¿Por qué ellas deciden convertirse en actrices porno?
Existen diversos prejuicios alrededor de las actrices porno, que a lo largo de su vida han recibido diversas muestras de violencia sexual y que fueron obligadas, por las circunstancias o individuos en específico, a entrar a una industria que constantemente las explota.
Muchas de esas voces se justifican en testimonios de mujeres que salieron de la industria, historias personales que buscan condenar a la pornografía o ayudarla y mostrarla como un medio en el que las mujeres toman el control de su sexualidad.
Estos testimonios son centrales para conocer lo que oculta las cámaras, el maquillaje y la edición del entretenimiento para adultos. No obstante, no brinda una muestra completa de las motivaciones que llevan a una mujer a entrar a este mundo e incluso pueden ser determinantes para generar prejuicios.
La ciencia explica las razones para convertirse en actriz porno
Esta situación llegó a un grupo de científicos de la Shippensburg University y la Texas Woman’s University a realizar un estudio enfocado en las razones que llevaron a 176 actrices porno a entrar a su industria.
Cada una de las participantes por lo menos participaron en una película para adultos, en promedio tenían 26 años y la mayoría eran solteras. El estudio consistió en resolver un cuestionario de 112 preguntas relacionadas con aspectos de conducta, sociales, económicos y psicológicos.
El dinero: la mayor razón
Los resultados demostraron que la primera razón que las participantes dieron para justificar su entrada al porno fue el dinero, seguida de sexo, diversión y ser relacionada con la industria. La cuestión económica también fue la más citada cuando les preguntaron sobre lo que más disfrutaban de su trabajo y fue seguida de las personas, el sexo y la independencia.
No es de extrañar que el estudio haya mostrado que el dinero sea la razón dominante. El porno se presenta como una forma fácil de hacer una gran cantidad de dinero en poco tiempo, idea bastante atrayente para una joven de 18 años que está buscando una primera independencia.
En cuanto al sexo, una en cada cinco actrices afirmó que era una de las cosas que más disfrutaban de su trabajo; en este sentido las respuestas eran variables, la mayoría citaron que disfrutaban la mayor parte de su trabajo e incluso se encontraron respuestas como: “quería explorar y documentar mi sexualidad personal y exhibicionismo como una forma de arte”.
El lado negativo
Las preguntas no sólo se enfocaron en el lado positivo. En cuestiones negativas, lo que las actrices más odian de la industria son —en orden de frecuencia— las personas, el peligro de las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), la explotación y las condiciones de trabajo.
De esta manera, las personas al mismo tiempo forman parte de lo más amado y lo más odiado de la industria. Aspecto que en principio puede ser extraño, pero que cobra sentido cuando se estudian las respuestas.
Las actrices mencionaron que dentro de la industria existe un sentido de comunidad que no se puede encontrar en el mundo exterior, el cual no las puede dejar de ver sin prejuicios. En contraste, las personas que fueron juzgadas negativamente eran sus pares y directores, productores y agentes, generalmente con respecto a comportamiento, actitudes e higiene pobre.
Por otro lado, el constante peligro de las ETS causa una constante preocupación en las participantes. Curiosamente, muchas de las críticas estuvieron dirigidas a personas que tenían sexo sin protección fuera de la industria y no a sus compañeros de trabajo. Al final se trata de un grupo con un estricto control en la salud de sus participantes, donde existen exámenes de salud cada 28 días, a diferencia del resto del mundo.
Sin duda, el caso más controversial fue la explotación, el 20 % de las encuestadas afirmó que se trataba de un problema en la industria y citaron que era mucho más presente en las mujeres que estaban iniciando. Asimismo, el número que se identificó como explotada fue muy bajo y sólo una confesó que fue obligada por su exnovio a entrar a la industria.
Ante estos datos los investigadores concluyeron que estas razones no estaban muy alejadas con respecto al resto de otros trabajos (salvo en las obvias excepciones como las ETS). Al final, todo gira alrededor del trabajo; no obstante, es importante señalar que la explotación y fracaso laboral en esta industria ha significado la destrucción de múltiples vidas.
