Chicas Playboy se lee Calendario 2025

La sexoteca de Eugenia: Menos porno, más eros

Escrito por:Eugenia Flo

“Menos porno, más Eros”, esta frase no es mía, sino de mi profesor Efigenio Amezúa (q.e.p.d.), Doctor en sexología y fundador del Instituto de Ciencias Sexológicas en España. Y su frase me ha venido a la mente más de una vez los últimos meses, debido a tres casos de los que hoy quiero hablarte.

Como cosa curiosa, primero apareció una pareja, luego la segunda, y al aparecer la tercera, en un período de dos meses, mis antenas se alertaron y me pregunté: ¿cuántas más estarán en la misma situación ahora?

En resumen, lo que estos hombres tienen en común, dos de ellos viviendo en este lado del mundo, el otro en Europa, es que son consumidores de pornografía desde muy jóvenes (13, 14 años), por largos períodos al día, (de dos a cuatro horas divididas entre madrugadas y tardes y cuando se pueda en la oficina), muchos días a la semana, (de 4 a 7).

Este video te puede interesar

Con un desarrollo de la exclusividad del “objeto de deseo” en estos cuerpos característicos de las actrices porno que tú y yo conocemos. Es decir, sus cerebros difícilmente se erotizan ya con un cuerpo común, que no sea como el que su mente ha erotizado y ahora prefiere, desea, le provoca, le excita, y con el cual tiene una excelente respuesta a la excitación. (Por cierto, sé que ya se comienzan a hacer estudios al respecto de cómo el consumo masivo de pornografía afecta de esta manera la erotización de los cuerpos, especialmente en la mente masculina).

¿En qué se traduce esto? En que la pareja, y cualquier otra mujer que se aleje de ese tipo de cuerpo, no le atraerá. Dando lugar a una serie de conflictos como: pérdida o disminución del deseo, pérdida de la erección, necesidad de ver porno al momento del encuentro lo cual desvincula de la pareja y genera otros conflictos, y evidentemente, discusiones, resentimientos, y sentimientos de no ser suficiente, por parte de la pareja. Entre otras cosas.

La Sexoteca de Eugenia: ¿El tamaño importa o no?

La esposa de uno de ellos me preguntó si el porno era malo. Y comprendo que la respuesta a esta pregunta, puede ser muy variada. En lo personal, creo que cuando hablamos de que la sexualidad es diversa, y de que los humanos y nuestras formas de expresión de la sexualidad son diversas, debería haber cabida para todas las expresiones (siempre que no violentemos los derechos de un tercero, obviamente), incluidas aquellas personas que gustan de ver y hacer porno.

¿Que no le cae bien a todo el mundo? Es verdad. ¿Que es recomendable ver porno después de haber tenido educación sexual para una mejor vivencia? También es verdad. Pero también es verdad que cuando sabemos que el porno es la fantasía llevada a la pantalla, y que pertenece a ese mundo, de la fantasía, que nada o poco tiene que ver con mi realidad, en ese momento las cosas cambian, y puedo hacer uso del porno como un recurso casual, si me apetece. Más no depender de él para poder excitarme o tener relaciones con mi pareja. Cuando esto pasa, ya tenemos un conflicto que hay que trabajar.

Deseo que estas líneas me alcancen para expresar lo que trato de comunicarte. El error de estos hombres fue hacer del porno su única vía de erotización del cuerpo femenino. Y no comprendieron qué es el porno: “la fantasía llevada a la pantalla”. Ahora lo que necesitan es dejar de ver porno para re entrenar el cerebro y ver si es posible la erotización del cuerpo de su pareja.

Y las parejas de estos hombres por su parte, también tienen que trabajar lo que les toque. Desde aprender a no compararse con las super actrices porno, trabajando su autoestima, autoconcepto y claro está, juntos, la erótica y la amatoria de la relación. Que es ahí donde se dan estos conflictos.

¿Tienen futuro estas parejas? ¿Se pueden salvar? No todas, pero sí algunas. Y como siempre lo digo, cada caso es totalmente distinto y depende de muchas cosas.

Soy Eugenia Flo, sexóloga sustantiva, y recuerda que “El mayor placer, te lo da el saber”.