Rusia vs Arabia Saudita; historia que trasciende las canchas
El Sorteo del Mundial determinó que Rusia 2018 sería inaugurado por un enfrentamiento entre el anfitrión y la selección nacional de Arabia Saudita. Debido a la calidad de los equipos, este partido parece ser uno de los más flojos de la fase de grupos, pero la historia entre ambas naciones lo convierte en uno de los juegos más interesantes de la contienda.
En 1926, la Unión Soviética fue el primer país en establecer relaciones con el Reino del Néyed y del Hiyaz, el nombre anterior de Arabia Saudita, pero este gesto fue único, porque doce años después la nación de la Península Arábiga terminó sus relaciones diplomáticas con el gobierno soviético.
La razón de esta inicial hostilidad se debió a la cooperación entre Arabia Saudita y Estados Unidos, quienes que convirtieron en cercanos aliados en 1933, tras el inicio de la exploración petrolera en el reino. La cooperación se mantiene hasta nuestros días y en la actualidad el reino árabe es el mayor comprador de armas estadounidenses.
La proximidad saudí a Estados Unidos provocó que las relaciones entre ambos países fueran tensas durante la Guerra Fría, cuestión que llegó a su cumbre en la guerra Soviética en Afganistán, en la cual Arabia Saudita respaldó constantemente a las tropas yihadistas afganas, y con el apoyo a tropas chechenas durante su conflicto en contra de Moscú.
La caída de la Unión Soviética significó el inicio de una nueva etapa de cooperación, el Rey Abdullah visitó tierras rusas en el 2003 y Vladimir Putin hizo lo propio en el 2007.
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La tensión de ambos países regresó con la Guerra Civil Siria. Desde un principio, Rusia se centró en defender a toda costa al régimen de Bashar al-Assad, líder del gobierno sirio; mientras que Arabia Saudita abiertamente ha apoyado a las tropas rebeldes e incluso a grupos islamistas.
Al parecer, estos conflictos militares pasan a un segundo plano cuando se habla de la cooperación económica, en particular con relación al petróleo. La devaluación de los precios del combustible los obligó a cooperar y los esfuerzos llegaron a su punto más alto en octubre pasado, durante la visita del rey Salman a Rusia, donde se hizo un acuerdo armamentista, además de establecer las primeras pláticas relacionadas con el fin de la Guerra Civil Siria.
Esta aproximación en el pasado hubiera significado un suicidio geopolítico saudí, pero la administración de Trump ha hecho que Estados Unidos sea una fuerza caótica en la cual no se puede confiar.
Todo parece indicar que la complicada historia entre Rusia y Arabia Saudita se está calmando, en el campo de juego tendrán un nuevo enfrentamiento que paralizará al mundo por dos horas; afortunadamente, en esta ocasión, los bloqueos y las guerras subsidiarias serán sustituidas por 22 jugadores.