Por Iván Farías
Conocí a Isaac Ezban brevemente en el festival Macabro del año pasado. Estaba rodeado de un grupo de entusiastas del terror que le preguntaban por su película El Incidente, que acaba de postproducir. Era la premier de México Bárbaro, donde contribuía con un segmento, a la postre el que más destacaba por tratarse de una obra de humor muy negro y lleno de una mala leche sexual. Fue en Masacre en Xoco, el último festín de cine de terror del año, en que por fin pude ver El incidente, con parte del reparto. Fue un tremendo golpe. Yo como muchos que ya la han visto en festivales alrededor del mundo, de Canadá a Japón, de España a Brasil, hemos quedado gratamente sorprendidos de esta película filmada en solo dos escenarios, con pocos actores y con una premisa que entronca el terror con la ciencia ficción. Por eso en Playboy decidimos entrevistar a este director mexicano que dentro de poco reventará las taquillas en México. El incidente se estrena el 10 de septiembre en nuestro país.
El cine de género en México es actualmente muy escaso. ¿Cómo fue levantar un proyecto como El incidente?
Es verdad, normalmente el cine que se hace en México es de otro estilo, se hacen muchas comedias, o dramas íntimos y minimalistas más como de corte social, hay poco cine de género. Aunque estamos viviendo un resurgimiento del cine de género nacional. Y no sólo en México sino en toda Latinoamérica, cada vez está tomando más fuerza nuestro cine de género. Cada vez se está haciendo más, estamos viviendo un resurgimiento. Y mucho de este cine de género se hace con fondos independientes, como El Incidente, pero también mucho se ha hecho sí con apoyos gubernamentales como los del IMCINE, como Los Parecidos, mi segunda película, que se hizo con el apoyo de FIDECINE y EFICINE.
Me dedico al cine de género porque es el que más me gusta desde que tengo memoria, ya sea cine de terror o de ciencia ficción. Son las películas que más me mueven o impactan y muchas de mis referencias o de las cosas que intento hacer están basadas en cosas que he visto de ese género. Filmo cine de género porque representa lo que más me gusta: la gran magia del cine recae en el hecho de poder experimentar todo tipo de sensaciones, risa, llanto, terror profundo, suspenso, pero sin arriesgar realmente nada, ya que sólo estás sentado en una sala de cine.
El guión es una cosa muy extraña. No es historia fácil de digerir, ¿cómo fue explicarle a los actores el guión?
Es cierto, no es en realidad un guión que siga al pie de la letra todas las típicas estructuras de guión, pero la verdad es que nunca me ha gustado mucho seguir esas estructuras. Hay películas que las siguen y que funcionan muy bien, no tengo nada en contra de esas estructuras, pero yo admiro mucho también las películas que las rompen por completo, películas en las que, por ejemplo, a la mitad de la película se nos mueren todos los personajes principales y empieza otra película con otros personajes. Cuando veo algo así digo: ¡wow!, que increíble yo quiero hacer algo así.
Me gusta mucho la ciencia ficción psicológica, aquella basada en los personajes, en la que se puede estar acabando el mundo pero todo lo vemos desde la perspectiva de unos personajes encerrados en un sótano y en la que el elemento CF se usa como una metáfora para hablar de algo muy real. En mi película quise hacer una metáfora sobre el paso del tiempo, el paso de la vida, como crecemos, envejecemos, cambiamos física y emocionalmente, las decisiones que tomamos, lo que es aprovechar el presente.
Me influenció mucho la ciencia ficción de los 50s y 60s, como episodios de La Dimensión Desconocida o The Outer Limits. Me influenció mucho también Lost, Inception, Holy Motors y Cloud Atlas. Pero también Stephen King, Cortázar y Borges.
Yo tenía varios guiones que tocaban el tema del paso de tiempo y quería ya hacer mi opera prima, pero muchos de esos proyectos eran ambiciosos y complicados para una primera película. Leí Cloud Atlas de David Mitchell y quedé muy impresionado de cómo el autor iba saltando de una historia a otra.
Muchas veces los actores o incluso algunos miembros del crew no entendían algunas cosas, pero tuve la enorme fortuna de contar con personas que confiaron en visión y se subieron al barco. Me siento muy afortunado por tanta gente que confió en mí y me apoyó para este proyecto.
“Me dedico al cine de género porque es el que más me gusta desde que tengo memoria”: Isaac Ezban
En toda la película se siente una referencia constante a Philip K. Dick. ¿Qué me podrías decir de él?
En general es una película llena de referencias a muchas cosas, soy un geek de las referencias, me encanta reconocer referencias o easter eggs en las películas y pues quería hacer eso en la mía. Hay muchas referencias a LOST, hay referencias a LA DIMENSIÓN DESCONOCIDA y por supuesto muchas referencias a Philip K. Dick, un autor al que admiro muchísimo.
