Pussy Riot; de las calles rusas a la final del Mundial
Corría el minuto 51, Croacia organizaba la contra para igualar el marcador. De repente, tres mujeres y un hombre vestidos de policías invadieron el campo, el árbitro inmediatamente detuvo el encuentro, mientras los espontáneos corrían por su vida e incluso saludaban a los jugadores. Dejan Lovren, defensor croata, ayudó a tirar al único hombre que ingresó al campo: Pyotr Verzilov, una de las caras más conocidas de Pussy Riot.
En un instante, la seguridad que tanto presumía Putin se vio vulnerada, cuatro protestantes ingresaron al campo en el evento deportivo más visto de todo el mundo. El grupo que se atrevió a retar al hombre más poderoso de la Tierra tiene un largo historial de protestas que han impactado a Rusia y al terráqueo.
Raíces rebeldes
Pyotr Verzilov y Nadezhda Tolokinnikova forman parte del origen del movimiento y son los rostros más reconocidos de la banda. Se conocieron en la universidad y se integraron a un controversial grupo de arte llamado Voina en 2005; sus performances buscaban realizar una crítica brutal al régimen y cumplían su cometido. Sin duda, la protesta que causó más revuelo fue la realizada en el Museo Biológico de Moscú, donde la pareja y otros miembros del grupo tuvieron sexo en público; esto en protesta por el llamado del Mayor de la ciudad para aumentar la reproducción.
La organización se separó en 2009 debido a que entre los miembros hubo sospechas que autoridades rusas estaban infiltrando el movimiento. Nadezhda y Pyotr mantuvieron su relación y crearon el grupo de protesta más reconocido en el país.
La revolución musical
El rock en Rusia nació como un movimiento rebelde: en la década de los ochenta era visto como un arma del capitalismo y fue prohibido por las autoridades soviéticas. Las leyes no detuvieron al género y cientos de bandas sobrevivieron en los barrios bajos, circulando su música clandestinamente y organizando conciertos en departamentos.
Pussy Riot retomó este origen, fue fundada en 2011 como una manera de protestar en contra de las elecciones parlamentarías. El mismo año organizaron su primera presentación, en un andamio del metro y en el techo de un camión cantaron ‘Release the Cobblestones’, un llamado a la rebelión para luchar en contra de la falsa democracia rusa por medio de la revolución.
El arma de la guerrilla son presentaciones y protestas espontáneas, todas en contra de la autoridad al ocupar el espacio público. De esta manera mantienen su autonomía y no son ignoradas por el poder.
Sus primeras protestas se centraron en la crítica del autoritarismo ruso y del poder de Vladimir Putin, pero rápidamente mostraron su convicción por la lucha de los derechos de las mujeres, minorías y de la libertad de expresión.
Las protestas
Más que una banda se trata de un colectivo, en lugar de crear consignas, transmisiones o discursos utiliza a la música como su medio de comunicación. Pussy Riot ha publicado siete canciones y cinco videos, con temas que van de ‘Kill the Sexist’, ‘Death to Prison, Freedom to Protests’ y ‘Mother of God, Drive Putin Away’. Esta última canción fue la que hizo de Pussy Riot un movimiento mundial: fue cantada por primera vez en una presentación improvisada en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú. Las integrantes argumentaron que la presentación tuvo la intensión de protestar contra la relación del clero Ortodoxo con la campaña electoral de Putin.
A los escasos minutos todos los protestantes fueron arrestados, incluyendo a Nadezhda Tolokonnikova, Maria Alyokhina, Yekaterina Samutsevich y a Pyotr Verzilov. El estado ruso los condenó a dos años de prisión por la acción y las protestas no se hicieron esperar: organizaciones internacionales, como Amnistía Internacional, criticaron el fallo de la corte y calificaron a los implicados como presos políticos. Un año después todos fueron liberados por una amnistía dedicada a celebrar el veinte aniversario de la Constitución Rusa.
Cruzando fronteras
En 2014, Nadezhda Tolokonnikova y Maria Alyokhina participaron en un concierto organizado por Amnistía Internacional en el Barclays Center de Brooklyn, Nueva York. Por primera vez, Pussy Riot se presentó como una banda en lugar de un colectivo de protesta, razón por la cual algunas integrantes anónimas de la organización las descalificaron y mencionaron que ya no formaban parte del grupo.
Las detractoras argumentaron que toda presentación del grupo debía ser “ilegal” para separarse de cualquier autoridad. Tolokonnikova y Alyokhina les contestaron que cuando fueron arrestadas, Pussy Riot se convirtió en un movimiento internacional al que cualquier persona consciente y con intenciones de cambiar el mundo se podía unir.
Un año después salieron llevaron el movimiento a Estados Unidos con su primera canción en inglés titulada ‘I Can’t Breathe’, una referencia a las últimas palabras de Eric Garner, joven que murió a manos de un policía de Nueva York.
Desde su primera protesta, Pussy Riot se convirtió en el sonido de la rebelión rusa. Un movimiento controversial que pasa encima de las autoridades para que se escuche su voz.
