Generalmente solemos hablar y definir el placer sexual como aquel placer en donde se involucran todas las partes erógenas del cuerpo y las zonas genitales y creemos que un encuentro sexual SIEMPRE está acompañado de la penetración, sin embargo, una realidad es que no siempre sucede que todas las personas quieren o sienten el deseo de que el sexo tenga que terminar propiamente en una penetración para ser considerado satisfactorio.
La mayoría de pacientes hombres que suelen llegar a consulta y que expresan no tener deseos o atracción hacia las practicas penetrativas pero SI a todas las demas prácticas sexuales, manifiestan tener un gran sentimiento de incomprensión, insatisfacción y frustración ya que consideran que es “complicado y casi imposible hacer que otra persona entienda que no quiero penetrar o ser penetrado y que solo me interesa un buen faje para sentirme satisfecho”.
De las secuelas mas comunes que he encontrado en la consulta psicológica destacan las secuelas emocionales derivadas del sentimientos de incomprensión, insatisfacción y frustración, ya que estos sentimientos pueden hacer que la persona desarrolle, sin darse cuenta, un grado de dependencia a la pornografía y/o un marcado aislamiento del contacto físico-sexual y la interacción erótica con otras personas en el mundo real.
Si tu eres una persona que no siente atracción por el sexo penetrativo, aquí te dejo algunas recomendaciones: