RODADA 2.0: EL SIGNIFICADO DE UNA BICI

Hace algunos días me robaron mi bici y aunque detrás del delito existen datos duros, un procedimiento, una denuncia y una triste realidad, así como normas de seguridad, lo que más me ha hecho eco por días es lo que realmente significaba la bici, mi bici, para mí. Lo que simboliza, lo que es perder más allá de la marca y los meses que tardé en pagarla.

Por Elizabeth Santana @ElixMorgana Fotografía por Nancy Granados @Nanmorada
¿Por qué? Porque para muchos es más fácil emitir juicios de opinión a destajo mientras que otros, sin darnos cuenta, asignamos significados que ni si quiera se tenían tan claros hasta que nos confrontamos con una perdida, sí, aunque sea de un objeto…
El año pasado me diagnosticaron una enfermedad crónica (nada grave ni contagioso pero al fin y al cabo un duelo) y durante el periodo de adaptación al medicamento pase días muy malos, me bajé de la bici, y opté por spinning, yoga y natación; comprarme la bici que me robaron representó para mí “regresar a la bici”.
Me la fui a comprar con uno de mis mejores amigos y todavía me acuerdo cómo festejamos y me escoltó hasta casa. Ni que decir de los aditamentos que traía, y que meses más adelante también me ayudó a colocar tras caminar y caminar en San Pablo para dar con los idóneos, “los buenos porque los chafas se rompen”.
Cuando tenía novio, fue la bici con la que por primera vez subí a Los Dinamos, con la que fui a los Humedales de Xochimilco con Gary Fisher, con la que iba en camino a entrevistar a Andrés Rodríguez previo el Race Across America, con la que fui a la 1era Rodada Femenil Teques de Specialized.
Mi bici también fue mi punto de fuga cuando falleció la mamá de mi novio, y por consiguiente también lo perdí a él. Una bici es como un refugio en la tormenta cuando sabemos usarla. Cuando no sabemos canalizar nuestras emociones o no sabemos procesar el dolor ajeno que de alguna forma también te afecta a ti.
Platiqué con mi amiga Dulce, que es psicóloga y le dije que ni yo misma podía entender por qué me sentía tan triste. Que no me había dado cuenta de lo que significaba esa bici para mí, y le pregunté que si los adultos también teníamos “objetos de transición”. Me dijo que no, que los niños tienen juguetes de transición pero que los adultos tenemos fetiches.
¿Entonces la bici era mi fetiche? Me explicó que más allá del objeto, era la actividad que representa y la posibilidad de adherirme a grupos sociales con los mismos gustos que yo. Y que por ende, para quienes amamos a nuestra bici, vemos de forma no consciente un objeto que nos ayuda también a tener redes de apoyo. “No es el objeto en sí, sino lo que significa y es normal sentir tristeza”, me dijo.
Lamentablemente, el nivel de violencia e impunidad con el que transitamos día a día ha normalizado este tipo de delitos, pocos preguntan por cómo te sientes. ¿Y saben por qué me atreví a escribir de esto? Porque así como he recibido comentarios hirientes (basados principalmente en la ignorancia de lo que significa una bici para un ciclista), también he recibido varios mensajes que me dicen “Ely sé lo que se siente”.
Aún no hago un conteo, pero muchas más personas de las que yo creía han sido víctimas del robo de bicicletas, aún con candados “buenos”, aún en los patios de sus casas. Muchos tienen vergüenza de hacerlo público, otro tanto no denuncia, algunos más sopesan su dolencia en privado. Pero perder una bici, tu bici, sí duele. Y si sus comentarios no suman, no resten.
No compren bicis robadas.