Esta diosa mexica perdonará todas tus infidelidades e impulsos sexuales

El deseo sexual nos nubla el pensamiento, como si una fuerza extraña nos controlara y nos llevara a hacer cosas inexplicables; no por nada se dice que pensamos con la cabeza de abajo. Los mexicas eran conscientes de esta sensación, por lo que vieron en este impulso el control de una fuerza mayor.

Fue de Tlazoltéotl, cuyo nombre venía del vocablo Tla, que significaba “cosa” y Zolli, o “viejo”, literalmente “cosa vieja” o inmundicia. Esta diosa de la inmundicia fue ajena al panteón mexica y probablemente tiene orígenes huastecas o totonacas. Para muchos era la madre de todos los dioses, la señora de la concepción y procreación que originó toda vida, razón por la cual cobró una gran importancia.

Con un sombrero cónico, una banda de algodón bruto y deshilachado, pintura negra en la boca y rodeada de bailarines “fálicos”, e incluso en ocasiones devorando excrementos y orina, Tlazoltéotl fue recibida con horror con los primeros españoles que la vieron y no tardaron en juzgarla.

Según Sahagún era la diosa de la carnalidad y añadió que era la comedora de cosas sucias debido a que “las mujeres y hombres carnales confesaban sus pecados a estas diosas, cuanto quiera que fuesen torpes y sucio que ellas los perdonaban”. E incluso añadió que “También decían que esta diosa, o diosas, tenían poder para provocar la lujuria y para inspirar cosas carnales y para favorecer los torpes amores; y después de hechos los pecados decían que tenían también poder para perdonarlos y limpiar de ellos perdonándolos”.

Los dioses mexicas siempre tenían una esencia dual, por un lado  brindaban el bien en el mundo y por otro castigaban. Como lo escribieron los cronistas españoles, era de la diosa de la inmundicia debido a que devoraba todos los pecados sexuales, se hacía presente en las cosechas y ayudaba a las mujeres durante el parto; por otro lado, era la raíz de las enfermedades venéreas, llevaba a personas a la locura  e inspiraba las “desviaciones” sexuales.

Los beneficios más adorados

Su perdón era buscado por muchos, recibía diversas ofrendas frutales y florares, y debido a que estaba estrechamente relacionada con la vida no se acostumbraba hacer sacrificios humanos en su honor.

En la Huasteca existen testimonios de fiestas dedicadas a esta diosa donde antes de las cosechas se realizaba una “danza del falo”, que tenía un carácter sexual y sin pudor.

“Procreación, amor y sexo entre los mexica” José Alcina Franch