Celebraciones acompañadas de sexo y más prácticas vikingas para aprender
Se puede conocer mucho de una cultura a partir de la cosmogonía de su pueblo. Los vikingos creían que en el Valhalla los difuntos combatían diariamente durante el día y por la noche degustarían de grandes banquetes; crearon una mitología donde Loki cometió uno de sus mayores pecados al cortar el pelo de Sif, esposa de Thor, y donde Odín sedujo a Gunnlod para obtener el hidromiel de la poesía.
Los mitos vikingos nos muestran a una cultura en la que la guerra fungía un papel determinante. Los saqueos los convirtieron en los demonios de Europa, salvajes hombres con cuernos que únicamente deseaban la destrucción del cristianismo. Sin embargo, esta leyenda negra está lejos de ser real y su cultura en varios aspectos estaba más avanzada.
La importancia de la guerra hizo que el sexo jugara un papel determinante, se trataba del medio por el cual podían crear a la siguiente generación de vikingos, por lo que todos debían participar para garantizar la supervivencia del grupo.
Una belleza diferente
Entre los vikingos no existían roles de belleza que separaran a los géneros, tanto hombres como mujeres buscaban las mismas características en sus futuras parejas. Entre los aspectos físicos más recurridos estaban la blancura de sus brazos y el largo de la cabellera.
Este hecho hizo que prestaran una gran atención a su limpieza, los arqueólogos han encontrado una variedad de herramientas para cuidar la apariencia, como cepillos, palillos de metal y cucharas para limpiar las orejas. Los hombres también eran conscientes de su aspecto y se vestían con colores brillantes y con una gran cantidad de joyas, todo lo posible para destacar de los demás.
Un inicio precoz
La vida guerrera de los vikingos hacía que se redujeran su tiempo en la tierra. Se debía concebir cuanto antes a la siguiente generación, razón por la cual era común que las mujeres se casaran a los 12 años.
Numerosos nombres un solo acto
Los vikingos amaban el sexo, pero no lo discutían abiertamente en casi ninguna situación. Esto hizo que se crearan una gran cantidad de sinónimos para referirse al acto sexual, como: “viajar juntos”, “descansar sobre ella” y “retozar sobre su vientre”.
Cualquier acto bajo contrato
Se esperaba que todos en algún momento de su vida se casaran, las uniones tenían el objetivo de crear nuevas generaciones de vikingos, por lo que no necesariamente implicaban fidelidad y podían saciar sus intereses sexuales fuera de la cama marital, siempre y cuando cumplieran con su deber en la recámara.
Entre los vikingos el divorcio estaba permitido, al igual que en nuestros tiempos, el adulterio podía ser una razón para separarse, pero iban más allá y una mala vida sexual también era un motivo aceptado por la mayoría.
La celebración de la carne
Los grandes jefes podían participar en rituales que implicaban actos sexuales fuera del matrimonio. En el funeral de un hombre importante se escogía a una mujer para que lo acompañara en su camino al otro mundo, ella participaba en numerosos actos sexuales; el rito finalizaba con el sacrificio de la dama, que acompañaba a su gran líder en la pila funeraria.
No es extraño que cada día del Valhalla terminara en un banquete. Testimonios de la época aseguran que los grandes líderes durante estas celebraciones tenían sexo con sirvientas a la vista de todos, e incluso era común que lo hicieran frente a sus esposas.
Siempre activos
La libertad sexual provocó que sus posturas hacia la homosexualidad fueran laxas. Los hombres podían tener una relación con cualquier persona siempre y cuando asumieran al papel activo, debido a que la penetración era vista como un acto de poder. No obstante, si un vikingo disfrutaba del rol pasivo era un símbolo de debilidad e incluso recibía el insulto “Ergi”.
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