¿Todo el mundo es gay…?
Cuando era adolescente, mi mejor amiga se cuestionaba si además de los chicos, también le gustaban las chicas. Yo no me lo había planteado hasta entonces pero leyendo “Beatriz y los cuerpos celestes” de Lucía Etxebarría me entró la curiosidad.
Durante años, entre las amigas jugábamos con esa idea lésbica, en la fiesta y las borracheras hacíamos el tonto dándonos besos entre nosotras, así de pico, tonterías en verdad, éramos las protagonistas de cualquier fiesta, todos los hombres nos miraban fascinados, y parecía algo sin importancia y divertido.
Un día, en una de esas fiestas, una de mis mejores amigas me metió en el baño con ella, sin preguntarme, y cuando me di cuenta ya nos estábamos besando como si no hubiera un mañana. Yo no me lo esperaba, estábamos con algunas copas de más, sí, y una cosa era un beso de desmadre, pero lo que estaba sucediendo era otro nivel…
Yo me quedé sacada de onda, la verdad, no porque fuera mujer, sino porque era mi amiga, la sentía como una hermana, y ¡no te quieres besar con tu hermanaaaa!
Sin embargo, por años tuve esa intriga sobre mi sexualidad, ¿me gustan las chicas o sólo es un rollo erótico…? En realidad sí me gustan, porque puedo distinguir “mi tipo” de chica, aquella con la que sí tendría un encuentro sexual. Pero de ahí a enamorarme de una mujer, creo que eso ya no sucedería.
Sorpresivamente, en los últimos años, son vaaarias de mis amigas las que de repente se cambiaron de acera, me hablan y “¿Qué crees…? Ando con una mujer…”. Al principio me sorprendía porque según yo eran lo más heterosexual del mundo, la que se lo cuestionaba en nuestras pláticas era yo, pero ellas ¡JAMÁS!, y súbitamente, pum.
Mi psicóloga me cuenta que es un fenómeno reciente, cada vez más mujeres encuentran el amor en otra mujer porque ya están desgastadas del fracaso con hombres y se sienten más comprendidas; en alguno de mis bajones post ruptura me advirtió de esto, para que yo, presa de la confusión, no cayera con mi mejor amiga… Yo no vi peligro porque ella era de esas “heteros forever”.
Ahora tiene novia.
Hoy por hoy, para mí el sexo es un juego, y se trata de divertirse, y todos podemos disfrutar tanto con hombres como con mujeres porque el cuerpo siente igual, lo único que nos frena para sentirlos libres en ese sentido son nuestras ideas, cultura, sociedad, prejuicios, y todo eso…
Las mujeres tenemos más permitida esta exploración (socialmente) por esto de que es cachondo, pero con los hombres no es así, en seguida son víctimas del bullying y el insulto barato… Eso es injusto. Todos somos libres de experimentar y vivir con nuestro cuerpo y nuestras emociones como más felices seamos.
Dicen que en el fondo todos somos bisexuales, tal vez así sea, lo que no sé es si todos somos “biamorosos”, porque sigo pensando que yo no podría enamorarme de una mujer, aunque nunca se sabe, la vida no deja de sorprenderme.
En el próximo artículo igual te digo que ya tengo novia…