Muchas de mis referencias en general para construír esta historia eran sobre la ciencia ficción de los 50 y 60, pero no solo en el cine, también en la literatura, y uno de sus principales exponentes fue Philip K. Dick. Sobretodo quise referenciarlo mucho a él porque en muchos de sus trabajos, Philip K. Dick hablaban de un personaje viviendo en una realidad que no es “realmente” la realidad. Sin contar mucho para no arruinarles la película, en EL INCIDENTE hay un poco de eso. De todos los libros de Philip K. Dick, el que más toca este tipo de conflictos es TIME OUT OF JOINT (llamado en español TIEMPO ARTICULADO), por eso quise referenciarlo en la película de forma muy directa: que los personajes tuvieran una copia para leer durante su encierro en las escaleras.
Desde mis primeras ideas para el guión siempre tuve claro que quería que los personajes estuvieran encerrados con un libro y tuvieran que leerlo y leerlo eternamente, como esa pregunta que luego te hacen de: ¿y si te quedarías en una isla para siempre, que libro te llevarías?
¿Cómo fue la filmación?
Fue un rodaje muy independiente, con muchísimos retos, porque de entrada al principio pensé erróneamente que no era una película muy ambiciosa. Dos personajes, dos escenarios. Después en la preproducción nos dimos cuenta, mis productores Salomón Askenazi y Miriam Mercado, que era ambiciosísima en todos los sentidos: en locaciones, en arte, en casting, en concepto en general.
Fue un rodaje muy contrastante, imagina solamente: filmamos cuatro semanas, las primeras dos semanas encerrados en unas escaleras, ¡claustrofóbico! Treinta y cinco personas encerrados en unas escaleras, sin ver nunca la luz del día. Éramos casi como nuestros personajes. Las siguientes dos semanas totalmente lo opuesto: en una carretera infinita, 6 km todo derecho, un espacio amplio, con la naturaleza, la lluvia, mosquitos, sol. Recuerdo que solía hacer el ejercicio de preguntarle al crew en las primeras semanas de rodaje: si se quedarían atrapados en un incidente ¿En qué espacio les gustaría más que esto les pase, en las escaleras o la carretera? Cuando estábamos en las escaleras todos decían que en la carretera. Cuando estábamos en la carretera ya todos decían, no, que horror carretera, mejor en las escaleras. Siempre queremos lo que no tenemos.
En las escaleras fue muy chistoso que filmamos en un edificio habitacional, el Vyve Churubusco, el cual conseguimos porque estaba habitado en un 30%. Nos decíamos, ¿No sería muy chistoso si los vecinos deciden tomar las escaleras un día y se encuentran con toda esta locura? Eventualmente pasó, unos vecinos bajaron por las escaleras y no podían creer todo lo que veían. Se tomaban fotos y decían: por favor nunca quiten nada de esto, es un gran museo. Lo tuvimos que quitar y por más que pintamos y repintamos las paredes, no nos devolvieron el depósito en garantía, porque no pudo quedar igual que como antes.
La directora de arte de la película, Adelle Achar, se rifó durísimo. Imagínate todo ese diseño de producción con un presupuesto diminuto. En la segunda semana de rodaje, la semana más complicada en cuanto a arte en la película, Adelle incluso se quedaba a dormir en las escaleras para poder terminar la decoración a tiempo. No dormía más de 2 o 3 horas. Cuando despertaba se lavaba los dientes con el cepillo de los personajes y se bañaba como los personajes. Ya era un personaje más.
Te ha ido muy bien en festivales. ¿Cómo ha sido tu andadura en festivales en el mundo? ¿Cómo esperas el recibimiento en México?
Sí, afortunadamente hemos tenido un gran recibimiento en festivales y estoy muy contento al respecto. Empezamos en Cannes en mayo 2014, donde se proyectó la película en las Blood Window Midnight Galas, y luego la premiere mundial oficial fue en Fantastic Fest en septiembre 2014. A partir de ahí hemos arrancado una gira de festivales de no parar: después de Fantastic Fest nos fuimos a Busan, el festival más importante de Asia, en Corea, para la premiere en Asia, y luego luego a Sitges, en España, el festival de género más importante del mundo, entonces tuvimos 3 semanas increíbles en las que en tan solo 3 semanas se estrenó la película en 3 continentes.
En México, fue adquirida por Cine Canibal para distribución, algo que me da mucho gusto. La película tiene su estreno en cines ya la siguiente semana. Creo que es una historia universal con la que todos nos podemos identificar y además, a pesar de que es una película que le pide varios retos al espectador, también creo que es intensa y entretenida, y espero que eso haga que pueda ser comercialmente viable para todo público.
Hay gente que ya te compra con los grandes, Nolan, por ejemplo. ¿Cómo afecta esto a tu trabajo?
Pues por un lado me da muchísimo gusto, no por lo que dicen de mí como director, sino por darme cuenta que tuve claras mis referencias y se ven en pantalla. Por otra parte, me da mucha pena escuchar ese tipo de comparaciones, porque no manches, Nolan es Nolan, no hay comparación. Lo que hacen es cargarme de presión y expectativa, tanto de esta película como de lo que está por venir. Ha sido un año muy loco y espero que los que vienen sean, aún más locos. Como dicen en El Incidente: la única salida es seguir avanzando.
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