Las formas del placer: 5 tipos de vulvas que deberías conocer

Así como hay infinidad de tipos de penes —largos, curvos, delgados, gruesos— también las vulvas vienen en una amplia y hermosa diversidad de formas. No hay una mejor que otra, ni una más deseable: todas son únicas, funcionales y merecen ser celebradas. Porque la belleza no está en lo simétrico, sino en lo auténtico.

Estos son cinco tipos comunes de vulvas con descripciones que seguramente coinciden con las experiencias íntimas que has vivido. ¿Lo más importante? Que ella disfrute plenamente de su sexualidad y que tú sepas apreciarla, no solo por cómo luce, sino por todo lo que representa.

1. La de cortinas

Este tipo de vulva se caracteriza por tener los labios menores extendidos hacia fuera de los labios mayores. Pueden sobresalir ligeramente o colgar de forma más notoria. Es una de las formas más comunes y absolutamente natural. Algunas mujeres pueden sentir inseguridad por su apariencia, pero la verdad es que es tan funcional y sensual como cualquier otra. La clave está en disfrutarla, no en juzgarla.

2. La “pata de camello”

Sí, el término se ha popularizado en gimnasios y ropa deportiva, pero más allá del apodo, se trata de una vulva con labios menores completamente ocultos dentro de los mayores, los cuales se ajustan más al hueso púbico. Suele ser considerada “estética” por su simetría visual, pero cuidado: pensar que esta forma es la “ideal” es tan erróneo como limitar el placer a una sola postura sexual.

3. La pachona

Podríamos describirla como una versión más “acolchonada” de la anterior. Aquí, los labios mayores son más prominentes: ya sea más carnosos o más flácidos, dependiendo de factores como la genética, la edad o la maternidad. Algunos hombres la encuentran especialmente placentera durante el sexo oral, y muchas mujeres disfrutan su sensación envolvente. No subestimes su capacidad de dar y recibir placer.

4. La tipo tulipán

Visualmente, se parece a una flor a punto de abrirse: los labios menores son visibles, pero solo en parte, asomándose entre los labios mayores. Tiene un equilibrio delicado entre lo expuesto y lo oculto, y muchas mujeres la consideran una de las más sensuales por su aspecto “en floración”. Su belleza radica en lo sutil y lo sugerente.

5. La “suela de caballo”

El nombre puede sonar rudo, pero en realidad se refiere a una forma más ancha en la parte superior de la vulva, donde los labios mayores son largos y cubren en gran parte los menores, sin que estos sobresalgan demasiado. Suele observarse más en mujeres con una pelvis más ancha o labios elongados. Visualmente es única y en la práctica, puede ofrecer sensaciones distintas durante la penetración.

Lo que realmente importa…

No importa cómo luzca: la clave está en conocerla, explorarla y respetarla. La vulva no es solo una parte del cuerpo; es un mapa de placer, un símbolo de poder y un templo de conexión. Así como ellas se entregan al deseo, nosotros también debemos estar dispuestos a explorar más allá de lo obvio, con curiosidad y sin prejuicios.

Cada cuerpo es distinto, y eso no solo es normal: es delicioso. Porque cuando el deseo se acompaña de aceptación, el sexo se convierte en algo más que físico: se vuelve libertad.