Sexo, la mejor forma para combatir el frío
En las calles soplan fríos vientos, la sombra parece calar hasta los huesos y el sol parece no surtir ningún efecto. En invierno buscamos cualquier medio para evitar las bajas temperaturas y destaparnos lo menos posible; a pesar de ello, se trata de la mejor época para tener un encuentro erótico que genere un calor incontrolable.
El frío parece que conspira para que nadie salga y se quede en cama todo el día. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que los tiempos de frío hacen que los encuentros sexuales sean más recurrentes.
Inviernos calientes
Generalmente se considera que la primavera es la estación donde las hormonas se alborotan y todos (nosotros y los animales) tenemos un apetito sexual incontrolable. Esta tendencia tiene un grado de realidad, pero el invierno no se queda atrás…
Las personas dejan de salir por el frío y la interacción humana se reduce. Paradójicamente, este hecho provoca un acercamiento entre las parejas y un aumento en el deseo sexual: las oportunidades para tener contacto entre pares se reducen, por lo que cada momento se debe aprovechar y disfrutar.
Por otra parte, las mujeres nos atraen más en estos tiempos. Por el clima, ellas se tapan y las oportunidades para ver un poco más de piel son menos; esto provoca que nuestra libido aumente al ver un poco más de la cuenta, como si fuéramos hombres del siglo pasado, emocionados por ver el talón de una hermosa damisela.
La ciencia lo respalda
Por si fuera poco, en diciembre nosotros alcanzamos el punto más alto de testosterona. Probablemente esto se debe a que en la antigüedad necesitábamos la mayor fuerza y energía posible para sobrevivir el invierno, ahora que las bajas temperaturas no nos afectan de la misma manera, podemos utilizar este exceso de hormonas para aumentar nuestra energía sexual.
Además, la frecuencia sexual puede aumentar la presencia de anticuerpos tipo A, lo que se refleja en un sistema inmune fuerte para combatir los resfriados y enfermedades que abundan en este tiempo.
Sin duda, el frío es el mejor pretexto para entrar en calor y tener la mejor experiencia erótica.
