Detrás de los calzones de Victoria

Conoce los antecedentes de la marca de lencería más famosa del mundo, Victoria’s Secret, creada por un hombre que quiso hacerte sentir cómodo cuando le compres una tanga a tu mujer. Difícil de Creer.
Por Sergio Sepúlveda (@SERGESEPULVEDA)
Alguna vez en este espacio confesé que soy fanático de la lencería. En los juegos de seducción, me excita más una mujer con sexy y delicada ropa interior que un desnudo total. No sé en qué momento nació mi gusto, pero recuerdo muy bien cuándo compré por primera vez lencería para una novia.
Un día de 1987 me fui al centro comercial Plaza Satélite. Los varios paseos en ese lugar con mis padres me ayudaron a ubicar una tienda con un amplio inventario de lencería inquietante. Yo me paré ahí.
Cuando entré al local lo primero que deseaba era escapar. Fui valiente y me planté. Intenté reflejar seguridad y mostrarme como un hombre experimentado, aun cuando era menor de edad. La chica que atendía se puso a mis órdenes y yo sin levantar la mirada le argumenté que mi novia iba a cumplir años y quería regalarle unos pantys sensuales. Mentiras, no eran para su cumpleaños y el regalo en realidad sería para mis ojos que se maravillarían al vérselos puestos.
Salí del lugar sonrojado, sudoroso, con una bolsa que llevaba envueltos dos paquetes de lujuria blanca, satinada y encajosa.
Al pasar los años leí una historia muy parecida a la mía, sólo que el protagonista fue un estadounidense de nombre Roy Larson Raymond, quien aseguró sentirse avergonzado e incómodo, juzgado por miradas, cuando quiso comprarle ropa interior a su esposa en una tienda departamental. Lo bueno es que el bochornoso momento le produjo una gran idea que se llamaría Victoria’s Secret. Así fue, Roy decidió invertir su dinero creando una tienda de lencería donde mujeres y hombres se sintieran seducidos, pero sobre todo los varones estuvieran cómodos para comprar calzones y más.
En 1977 abrió el primer local con una inversión inicial de 80 mil dólares y obtuvo ganancias por 500 mil dólares el primer año. Después expandió el negocio a la venta por catálogo y abrió tres tiendas más. Es válido decir que para Roy todo iba viento en pompa.
Llegó 1982, ya con seis tiendas en operación y un catálogo de 42 páginas que le daban ganancias de 6 millones de dólares, pero el olfato para los negocios traicionó a Roy. Ese año decidió vender el secreto de Victoria por un millón de dólares. Un gran negocio si recordamos que su inversión primaria fue de menos de cien mil dólares. Sin embargo, se arrepentiría.
En 1984, Roy abrió una tienda de ropa para niños que terminó por quebrar en 1986 y la historia se volvió más dramática; mientras Victoria’s Secret se convirtió en los primeros años de la década de los noventa en una marca poderosa que ganaba mil millones de dólares anualmente, el 26 de agosto de 1993 Roy Raymond decidió dejar atrás la frustración de haber dejado escapar la gallina de los huevos de oro y se quitó la vida lanzándose del puente Golden Gate de San Francisco.
De Tarea
1. La excitación al ver a una mujer en brasier y calzones no es un trastorno sexual, sería una parafilia sólo si actuáramos sobre la ropa interior. Por ejemplo, la clastomanía es la excitación por arrancar o despedazar la ropa íntima de una mujer.
2. Burusera se le llama a la venta de ropa interior femenina usada. Es un gran negocio para las colegialas japonesas que así se ayudan para pagar sus estudios y otros caprichos. Hay tiendas donde el comprador adquiere la ropa, pero también está la modalidad Namasera en que la joven que vende su ropa acude al punto de venta con los calzones puestos y al llegar al lugar se los quita para entregar fresca la mercancía.
3. El nombre Victoria’s Secret es un misterio, pero todo apunta a la Reina Victoria quien en el siglo xix impulsó en su corte el uso del corsé que tantas curvas pronunciadas nos heredó. Además, las primeras tiendas de esta compañía presentaban ambientes victorianos.
4. Muchas celebridades quisieran ser un ángel de Victoria y son rechazadas principalmente porque el concepto no busca actrices que representen la ropa y también porque las modelos de Victoria deben medir 1 metro con 76 centímetros como mínimo.
5. Aunque la empresa se fundó pensando en que fuera del agrado de los hombres, el 98 por ciento de sus empleados es mujer y su objetivo es complacer al público femenino. Saben que los hombres al ver una tienda de Victoria pensamos en tener sexo y las mujeres al ver el aparador piensan en sentirse sensuales.
Por mi parte, yo sugiero que la próxima oportunidad que compres o te pongas un calzón de Victoria’s Secret, tal vez para este fin de año, al menos en tu cabeza digas: “gracias Roy”.
Que tengas felices fiestas y un 2015 Difícil de Creer.