El nuevo ritual post-sexo: ¿qué reemplaza al cigarro como símbolo de desconexión?

¿Recuerdas esa escena clásica de película donde, tras la pasión, uno de los amantes enciende un cigarro? Pues parece que esa costumbre está en vías de extinción. Según un estudio reportado recientemente por Clarín, apenas el 8% de las parejas lo hacen aún.
Lo que está tomando su lugar es algo mucho más suave, pero quizá más revelador: charlar entre sábanas. Un 29% de las parejas reconoce que después del sexo lo que sigue no es un cigarro, sino una conversación íntima, de esas que sólo surgen cuando dos cuerpos y dos emociones convergen. Esa charla que deshilvana deseos, revela inseguridades o simplemente prolonga el placer unos minutos más. El nuevo ritual post-sexo: ¿qué reemplaza al cigarro como símbolo de desconexión?
La adicción al sexo existe (y no es un chiste)
¿Por qué este cambio en el sexo?
Varias razones podrían estar detrás:
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Mayor conciencia de salud. Fumar es cada vez menos socialmente aceptado, y los riesgos son ampliamente conocidos.
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Deseo de conexión emocional. Las personas parecen preferir el calor y la cercanía que da la conversación a la cadencia del humo.
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Menor tolerancia al tabaco en espacios íntimos: olores, daño al ambiente, cenizas… todo cuenta.
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Nuevas formas de intimidad. El acto post-coital parece ya no querer disolverse en rutina, sino transformarse en un momento de continuidad emocional.

Foto: Freepik
¿Desconexión o intimidad con cigarro?
Irónicamente, lo que algunos ven como desconexión —ese cigarro que representa el silencio, la separación entre cuerpos— ahora está siendo reemplazado por algo mucho más cercano. Esa charla post sexo no siempre es trivial: puede contener confesiones, risas, susurros, silencios cómodos. O sea: lo que el cigarro cortaba, la conversación lo mantiene vivo.
Playboy México lo ve así…
Este nuevo ritual no solo dice mucho de las parejas de hoy, sino también de los tiempos. La sociedad parece moverse hacia buscar sensaciones más limpias, menos tóxicas… menos humo. Porque al final del día, lo que realmente importa no es lo que haces después, sino cómo te quedas con el otro.