Soñando partido a partido
La euforia por el futbol está en el cielo después de la impensada, y sin embargo muy merecida victoria de la Selección Mexicana contra Alemania. Contrario al ambiente por el primer partido, llueven ofertas y planes para ver este juego (carnitas, tacos, asada o lo que prefiera), que se pronostica como un triunfo seguro del Tri.
Da gusto ver cómo se resolvieron las cosas para la selección después de todas las dudas sobre Juan Carlos Osorio y el nivel que desplegaron los jugadores en los torneos importantes de este ciclo mundialista, así como en los más recientes enfrentamientos amistosos. Da gusto la aparición goleadora de Hirving Lozano como estrella promisoria nacional para la próxima década, la seguridad de Memo Ochoa, el juego de Héctor Herrera.
Por supuesto que habrá rotaciones y quedan cosas por trabajar, específicamente en la definición, en los goles. Dudo mucho que el técnico nacional, obsesivo como lo describen, cambie su manera de plantear el partido y el método que considera óptimo para ganarlo. Podrá gustarnos o no la alineación que México presente este sábado, aunque Osorio estaría dispuesta a explicarla con corcholatas y piedras si así se lo pidiéramos.
Pero si algo nos ha enseñado este alocado e imprevisible Mundial, es que tampoco puede descartarse el factor sorpresa. Y es que cómo han caído goles en tiempos de compensación para entregarle victorias a Brasil, Uruguay y Suiza. Cómo se han fallado penales si se monitorean los partidos de Islandia. Qué manera de descartar técnicos, y eso parte desde la indignación de España hasta el clamor de los vestidores en Argentina.
Entonces, si partimos del pronóstico de una victoria segura, no dejemos de ponerle los asteriscos de la sorpresa. ¿Quién será el héroe del partido? ¿Quiénes serán los delanteros de este México? ¿Qué susto podrá darnos Corea del Sur, entretanto, como para complicar un tercer partido que nos enfrentaría a Suecia jugándose una posible clasificación? ¿Escucharemos las nuevas disculpas a Osorio, lo veremos transformarse en los medios y pasar de ser un Judas a un genio del balompié?
A pesar de la victoria histórica contra los germanos, no puedo ver a México con aspiraciones de campeón del mundo todavía. Conservo un sentido de duda que espera por la regularidad de sus actuaciones. Pero sí espero un ingrediente mágico en este Mundial 2018, potenciado por el sabor de ese triunfo maravilloso y por todo lo que acontece en los estadios rusos en estos días.
Así que le seguiré exigiendo más a la selección y voy a disfrutar el partido tanto como espero que lo hagan ustedes. Me prepararé para reír con los memes y para cuidar mi playera de las salsas o las cervezas. Y deseo que la sorpresa que nos aguarde en este juego vuelva a pintarse de verde y permita una nueva celebración. Digamos que, antes de volar, iré soñando partido a partido.
