La Navidad es mucho más que luces, cenas familiares y grandes compras. También es la época del año en la que nuestras emociones y deseos sexuales alcanzan su punto máximo. Mientras las calles se llenan de decoraciones y los hogares se calientan con el espíritu festivo, algo más se activa en nosotros: nuestra libido. Según los estudios liderados por Joana Gonçalves-Sá y Luís Rocha, de la Universidad de Indiana y el Instituto Gulbenkian de Ciencia en Portugal, las festividades navideñas no solo alimentan nuestro espíritu, sino también nuestras pasiones más íntimas.
El aumento en la actividad sexual durante las festividades navideñas no se debe tanto a factores biológicos o de fertilidad, sino a un fenómeno psicológico mucho más profundo: la felicidad. Las vacaciones, el descanso y el ambiente cálido y acogedor de la temporada son factores que crean un estado de ánimo positivo, esencial para el deseo sexual. Además, la decoración navideña, el romanticismo en el aire y las reuniones familiares contribuyen a generar una atmósfera que fomenta la cercanía y la intimidad entre parejas.
Contrario a lo que muchos podrían pensar, los ciclos reproductivos no están tan influenciados por las estaciones del año o el sol. En su lugar, la cultura juega un papel fundamental en el aumento de la activación sexual. Las festividades, en particular aquellas que reúnen a la familia, como la Navidad, son momentos clave en los que las personas se sienten más relajadas, felices y abiertas al contacto físico.
Los investigadores del estudio mencionado aseguran que el “motor cultural” de los ciclos reproductivos está íntimamente ligado al estado de ánimo colectivo de la sociedad. De hecho, observaron que los picos de interés sexual en internet coinciden con festividades religiosas centradas en la familia, no solo en Occidente, sino en diversas partes del mundo.
Sin embargo, no todas las festividades tienen el mismo efecto en nuestra activación sexual. Por ejemplo, el Día de Acción de Gracias o la Semana Santa no muestran un aumento similar, pero otras como el Eid-al-Fitr o el final del Ramadán sí presentan picos significativos en el interés por el sexo. Esto se debe a que estas celebraciones crean una atmósfera colectiva de felicidad, relajación y menos restricciones, factores que estimulan el deseo.
Uno de los aspectos clave de las festividades navideñas es el enfoque en la familia. La atención a los niños, el cariño compartido con los seres queridos y la atmósfera hogareña hacen que las parejas se sientan más motivadas para formar una familia, lo que, a su vez, aumenta el deseo de concepción. Por lo tanto, no es raro que el “baby boom” de septiembre tenga sus raíces en la Navidad, un momento del año que simboliza la unión y la creación de nuevos comienzos.
Este hallazgo tiene implicaciones que van más allá de la curiosidad científica. Las autoridades de salud pública deben estar preparadas para una mayor demanda de servicios relacionados con la salud sexual durante y después de las festividades. Aumento de infecciones de transmisión sexual (ITS), embarazos no deseados y la necesidad de campañas de prevención son solo algunas de las áreas que requieren atención especial durante esta época.
Christmas couple is red underwear
Además del ambiente festivo y familiar, hay otros factores que contribuyen al aumento del deseo durante la Navidad:
Si el año pasado dejaste pendiente algún objetivo sexual, la Navidad es el momento perfecto para retomarlo. Ya sea pasando más tiempo con tu pareja, mejorando tu vida sexual o simplemente disfrutando del ambiente navideño, esta época ofrece las condiciones ideales para activar los sentidos y mejorar tu bienestar sexual.
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La Navidad es más que un simple festejo. Es la temporada del deseo, donde la felicidad, el calor familiar y las tradiciones culturales se combinan para incrementar nuestra actividad sexual. No subestimes el poder de las fiestas: a veces, los mejores regalos no vienen envueltos en papel de colores, sino en momentos de intimidad.