Chicas Playboy se lee Calendario 2024

PLAYBILL: SEXO, ESA CAJA DE PANDORA

Escrito por:Playboy México

En 1989, Billy Crystal pronunció esta frase:
—Los hombres y las mujeres no pueden ser amigos. Tarde o temprano, el sexo lo arruina todo.
Meg Ryan lo contradijo:
—¡Eso no es verdad! Yo tengo muchos amigos y el sexo no está involucrado.
Nuevamente Billy argumentó:
—No los tienes. TÚ crees que los tienes.
Y Meg:
—¿Estás diciendo que tuve sexo con esos hombres sin darme cuenta?
—No, lo que estoy diciendo es que ellos QUIEREN tener sexo contigo.
—¡Claro que no!
—¡Por supuesto que sí!
—¿Cómo lo sabes?
Y lo que siguió fue el punto central de una discusión que desde entonces ha atormentado a la sociedad occidental: ¿Podemos los hombres y las mujeres ser amigos?
Billy sostuvo que no:
—Ningún hombre puede ser amigo de una mujer a la que considera atractiva.
Porque siempre estará pensando en tener sexo con ella. Los diálogos forman parte de la película When Harry met Sally, que además de ser divertida, retrata a la perfección las relaciones de pareja que tenían lugar a finales de la década de los 80 y que, con Tinder, Noches de solteros en bares y estilo de vida swinger, tampoco han cambiado demasiado hasta la fecha.

Les voy a dar algunos datos reveladores incluidos en la Encuesta Nacional de Sexo 2017, publicada en la Playboy que tienes en tus manos.

El 48.5 % de los participantes (81.9 % hombres y 18.1 % mujeres) reconoció
utilizar apps para obtener sexo.
El 50.7 % de ellos se han masturbado pensando en alguien que conocen.
El 34 % reconoció haber sido infiel más de una vez.
El 30.8 % está en una relación abierta.
El 48.7 % ha tenido entre 6 y hasta 20 parejas sexuales.
Y el 10.2 % tuvo sexo con una amiga o amigo, pero “todo terminó muy mal”.
Punto para Billy Crystal.

Cada quien tiene sus propias opiniones. No es mi intención convencer a nadie de nada. Lo cierto es que el sexo siempre es un tema tan atractivo como espinoso. Una confesión erótica por lo general abre una caja de Pandora. Por eso, hacer esta edición anual es tan divertido como aleccionador. Uno nunca sabe lo que se esconde en la imaginación lúbrica del otro, pero el anonimato provee una ventana desde la cual uno puede ventilar su más íntimos secretos.

Todos tenemos esa amiga o amigo, dependiendo de los gustos de cada uno, a quien nunca le diremos qué papel ha representado en nuestras fantasías. Es probable que a nosotros tampoco nos digan cuál hemos jugado. Quién sabe qué demonios de la lujuria podrían ser despertados.

Por Arturo Flores @Arturoeleditor

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