La extraña historia del hentai y los tentáculos eróticos
Tenemos una relación ambivalente con la cultura japonesa, es cercana cuando pensamos en los animes de nuestra infancia como Dragon Ball, Ranma ½ y Mazinger Z; pero se aleja cuando conocemos su extremo individualismo, su terror por el contacto físico y su obsesión por el trabajo que en ocasiones los lleva al suicidio.
Entre estos contrastes se encuentra ese extraño rincón del hentai que plasma a hermosas mujeres frente a terribles monstruos con cientos de tentáculos. La lucha en la mayoría de las ocasiones se convierte en una violación, donde el horrífico ser introduce sus largos y múltiples miembros en cada cavidad de la desamparada protagonista.
En principio estas escenas carecen de sentido, el hentai se caracteriza por su contenido erótico, ¿esta clase de representaciones siguen la norma?, ¿qué persona considera a los tentáculos eróticos? Para poder entender esta extraña obsesión es necesario remontarse al origen de las ilustraciones sexuales japonesas.
La relación de los japoneses con imágenes eróticas se remonta al período Edo (1603-1867), donde surgieron pequeñas obras llamadas shunga, o “imágenes primaverales”, que presentaban escenas sexuales explícitas.
Las obras eran tesoros que se heredaban por generaciones, el valor no sólo se apreciaba por las escenas representadas, también lo aumentaba la calidad de los materiales con las que eran hechas.
La importancia no sólo residía en su valor material, los shunga eran amuletos que los guerreros llevaban consigo para encontrar fuerza o para tener suerte en el campo de batalla; mientras que en el hogar lo protegían de incendios u otra catástrofe natural. Asimismo, tenían una importancia práctica al servir como guías visuales para instruir a nacientes matrimonios.
Otro tipo de shunga fue bautizado como waraie, o pintura cómica. Como su nombre lo indica, el punto era mostrar una escena sexual cómica, de ahí que estuviera plagado de órganos enormes, gatos juguetones y flatulencias. Es en este mundo donde encontramos el primer uso erótico de los tentáculos.
Parte de este tipo de arte humorístico es ‘El sueño de la esposa del pescador’, que el famoso Katsushika Hokusai (1760-1849) pintó en 1814. El cuadro hasta nuestros días causa controversia y extrañeza, ¿cuál es la razón de pintar una escena erótica entre una mujer y dos pulpos?
La extraña litografía es una parodia de una famosa historia japonesa. En la épica, la princesa Tamatori debe sumergirse en las profundidades del mar para recuperar una joya robada por Ryūjin, el Dios Dragón. Para garantizar su regreso, los sacerdotes de su pueblo le dan su bendición, u onkyo. Al cumplir su misión le agradece a los religiosos diciéndoles que estaba esperando por su onkyo por años.
En japonés, la palabra bendición se parece a la que describe al miembro de un animal. Hokusai retoma el clásico drama para hacerlo una parodia sexual, toma la misma escena de agradecimiento, pero en lugar de representar al onkyo pinta al inkyo, o pene de pulpo. Es aquí donde se encuentra el origen de la obsesión del hentai por los tentáculos. El pintor japonés se convirtió en uno de las más importantes del país e influyó a artistas de la talla de Vincent Van Gogh, Pablo Picasso y Gustav Klimt. No obstante, ‘El sueño de la esposa del pescador’ no fue la primera representación de este tipo, ya que existen obras anteriores con escenas similares.
La historia de la princesa Tamatori hace referencia a las ama, o mujeres japonesas que se sumergen en el mar para recolectar perlas. Tanto la épica como las buceadoras fueron motivo de inspiración de artistas que plasmaron figuras femeninas luchando frente a criaturas marinas.
Los shunga retomaron la vida cotidiana para darle un giro sexual, y la combinación entre las dos prácticas dio origen a las extrañas escenas que nos siguen impactando. Lo que nació como una imagen risible, con el tiempo y el origen de otros medios, se convirtió en una extraña obsesión sexual que creó todo un nuevo género dentro del extraño mundo sexual japonés.
Waraie de Kawanabe Kyosai (1831-1889)
Las ama continúan hasta la fecha recolectando tesoros en el mar y siguen inspirando historias sexuales donde los tentáculos de terribles monstruos son los protagonistas. La única diferencia es que hoy el hentai ha tomado el lugar del shunga.
*
