Redes ocultas: Correr rápido importa más que la violencia doméstica
Hace casi cinco años un hombre estranguló y golpeó a su novia embarazada, tras la intervención de las autoridades aceptó su culpabilidad, fue sentenciado a tres años de libertad condicional y trabajo comunitario.
A pesar de todo, la pareja terminó casándose y este año volvieron a tener problemas legales. El matrimonio perdió la custodia de su hijo debido a que el niño de tres años tenía un brazo roto y las condiciones del incidente no eran claras. Recientemente, el Fiscal del distrito que llevaba el caso no presentó cargos, el oficial estaba seguro que estaba ante un caso de abuso infantil, pero no tenía las pruebas suficientes para acusar a alguien. La pareja no fue arrestada tras negarse a hablar sobre el incidente, su libertad era más importante que el bienestar de su hijo.
Estamos ante alguien que violentó a su novia embarazada y después encubrió el abuso de su hijo de tres años. Cualquier empresa despediría a este hombre y tendría grandes problemas para conseguir un nuevo trabajo; pero en la NFL nada de eso es impedimento para ser una gran estrella.
Esta es la historia de Tyreek Hill, jugador de los Kansas City Chiefs y que en la temporada pasada se convirtió en uno de los mejores receptores de la liga gracias a su conexión casi perfecta con Patrick Mahomes.
El Draft: la purificación
Amo a la NFL, no hay deporte que siga tan de cerca y esta época del año es bastante interesante al poder observar al futuro en el Draft. No obstante, estas últimas semanas he seguido mucho más de cerca el caso del receptor de los Chiefs, porque es un caso que demuestra todo lo que está mal con la liga.
Hill golpeó y estranguló a su novia cuando estaba en la universidad, en el tiempo era un gran representante de Oklahoma State por su gran velocidad en el campo de juego y por su capacidad de regresar patadas; pero el caso de violencia hizo que fuera despedido de la universidad.
Al jugador se le dio una segunda oportunidad en la Universidad de West Alabama, donde continuó su gran carrera colegial. Su talento era suficiente para jugar en la NFL, pero su incidente lo dejó fuera del NFL Combine. En los días previos al Draft se creía que no iba a ser seleccionado por ningún equipo por el incidente, pero los Chiefs sorprendieron a varios al elegirlo en la quinta ronda.
En el análisis de la selección en el NFL Network, el estrangulamiento terminó siendo “un problema de violencia doméstica” y la conversación se dirigió a su gran velocidad. Al final de cuentas, lo importante es lo que vemos en el campo de juego, lo demás sobra.
La violencia y los Chiefs
Para ser justos la selección fue controversial, muchos criticaron que los Chiefs seleccionaran a un jugador tan sólo cuatro años después del caso de Jovan Belcher, linebacker que asesinó a su esposa y se suicidó en las instalaciones del equipo, frente a sus entrenadores.
No obstante, aquellas críticas sólo fueron historias y comentarios locales, las cuales fueron erradicadas eventualmente por la rapidez de Hill. Su talento hablaba por sí mismo, la NFL ya había visto a jugadores con velocidades similares; pero nadie con su talento a la hora de atrapar el balón.
Su punto máximo llegó en la temporada pasada, la ofensiva de los Chiefs tomó al mundo por sorpresa con una velocidad con la que pocos podían competir. Era el año en el que el equipo de Kansas City por fin daría el siguiente paso, pero un escándalo de violencia fuera del emparrillado arruinó la fiesta.
A la mitad de la temporada TMZ publicó un video donde Kareem Hunt, corredor del equipo, se ve pateando y agrediendo a una mujer. Los Chiefs no tardaron en cortarlo, lanzaron un comunicado donde anunciaron que a principios de año habían hablado con el jugador, quien no les dijo la verdad y tras conocer los hechos en el video decidieron terminar su relación.
El corto comunicado parece que emitió a propósito la naturaleza del caso y se limitó a calificarlo como un “incidente”, ¿con qué cara podía condenar la violencia cuando habían seleccionado a un jugador con el pasado de Hill?
El equipo terminó su gran temporada en un partido épico frente a los Patriots. La postemporada se centraría en mejorar un equipo con potencial de ganar el Super Bowl, pero el reciente caso ha modificado los planes.
Un futuro incierto
Extrañamente, la NFL tiene una gran oportunidad: las autoridades, a pesar de la gravedad de la situación, no pudieron hacer nada y la liga profesional por lo pronto es la única que puede castigar a Hill con una suspensión ejemplar. En este mismo sentido, los Chiefs pueden rectificar su camino despidiendo al receptor, con lo que demostrarían que el talento no lo puede justificar todo.
A pesar de ello, la realidad es otra: la NFL es pésima manejando estas situaciones (sólo hay que recordar los casos de Ray Rice, Adrian Peterson y Reuben Foster), mientras que los Chiefs acaban de canjear varias selecciones de draft por Frank Clark, a quien le dieron un contrato de $105.5 millones de dólares y que en su tiempo en la universidad fue arrestado por golpear a su novia.
Esa es la triste realidad de la liga a la que amo, festejamos y le damos poder a personas que no conocemos. Hombres que se envalentonan con el poder que les damos al usar sus jerseys, pero que terminan haciendo lo que quieran porque saben que se saldrán con la suya. Al final, su talento los exonerará de cualquier caso porque el Super Bowl justifica los medios.
