7 pasos para hacer una rusa perfecta
Porque amamos los pechos femeninos, el estímulo visual y erótico de una “rusa perfecta” es fascinante, pero hay pormenores que debes recordar para el placer de ambos, nos explica un especialista en Sexualidad Humana.
1. Al practicar una “rusa” se deben tomar en cuenta varias cosas, entre ellas: el uso de lubricante (en seco puede ser doloroso y molesto para ambos) y el aseo (los olores pueden apagar el deseo de ella). Si por el tamaño de los pechos no es posible hacerla, se pueden buscar variantes.
2. La “rusa” resulta fascinante porque el estímulo visual es muy importante, y las mamas son uno de los órganos más erotizantes. El hueco formado entre ellas, bien lubricado, “abraza” por completo al pene, sin contar lo placentero que puede ser combinarlo con sexo oral.
3. Los senos grandes sólo son facilitadores de esta práctica; sin embargo, si ella tiene senos pequeños, puede auxiliarse de las manos y de mucho lubricante, cerrándose los pechos de los lados hacia al centro y haciendo una “casita” con los dedos, y utilizando la boca cada que él empuja.
4. Quizás una “rusa” se facilite si ella está acostada y él hincado con las rodillas a los costados. Aunque otra opción es con él acostado de espaldas, y que la cadera de ella quede hacia la cara de él, de modo que pueda aprovechar para hacerle sexo oral.
5. El aceite puede irritar o romper el condón, pero hay lubricantes con base de agua o de silicón y de sabor, no tóxicos, que se pueden aprovechar por si ella chupa el glande.
6. Si le pides una “rusa”, toma en cuenta que antes de la menstruación, en algunas mujeres, los senos se tornan muy sensibles tanto por la retención de líquidos en los tejidos como por el cambio hormonal, lo que hace incluso intolerable un contacto.
7. Regrésale el favor. Este buen trato puede consistir en masajitos con aceites relajantes, con presión suave, poco profunda, dirigiéndonos del pezón a las orillas; con un masaje o unas succiones suaves con la boca en el pezón.
