, es un productor de Veracruz que estuvo viviendo aquí en Puebla. Me dijo que tenía una canción sin terminar, me la mostró y le cambiamos algunas cosas. Luego la grabé, aquí, en mi oficina. Queríamos ver cómo quedaba antes de entrar al estudio. Me gustó muchísimo, pero había un detalle que no me convencía: era demasiado romántica, muy relax y la verdad yo me quería ir más por el reggaetón”.
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Annie guardó el track durante varios meses, comenzó a lanzar otros singles mucho más propicios para perrear hasta el suelo y un día, se decidió a mostrarla al mundo.
Annie Sex Teen
El de Annie Sex Teen en el porno ha sido un camino similar al de muchas de sus colegas. Entró por la puerta del ambiente swinger.
Trabajaba como anfitriona en un club y aunque en ese momento aún no interactuaba con otras parejas, era la encargada de darles la bienvenida a los nuevos y hacer que se sintieran, valga la palabra, ‘acogidos’.
“Llegaban con muchas dudas y básicamente yo tenía que hacerla de Cupido con ellas”, recuerda entre risas.
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Pero la curiosidad la carcomía por dentro desde antes. Ella dice que desde que tenía 16 años solía investigar muchísimo acerca de diversas prácticas eróticas. Llegado el momento, ya de adulta y luego de haber experimentado con lo más ‘vainilla’ (convencional), le propuso a su marido, David, quien hoy también se dedica profesionalmente al porno, que dieran el paso a lo que en el ambiente SW se conoce como ‘ínter’ o intercambio de parejas.
“La primera vez que organizamos una fiesta sólo llegó una pareja y nos quedamos con cara de: ¿y ahora qué hacemos?”.
Pero las cosas fluyeron. El consenso es el mejor lubricante social, así que rápidamente Annie y David se volvieron muy populares en el mundo swinger. Sobre todo, porque protagonizaban toda serie de escaramuzas sexuales con las parejas que se los proponían. Hasta que llegó alguien que le dijo a Annie:
—Estás muy bonita, deberías ser más selectiva, darte a desear.
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Hasta ese momento ella no lo había pensado. Como la canción de Cindy Lauper, la chica sólo quería divertirse.
“Antes el chiste sólo era interactuar, casi casi con lo que cayera. Bueno, no tanto así, pero casi”, reconoce otra vez con su singular picardía.
Razón no le faltaba a aquel consejero. Porque Annie es una mujer muy hermosa. Tal como lo dice su ‘nickname’ de redes sociales, su talla ‘petite’ y sus facciones son las de una Lolita que haría perder la compostura al mismísimo Nabokov. En su mirada hierve un embrujo que mezcla una (falsa) inocencia y una (deliberada) lascivia por partes iguales.
Una cosa llevó a la otra. Dentro del ambiente, Annie y David descubrieron lo mucho que les gustaba ser observados. Incluso en escenarios ajenos a la discreción del SW.
“Siempre he sido muy exhibicionista. Nosotros íbamos a muchos antros convencionales y yo sólo estaba esperando que iniciara la música para quitarme la ropa. Nunca me molestó que la gente grabara ni me atormentaba que al rato mi video fuera a estar en las redes. Hasta puedo decir que me gustaba la idea”.
Annie Sex Teen
Fue así que se decidió a entrar a la industria XXX. Su primera vez tuvo lugar en la inauguración de una sex shop en la que el espectáculo sería la grabación en vivo de una escena porno. Para Annie no resultó complicado tener relaciones sexuales con tantos ojos puestos en ella, pero sí diferente. Ahí se dio cuenta que a diferencia de lo que tiene lugar en la intimidad, cuando se realiza contenido se proiriza la ‘calidad’ de lo que se ve por encima de lo que se siente. Es decir, que hay que realizar piruetas para que las cámaras capturen el mejor ángulo.
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“Yo creo que el porno en general es para hombres y mujeres, muchos de mis seguidores son hombres, pero también muchas son parejas. Hay mujeres que compran contenido, no sé, para sacar ideas de posiciones que intentar con sus maridos, pero también hay las que me preguntan dónde compro mi lencería. Es más, hay chicas que me han comprado videos personalizados para sus esposos”.
Anie Quinn
Annie Sex Teen cuando se refiere a su música prefiere ser llamada Anie Quinn. Es consciente del paso del tiempo. Su belleza no se ha extinguido, pero ha madurado y adquirido una personalidad mucho más seductora. Sabe que, sin embargo, resultará muy complicado sacarse de encima el nombre artístico con el que la reconocen y le ha valido miles de seguidores.
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“A lo mejor llega un día en que me googleen como ‘Annie Sex Teen’ y ya no me encuentran. Pero falta mucho para eso, voy poquito a poquito. Si me das a elegir entre el porno y la música, pues obviamente me quedaré donde me vaya mejor”.