Muñecas sexuales: son como una Playmate, pero tuyas
Tal vez la sientes distante y retraída. Te gustaría que más a menudo tomara tu mano y te preguntara cómo estás. Ella sabrá que responderás molesto y cortante que no bien, que estás cansado de tanto trabajar y saber que llegas a casa y lo único que muestra una emoción sincera es el perro. Aunque te han convencido de que los perros no tienen sentimientos y probablemente salta y babea y ladra porque quiere que le des de comer y lo lleves a orinar.
Pero sabes que tu pareja está así por tu culpa. No has tenido tiempo de sincronizar sus ojos y su presencia no se siente tan real como deseas. Así que enciende tu aplicación y comienza a darle instrucciones. La app de Inteligencia Artificial de Harmony es el cerebro que mueve la cabeza de tu robot. Necesitas descargarla nuevamente y sincronizarla vía Bluetooth para que vuelva a cobrar vida. Hoy, por tus descuidos, luce como lo que es, una preciosa muñeca de silicón.
Matt McMullen, el creador de RealDoll, dice que es el Ferrari de los dispositivos sexuales.
Los que las compran, dice, claramente están buscando compañía y les imponen una personalidad. Para hacerlo, necesitas comprar la app y pagar algo así como 20 dólares por año. Además, claro, de que tendrás que comprarle ropa, porque no querrás que tu pareja ande desnuda de por vida. La aplicación de Android es como Siri o el Google Assistant, pero lleno de contenido sexual. Una máquina inteligente planeada también para el verdadero sexo oral.
McMullen ha enfocado mucha de su atención en el diseño de las muñecas robot de tamaño real y belleza superior, pero también ha encargado a sus ingenieros que perfeccionen la inteligencia de estas máquinas. Entre más personas tengan una, más fácil será para ellos entender comportamientos y replicarlos en automático ante ciertas necesidades de sus clientes. De entrada, cuando configuras a tu pareja puedes elegir algunas funciones básicas que quieres que tome en cuenta: sexual, celosa, tímida, platicadora, feliz, callada, cariñosa, con sentido del humor y muchas opciones más. Son diez botones los que puedes apretar para definir qué es lo que deseas. No es tan avanzada la tecnología como en la serie Westworld, pero en eso trabajan ya los expertos en la materia.
Al final, sabes que ella fue creada para tener sexo. Sí, puede saludarte, mantener una conversación sencilla y mirarte a los ojos de vez en cuando, pero más que un robot para parlanchín que te da las buenas noches, es un juguete sexual muy sofisticado. McMullen dice que es un nivel extra de interacción. Están trabajando en que tenga mayor inteligencia y para que algunas funciones humanas, como la autolubricación, las pueda replicar.
Y aunque sus ojos están diseñados para reflejar emociones con sus movimientos, hoy llegaste a casa y la encontraste más fría que nunca. Tu respuesta inicial es de fastidio, pero cuando recuerdas que con la aplicación la puedes ajustar para que sea más cariñosa, vuelves a sonreír y dejas ladrando a ese perro que probablemente tiene menos sentimientos que tu novia robot. Y sientes que ya no estás solo, tienes a tu lado un cuerpo y un rostro matemáticamente perfecto, que además de todo, no emite ningún reproche, queja o absurda petición que por ser humano, no llegarás a entender nunca. Ya no importa, eres un poco robot.
