“La mayoría es gay y paga por sexo”; el controversial texto que inspiró a Playboy

Alfred C. Kinsey creía que la sexualidad era la esfera del ser humano menos estudiada por la ciencia. Por ello realizó, junto a sus colegas de la Universidad de Indiana, un estudio donde le preguntó a 12 mil hombres sus preferencias y experiencias sexuales.

El investigador y sus colegas concibieron que el conocimiento hacía al hombre libre, y su estudio tenía la intención de brindar luz sobre la ignorancia que se tenía sobre el tema, todo con la esperanza eliminar el tabú que implicaba el sexo. Titularon a su estudio Sexual Behavior In The Human Male, con el tiempo fue conocido como el Informe Kinsey y sus descubrimientos crearon una revolución sexual sin precedentes, que incluso inspiraron al mismo Hugh Hefner a crear Playboy.

Números que marcaron a una generación

En la época el sexo antes del matrimonio era mal visto, la homosexualidad era vista como una enfermedad mental y la masturbación como un pecado que podía provocar repercusiones en la salud. El estudio demostró que, a pesar de estas connotaciones negativas, todas eran actividades recurrentes entre la mayoría de los hombres y en cada rango de edad.

Los datos del informe demostraron que la importancia del matrimonio en el inicio de la vida sexual sólo era teoría. Las prostitutas eran las amantes preferidas del 8.6% de los hombres entre 16 y 20 años y entre los de 40 años la cifra aumentaba a 38.7%; esta tendencia continuaba con el número de hombres que aseguraron tener relaciones fuera del matrimonio, que en todos los rangos de edad rondaron el 40%.

En cuanto a la masturbación, se encontró que era un fenómeno que predominaba en grupos jóvenes y solteros, aunque descubrieron que continuaba en hombres con matrimonios estables. Los números eran “alarmantes”: el 88% de los jóvenes entre 16 y 20 años lo hacían,  la mitad de la población lo continuaban haciendo a los 50 años de edad y el 42.1% de los hombres casados entre 21 y 25 años lo seguían haciendo.

Esta frecuencia mostraba la hipocresía de una sociedad que le decía a sus hijos que la masturbación podía sacar pelos en las manos o dejarlos ciegos. No obstante, nada se comparó con las cifras relacionadas con la homosexualidad.

¿Y la homofobia?

Como se ha dicho antes, la homosexualidad era vista como una enfermedad sexual que debía ser tratada. Sin embargo, los datos del estudio demostraban que era una práctica más común de lo que se creía: el 27% los adolescentes afirmaron tener una relación con alguien de su mismo sexo y en el grupo de 36 y 40 años aumentaba a 38.7%. Estos números eran de solteros, pero entre los hombres casados también había ciertas tendencias, el 10.6% de los que tenían entre 21 y 25 años y 2% entre los que tenían 45 años.

Estas cifras le demostraron a una generación, donde la homofobia predominaba, que las tendencias sexuales que veían tan “ajenas”  eran normales. Los números mostraban a los hombres que habían tenido por lo menos un encuentro homosexual en su vida; esto se debió a que los investigadores, en lugar de preguntar sobre una categoría (heterosexual, bisexual u homosexual),establecieron una tabla donde medían la respuesta sexual hacia el mismo género. Método que demostró que aproximadamente el 10% de los estudiados eran exclusivamente homosexuales.

Kinsey y Hefner

Varios críticos cuestionaron los números del estudio y aseguraron que muchos de los individuos estudiados eran prisioneros y prostitutos, por lo que podían alterar las cifras y demostrar una mayor tendencia a lo que se consideraba “antinatural”.  Aunque los defensores argumentaron que estos individuos no modificaban significativamente las cifras.

A pesar de estos ataques, el libro vendió casi medio millón de copias y se convirtió en uno de los títulos más influyentes de todo el silgo XX. Aparentemente, todo lo se había enseñado sobre la sexualidad era incorrecto, cuestión que inspiró a un joven de Chicago.

Desde un principio, Playboy era más que una revista con fotografías eróticas, por un lado intentó ser la guía del hombre que busca y disfruta de los mejores placeres de la vida; pero por otro lado intentó que la sexualidad dejara de ser un tema prohibido, búsqueda que a la larga fue conocida como “La filosofía Playboy”.

Hugh Hefner, antes de fundar el emporio, participó como editor en una revista llamada Shaft, una revista publicada en la Universidad de Illinois. Era una publicación con humor colegial y sexual, un prototipo de lo que sería Playboy, en la que Hefner en ocasiones realizaba ilustraciones cómicas y en una de ellas hizo una clara referencia al Informe Kinsey.

Ilustración de Hugh Hefner, septiembre de 1948, Illini Media Co., Notches

Su interés con el famoso reporte no se limitó a caricaturas, realizó una reseña y lo encontró interesante, pero perturbador: “[…] este estudio hace obvia la falta de entendimiento y pensamiento realista en la formación de nuestros estándares sexuales y leyes. Nuestras pretensiones morales, nuestra hipocresía en las cuestiones del sexo han llevado a una incalculable frustración, delincuencia y tristeza.”1

La revolución sexual de la Filosofía Playboy

La Filosofía Playboy buscaba combatir a represión sexual que dominaba Estados Unidos. Hefner intentó que la sexualidad de impregnara en cada esfera de la sociedad, lo hizo través de entrevistas, artículos e incluso Clubes nocturnos, que se convirtieron en palabras que querían destruir el puritanismo que rodeaba al sexo.

Los intentos fueron múltiples, pero el mejor ejemplo de su intensión se encontró en una sección de la revista. El “Playboy Forum”, un espacio donde los lectores podían expresar cualquier inquietud o problema que tuvieran alrededor del sexo.

La revolución del foro llegó en los  años setenta, cuando se convirtió en una mesa de discusión entre académicos en torno a las “terapias de reorientación sexual”, o los esfuerzos “psicológicos” y “científicos” por cambiar la orientación sexual de una persona. Playboy se convirtió en el único medio que permitió que esas voces tuvieran un espacio y eventualmente aquellos diálogos fueron determinantes para que la homosexualidad dejara de ser vista como una enfermedad sexual.

El Informe Kinsey fue determinante para que Hugh Hefner decidiera fundar Playboy, la revista que creó una revolución sexual con sus artículos, discusiones y hermosas mujeres.

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Fuentes:

1. Citado por Nathan Tye en “The College Roots of Hugh Hefner”

• Alfred C. Kinsey, Sexual Behavior In The Human Male. 
• Carrie Pitzulo “The Playboy Philosophy”.
• UnErased: Dr. Davison and the Gay Cure.