#HombresNecios: Mi amor, ¿qué es Tinder?

Una app puede de poner de cabeza al mundo, como le sucedió a nuestra directora editorial. Toma nota, ya sabes qué responder si te sorprenden.

Reunión de amigos. Mezcal en la mesa. Naranjas espolvoreadas con chile de gusano de maguey. Botanas muy gourmets. Todos avorazados y concentrados en la mesa de centro de la casa de los anfitriones. Unos echados en el piso, otros recostados en el sillón y unos más muy erguidos en algunas sillas, pero todos relajados.

Súbitamente una amiga dice: ya encontré la solución para conservar mi relación a distancia: Tinder.

Yo pregunto inocentemente, “¿qué es eso?” Y todos se me dejan venir encima al unísono. ¿Nooooo sabes? Mis amigos gays me explican: “es como Grinder, ¿te acuerdas?, la app con la que puedes ligar. Te dice quiénes están cerca de ti a la redonda y que están disponibles para ‘conocer’ gente. Se vincula a tu Facebook y escoge fotos de tu perfil. Entonces cualquiera que esté interesado te da un ‘tipo like’ y si tú correspondes se abre un chat y pues ya, tú dirás”.

Digo en voz alta “qué oso que se publique en Face ‘estoy ligando’ ‘urge’”. Se burlan de mí y me dicen: “tranquila, en Face no se publica que tienes la app”.

—¡Ah!, ¿no?

Tiro acertado y bien centrado en el blanco.

Pienso, es la mejor manera de ser infiel sin que “alguien” se entere. Me vienen imágenes de mi susodicho enajenado en el cel. ¿Sabrá lo que es? No tengo dudas sobre él, pero… si parte de sus negocios tienen que ver con esto, seguro que sabe. Claro que la tiene para conocerla y analizar su funcionamiento. ¿O no? Descarga todo. A eso, y otras muchas cosas más, se dedica, ¿no?. Me cuenta de muchas apps nuevas, pero de esta nada. ¿La tendrá?

Llego a casa como aquello de las 3 am. No me resisto, descargo Tinder. Paso dos horas explorando. Comienzo a repasar fulanos y entre temerosa y divertida me expreso desinhibida, gracias al mezcal: ¡Qué horror de hombre! ¿Y a éste quién le dijo que tenía posibilidades? ¡Jajajajaja! Pobre si jura que va a lograr algo aquí. ¡Uy! Éste se equivocó, debería de irse a la versión gay. A éste que le ayuden a comprarse ropa. ¡Ah caray, éste no está mal! Mmmmm extranjeros, ¡qué bien! ¡Ay cabrón, a éste lo conozco! Ta’ madre, ¡este es mi vecino! No inventes, este es el todavía esposo de mi amiga, aún no firman el divorcio y ya está aquí. Éste ya sé quién es y está casadoooo. Y este canijo es el nuevo date de otra amiga. Y este gringo dice que tiene 82 amigos en común conmigo a través de Facebook. Oh, oh, el mejor amigo de mi novio. Y este otro mocoso trabaja con él, es su mensajero. Todo México está aquí. ¡omg!

Me entra el pánico de ser descubierta. Después de algún par de cientos de hombres huyo. Doy de baja la cuenta.

Al día siguiente me alisto para ir al cumpleaños de un amigo. El guapo mío llega por mí y tenemos una tarde maravillosa en compañía de ellos. Contemplo la gran fiesta y voy palomeando imaginariamente a los que sé que están en Tinder. Me alegro mucho de no haber encontrado a mi hombre ahí publicándose como “disponible”, porque en lugar de ir tomados de la mano en el auto de regreso a casa, el pobre estaría tratando de apagar el fuego de Troya.

Pero aún así, muero de curiosidad. ¿Sabrá lo qué es? Me animo a preguntar:

—Mi amor, ¿qué es Tinder?
—La nueva app que tienes en tu cel, mi vida.

Ya luego les cuento cómo saqué el barco a flote. Playboys, ¡aguas! Esas apps, como las armas, las maneja el diablo. Así que ya saben qué responder si su linda bunnie les pregunta sobre esto. Recuerden: cuando ustedes van, nosotras ya venimos. No hay pregunta inocente. Si los cuestiona es porque ella ya sabe, no se cuánto, lo que es.  ¡Ah, qué susto!

*Nota a mi novio: Mi amor, todo fue una investigación para honrar al periodismo.