El amor en tiempos de Tinder
Por Dra. Claudia Rampazzo
Las técnicas de seducción, el amor romántico y la aproximación entre personas del siglo XVIII y XIX ya son historia.Hoy, las redes sociales y la tecnología transformaron las formas de mostrarnos, comunicarnos y de amarnos. Las personas conocemos a nuestras parejas potenciales también a través de una pantalla y establecemos vínculos desde allí: vínculos eróticos y afectivos que pueden ser efímeros inicialmente y pueden convertirse en profundos y perdurables.
El “amor a la carta” es parte de una sociedad de consumo que todo lo quiere en el instante, hojeando un álbum virtual, un aquí y ahora prolongado en un eterno presente. Inicialmente, los chats de distintas plataformas permitían “conocer” personas desde la comodidad del hogar y la oficina a través de una computadora que hacía de puente entre una persona y otra. Luego, se pasó a Facebook como un sitio virtual desde donde mostrarnos, visibilizar mi vida, mis deseos, pensamientos e imagen; un gran aparador social, Facebook, permitía conocer a los demás y darnos a conocer. Actualmente, se aceleraron los tiempos del chat y los de Facebook, y se crean aplicaciones que se usan directamente desde el celular y que funcionan a modo de “delivery sexual-amoroso”.
Relaciones en la red
La reconfiguración completa del panorama sexual y de citas que ofrece Internet (Aboujaoude, 2011) parece haber sido acelerado por aplicaciones móviles, lo que plantea cuestiones cruciales para las personas y la sociedad en general.
Como terapeuta de pareja y sexóloga, me enfrento cada vez más frecuentemente con parejas establecidas desde redes sociales como Facebook, Tinder, Match y Bumble, entre otras. Aquellos hombres y mujeres que en otras épocas habrían replegado su actividad sexual y ganas de encontrar pareja por vejez, viudez, dis- capacidad o divorcio, se benefician hoy de un mundo de posibilidades virtuales para desempolvar sus habilidades de conquista y así replantearse la posibilidad de una pareja significativa o no, pero pareja; alguien con quien platicar, expresarse y eventualmente vincularse erótica y/o afectivamente. Alguien con quien volverse a ilusionar o al menos tener un encuentro sexual, aunque los vínculos no apunten a la perdurabilidad. También es común ver cada vez más frecuentemente a varones adultos mayores preocupados por su desempeño sexual (particularmente calidad y duración de las erecciones, así como del tiempo de eyaculación), su aspecto físico y sus habilidades eróticas, pues llevaban mucho tiempo “sin conquistas” por no sentirse capaces, tener un círculo social ya muy conocido o desconfiar de sí mismos.
A la par, es cada vez más frecuente ver en los consultorios a mujeres y hombres mayores con infecciones de transmisión sexual, justamente porque no usan protección para tener sexo, pues en su juventud no se acostumbraba y muchos de ellos tienen prejuicios al respecto: “si le pido condón, se va a ofender” o “es una mujer pulcra y educada, seguro es sana” (sic).
Amor y sexo casual
Aunque la aplicación para teléfonos inteligentes Tinder es cada vez más popular entre los adultos jóvenes, no hay muchos estudios acer- ca de la motivación de éstos para usarla. Un estudio holandés con 163 varones de 18 a 30 años de edad, arrojó seis motivaciones principales: amor, sexo casual, facilidad de comunicación, validación de la autoestima, emoción y moda.
En contraste con lo sugerido anteriormente, la motivación del amor parecía ser una motivación más fuerte para usar Tinder que la motivación del sexo casual. De acuerdo con la literatura sobre las citas en línea, los hombres tenían más probabilidades de informar una motivación sexual casual para usar Tinder que las mujeres. Además, los hombres informaron con más frecuencia motivos de Facilidad de comunicación. En cuanto a la edad, la motivación Amor, Sexo casual y Facilidad de comunicación se relacionaron positivamente con la edad. Finalmente, las motivaciones de Tinder se relacionaron significativamente con lo ocurrido en los encuentros fuera de línea.
Debemos ver estas apps de encuentros no simplemente como una aplicación divertida de conexión sin ningún compromiso, sino como una nueva forma para que los adultos jóvenes inicien relaciones románticas comprometidas.
Gimme tha power
Otro estudio realizado con 1038 usuarios belgas de Tinder, mostró que la cantidad de “vuelta de página en pantalla” o deslizamiento de un usuario, no garantiza una mayor cantidad de coincidencias; las mujeres generalmente tienen más coincidencias que los hombres y los hombres generalmente tienen que iniciar la conversación.
Además, aunque las conversaciones se asociaron positivamente con los encuentros informados de Tinder fuera de línea, menos de la mitad de los encuestados informó haber tenido una reunión fuera de línea con otro usuario. Más de un tercio de estos encuentros fuera de línea llevaron a relaciones sexuales casuales y más de un cuarto resultó en la formación de una relación comprometida.
Aunque, faltan estudios sobre la asociación entre el deseo sexual y el uso de Tinder, en mi práctica profesional, el deseo sexual insatisfecho es una motivación importante para buscar sexo con cierta premura y oportunidad, particularmente en la población gay masculina.
Si quieres saber más sobre otros motivos de uso de estas plataformas y de cómo la autoestima y la impulsividad e incluso el mismo deseo sexual influyen en nuestra elecciones y comportamiento dentro de estas nuevas redes te invito a conectar con la nueva página “VIVE el PODER”.
