LA ROBOT DE TUS SUEÑOS
Unas estructuras de metal y plástico, cuyos movimientos semejaban expertas strippers en el escenario, fueron el espectáculo principal del Sapphire de Las Vegas durante la segunda semana de enero. En esos días se llevó a cabo el Consumer Electronics Show (CES), la feria de tecnología más importante del mundo, donde miles de geeks de varios países confluyen para conocer las tendencias que darán forma al futuro cercano.
POR: Hiroshi Takahashi @takaink
Lo que llamó más la atención de los medios y resonó por todos lados, fueron las bailarinas exóticas R2DoubleD y Triple CPU que llegaron desde Londres al Club de Caballeros más grande del mundo.
Entre hermosas mujeres con minúsculos atuendos, las robots se robaron el show. Miles de nerds que no entrarían a un lugar así, tuvieron el pretexto perfecto para conocer esos espacios que por lo general están reservados para vendedores de tecnología que llevan a sus clientes en limousine para beber y cerrar un año más de contratos.
Al margen de las prácticas de corrupción aceptadas en esa industria, los creadores de tecnología, seres sin tiempo ni habilidades sociales, bebían cerveza y veían extasiados moverse a las máquinas en el escenario, pero seguían temblando de miedo cuando alguna de las chicas de carne y hueso se paseaba cerca de ellos.
La falta de imaginación, tiempo, dinero y paciencia, nos están llevando a pensar en tener una mujer robot que nos satisfaga sexualmente y a la que no necesariamente debemos darle explicaciones absolutamente de nada.
Cuando escucharon del Sapphire y sus robots, mis amigos comenzaron a platicar en un foro de WhatsApp que ya había unas muñecas de plástico, juguetes sexuales, muy reales. Pero consideraban mucho pagar 30 mil pesos por una. En realidad, lanzaban comentarios en busca de aprobación, pues las historias de muchos lo único que arrojan es soledad.
En ese espacio digital, en el que diariamente comparten pornografía y fantasías sexuales mezcladas con sus diarias decepciones laborales y amorosas, estaban recordando que prefieren una muñeca que parece actriz porno sin alma ni dientes, a entablar una relación real con una mujer.
A los 40 años, para algunos hombres es más fácil comprar una muñeca en una sex store o encargarla por internet, que salir a un bar a tratar de construir una historia romántica o buscar las caricias de una prostituta.
El grado de dificultad para hallar pareja es todavía más elevado hoy en día, tomando en cuenta que si eres torpe para hacerle un cumplido a una mujer que te gusta, puedes ser acusado de acoso y, por la gran tendencia que se desató en Hollywood, perder tu empleo y ser señalado en la calle y en tus redes sociales como un Harvey Weinstein jodido.
Si tu concepto de amor se limita a porno, masturbación y likes en Facebook a tus ex novias que no dejas de stalkear, debes saber que está comenzando una era en la que los robots cada vez están más cerca de tu ideal de belleza e inteligencia.
Por un lado, nos aseguran que habrá inteligencia artificial muy pronto, hasta en los autos. Por otro, seguramente sabes que un japonés solitario y freak llamado Hiroshi Ishiguro cada día se acerca más con sus investigaciones al desarrollo de máquinas con grandes características humanas. Tiene prototipos que sorprenden por su parecido con los modelos que ha tomado de la naturaleza.
Para tu consuelo, debes saber que los androides que hoy semejan mujeres y hombres siguen siendo demasiado estúpidos hasta para platicar contigo, sí, contigo, que la mayoría de las veces no tienes nada que comentar más allá del partido de futbol del fin de semana o de tus inútiles conocimientos del sabor de las cervezas artesanales bien elaboradas y el mezcal de recónditos pueblos mágicos. Así que no te preocupes, no te pondrán en una situación incómoda que destroce tus sentimientos. No tengas miedo de las robots. Aprovecha antes de que sean demasiado inteligentes. Aún estás a tiempo de enamorarte…
